Varias son las diferencias del proceso electoral del 21 de noviembre si se compara con los celebrados en el país en los cuatro años previos.
En este reporte te contamos lo bueno, lo malo y los pendientes de estos comicios regionales y municipales.
CNE con nuevos rectores
En primer lugar el directorio del Consejo Nacional Electoral (CNE), nombrado en mayo de 2021 por la Asamblea Nacional de mayoría chavista, es una de las más destacadas. Lo componen, después de 17 años, dos miembros que no se identifican con el chavismo y además provienen de las filas opositoras.
Se trata del exparlamentario y exdirigente del partido Un Nuevo Tiempo, Enrique Márquez, y del exasesor de la Mesa de la Unidad Democrática, Roberto Picón.
Según el informe preelectoral del Observatorio Global de Comunicación y Democracia, que presentaron este jueves 18 de noviembre, cuatro de los cinco rectores no chavistas en el CNE, dos principales y dos suplentes, los postularon desde la confluencia de organizaciones de la sociedad civil Foro Cívico.
“La importante presencia de rectores no oficialistas en el seno del organismo electoral, y la rápida sucesión de decisiones tomadas por el directorio, sacudió el estancado tablero político del país, generando un clima de entusiasmo y activismo político impensado apenas pocos meses antes”, dijeron este jueves 18 de noviembre.
Aunque los organismos subordinados del CNE siguen principalmente en manos de rectores que en su momento fueron ministros del fallecido Hugo Chávez, como Pedro Calzadilla o diputados del Psuv como Tania D’ Amelio, la presencia de dos no oficialistas es un paso para avanzar en recuperar el equilibrio de poderes en las instituciones del Estado.
Observación internacional
Otro avance es la participación de misiones de observación internacionales independientes. La más completa es la de la Unión Europea. La integrarán, justo el 21 de noviembre, 100 observadores. Ya 44 de ellos se desplegaron desde el 28 de octubre, al inicio de la campaña electoral, y otros 34 de corto plazo llegaron al país a inicios de esta semana. Además están los 14 integrantes del equipo central que despachan desde Caracas.
Esto fue posible por un convenio entre la UE y el CNE, cuando la oposición que conforma la llamada plataforma unitaria decidió acudir a la jornada electoral.
El CNE confirmó la presencia de un equipo de expertos electorales de la ONU que llegó a Venezuela la semana anterior y otro grupo técnico del Centro Carter.
En total estarán cuatro misiones de observación, cuatro delegaciones de veeduría y dos grupos de expertos. Además, hay 80 invitados de 55 países entre expertos académicos, electorales e intelectuales.
“Aquí está Venezuela. La pueden ver, pueden ver sus caras, pueden ver sus plazas, pueden ver a su pueblo, pueden contemplar directamente, prender la televisión y ver los canales de televisión, escuchar la radio, ver, sondear, palpar el clima político que reina en Venezuela, no es posible fabricarlo e inventarlo”, dijo el presidente del CNE, Pedro Calzadilla, este jueves 18 de octubre en una reunión con los diferentes grupos que estarán para los comicios.
Auditoría externa
Por más de un mes, específicamente durante seis semanas, un grupo de 10 expertos electorales hizo una auditoría a fondo del sistema de votación venezolano. Este proceso permitió asegurar que el voto en Venezuela, que es automatizado, es secreto.
“Los auditores trabajaron tanto en la revisión general en el sistema automatizado de votación, incluyendo el funcionamiento del software y del hardware del sistema de autenticación integrado, como en el desempeño de los subsistemas de apoyo”, resume el informe del Observatorio Global de Comunicación y Democracia.
Resaltaron que fue una revisión no hecha durante los últimos 20 años al proceso de votación en el país, lo que permitió derribar algunos mitos como la vulneración del voto electrónico. “En ese sentido, puede decirse que dicho ejercicio constituye una de las garantías técnicas más importantes de cara al proceso electoral del 21 de noviembre”, dijeron.
El grupo de expertos recomendó mejoras para el voto asistido, el almacenamiento de datos que esté disponible de forma pública y un código QR en las actas que se imprimen al final del sufragio. Esta última fue aceptada por el CNE y se implementará por primera vez en el país.
Registro Electoral más amplio
Aunque la actualización e inscripción de nuevos votantes se realizó entre el 1 de junio al 15 de julio, en un lapso mayor a los anteriores comicios, hubo cuestionamientos por la cantidad de puntos para cumplir con este proceso.
En las elecciones regionales y municipales de 2017 solo hubo 10 días y 200 puntos; en las presidenciales de 2018 dedicaron 20 días y 531 puntos y para las legislativas de 2020, 17 días y 551 puntos. En general, que fuesen 45 días y 788 puntos fue una ampliación.
Sin embargo, “los objetivos fijados por el CNE para este operativo se quedaron cortos con respecto a las metas fijadas por el propio organismo electoral para las elecciones parlamentarias de 2015, oportunidad en la que el registro estuvo abierto 118 días, con 1.568 puntos habilitados. La duración y amplitud de dicho operativo posibilitó la inscripción de 870.811 nuevos votantes”, recordó el Observatorio.
Observación nacional
Los observadores en el país pudieron participar en cuatro auditorías del cronograma electoral, algo que no ocurrió en los tres anteriores procesos. Estuvieron en las auditorías del software de las máquinas de votación, del software de totalización, de la infraestructura y de la producción de las máquinas, incluida la auditoría del sistema ADES (auditoría de los datos electorales y en el predespacho de las máquinas).
El Observatorio destaca que para este proceso el CNE acreditó a 661 observadores de la Red de Observación Electoral de la Asamblea de Educación y 700 del Observatorio Electoral Venezolano (OEV).
Estarán presentes para procesos de votación, totalización y transmisión de resultados, “lo que elevó el número de los observadores nacionales calificados presentes en el actual proceso electoral a 1.361. Otras organizaciones menores acreditaron 300 voluntarios, lo que lleva el número total de observadores nacionales en estas elecciones a 1.661”.
Habilitación de tarjetas opositoras
En el marco del diálogo entre el chavismo y la plataforma unitaria de la oposición en México, una de las garantías que se alcanzaron fue la habilitación de la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática, además de la de Convergencia, lo que permitió a los adversarios de Maduro tener una tarjeta para participar. Esto después de la intervención en 2020, que aún se mantiene, de los principales partidos del G4 (Acción Democrática, Voluntad Popular y Primero Justicia).
Lo malo
Entre los lunares del proceso está que no se haya entregado las tarjetas a las legítimas autoridades de partidos políticos, tanto de oposición como del chavismo disidente, pero además el mantenimiento de inhabilitaciones políticas.
Aunque varios de ellos participan por la oposición como Tomás Guanipa en Caracas; Luis Florido en Lara y José Manuel Olivares en Vargas, otros quedaron por fuera como el caso de Daniel Ceballos en Táchira. También están Eduardo Samán del chavismo disidente y Leocenis García de Prociudadanos.
El PCV y sus aliados de la Alianza Popular Revolucionaria denunciaron que el CNE inhabilitó a otros seis de sus aspirantes. Dos de ellos eran candidatos a alcaldes en el estado Bolívar, un candidato a la alcaldía en el estado Sucre y tres a concejales en los estados Carabobo y Sucre.
“Estas seis nuevas y arbitrarias inhabilitaciones se suman a las ocho ya ejecutadas por el CNE, lo que convierte al PCV en la organización política con el mayor número de inhabilitaciones en el proceso electoral en curso y, por tanto, en la más afectada por estas medidas de persecución política institucional”, dijeron en un comunicado.
Ventajismo
El ventajismo durante la campaña por parte del Partido Socialista Unido de Venezuela y las instituciones públicas que están al servicio de una parcialidad política y no del Estado es otro cuestionamiento del Observatorio Global de Comunicación y Democracia.
“En relación con el uso de los medios de comunicación del Estado, en particular de Venezolana de Televisión (VTV), organizaciones a cargo del monitoreo de la campaña detectaron no menos de 20 alocuciones de Nicolás Maduro en favor de los candidatos del PSUV. Un caso similar se registró con respecto al diputado y dirigente chavista Diosdado Cabello, quien, desde su programa Con el mazo dando, transmitido por el mismo canal, ha incurrido sistemáticamente en violaciones de este tipo”, dijeron este 18 de noviembre.
Indígenas marginados
Este nuevo directorio del CNE ratificó el reglamento de la votación indígena que en las parlamentarias de 2020 eliminó el voto directo, universal y secreto para las poblaciones originarias.
Aunque admitieron la creación de circunscripciones electorales indígenas en ocho estados del país y 69 municipios, los aborígenes irán a la escogencia de sus representantes en cámaras legislativas municipales y regionales en un proceso diferenciado el 26 de octubre.
Las postulaciones se hacen en asambleas con voceros de las organizaciones indígenas acreditadas por el CNE y la votación será por representantes de esas asambleas.
Los estados Amazonas, Anzoátegui, Apure, Bolívar, Delta Amacuro, Monagas, Sucre y el Zulia servirán como circunscripciones electorales indígenas.
Los pendientes
Aunque el CNE avanzó en la paridad de género, solo hay 30 candidatas a gobernadoras o alcaldesas entre los más de 70 mil postulados para los 3.082 cargos a elegir. Sin embargo, el CNE destaca que 49,44 por ciento de las candidaturas están representadas por mujeres y 50,56 por ciento por hombres, aunque las mujeres no estén en cargos de mayor relevancia.
“A pesar de los importantes avances observados en el terreno técnico electoral, el CNE tiene efectivamente todavía una deuda pendiente con la sociedad venezolana en lo que hace al cumplimiento de los aspectos políticos críticos que definen, en última instancia, la legitimidad, limpieza y transparencia de los procesos electorales”, resume el Observatorio sobre los pendientes, entre los que resalta una campaña de comunicación que llegue a la mayoría de la población.