El mandatario Nicolás Maduro acusó a los obispos venezolanos de dirigir una campaña contra la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), por las denuncias que hicieron en contra de los obstáculos que impusieron militares para la entrega ayuda humanitaria de la Iglesia Católica en Mérida.
A juicio del gobernante las denuncias que comenzaron en redes sociales por parte del obispo auxiliar de Mérida, monseñor Luis Enrique Rojas se trató de “una campaña miserable dirigida por obispos de la Iglesia Católica contra la Fanb”.
La Conferencia Episcopal Venezolana rechazó este lunes, a través de un comunicado, que impidieran llevar insumos, ayuda y medicamentos a los afectados por las lluvias en Mérida. Llamaron a autoridades civiles y militares, especialmente los de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), a no impedir la llegada de asistencia.
“De la Iglesia un grupo de obispos que ni lavan ni prestan la batea le hacen una campaña a nuestros muchachos. ¡Salgo en defensa de la Fanb y pido respeto y apoyo al pueblo de Mérida y a la Fanb. Basta ya de agresiones viles, miserables. Ni lavan ni prestan la batea. Lo que hacen es show!”, bramó Maduro este jueves 2 de septiembre al ofrecer un balance sobre las afectaciones por las lluvias de las últimas dos semanas.
Según el líder chavista las denuncias del obispo Rojas es un “show en redes sociales” y recriminó que no haya curas con sotanas asistiendo a las y los merideños.
“Me indigna, que mientras se está trabajando y estos muchachos arriesgan su vida, están los ‘bicharacos’ con sotanas echándole varilla al pueblo. Por eso el pueblo no los quiere, los rechaza, el pueblo no va a las misas. No los queremos porque son el diablo con sotanas”, señaló.
Qué dijo la Iglesia
“Quieren quitarle la ayuda a la gente, ¡no puede ser!”, dijo el obispo auxiliar de Mérida el pasado domingo 29 de agosto, en un video que circuló en redes sociales, donde se le vio junto a transeúntes y funcionarios de la Guardia GNB, quienes -se presume- dificultaban la distribución de ayuda enviada desde Cáritas Caracas para la población de Tovar, en Mérida.
Un día después, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) emitió un comunicado de condena a esta actitud de los militares.
“Lamentamos y reprobamos la actitud de algunas autoridades civiles, así como de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quienes, lejos de cooperar desinteresadamente, no sólo han impedido el acceso de gran parte de la ayuda enviada desde diversas partes del país, sino que han tenido una actitud de displicencia y ofensa hacia los miembros de la Iglesia y de otras instituciones”, afirmaron este lunes 30 de agosto.
Atención a afectados
En su balance sobre Mérida, Jehsyon Guzmán, designado por Maduro como “protector” de este estado, dijo que han retirado 200.000 metros cúbicos de sedimentos en los municipios Antonio Pinto Salinas, Tovar, Zea y Arzobispo Chacón, los más impactados por los deslizamientos de tierra, desbordamiento de ríos y casas dañadas.
En el Zulia hay 586 familias afectadas. De ellas hay 86 reubicadas en refugios, mientras que en Anzoátegui el desbordamiento del río Neverí provoca afectaciones en Barcelona.
Ante esto Maduro acusó de los daños al gobernador opositor de la entidad, Antonio Barreto Sira, contra quien pidió que se haga una denuncia para que se establezcan responsabilidades administrativas en su contra.
“Ahora lo que hay que hacer es una denuncia de responsabilidad del gobernador Barreto Sira sobre la atención de estos canales de aliviadero del río Neverí”, afirmó.
Diálogo a segunda ronda
El mandatario se refirió al diálogo en México con la plataforma unitaria de la oposición, que encabeza Juan Guaidó, y dijo que prepararán el documento con las peticiones en materia económica que entregará la delegación de su gobierno y encabeza el presidente del Parlamento de mayoría chavista, Jorge Rodríguez.
Este miércoles, Maduro manifestó que pedirán que se levanten todas las sanciones económicas, se devuelvan los activos y cuentas bancarias congeladas en el exterior, además del oro de Venezuela que está en manos del Banco de Inglaterra.
Sobre las conversaciones sostuvo que “se ha tenido que tragar muchos sapos”, pero que lo hacía por la paz del país.