Tres meses se cumplen este 23 de abril desde que el diputado y presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, asumió la encargaduría de la presidencia de Venezuela en un acto masivo en Caracas.
El joven, que algunos consideraron un político inexperto e incluso ingenuo, ha sorteado la cárcel, la contraofensiva chavista, y las divisiones internas de la oposición mientras repite como un mantra: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
La Contraloría, en manos del oficialismo, lo inhabilitó por 15 años, el Tribunal Supremo de Justicia le dictó prohibición de salida del país y ordenó bloquear sus cuenta bancarias y la Asamblea Nacional Constituyente le allanó la inmunidad parlamentaria.
Pese a las acciones que buscan anularlo, el opositor en tres meses capitalizó más de 60% de apoyo popular –según cifras de Datanálisis de marzo de 2019-; logró la adhesión de al menos 1.000 funcionarios militares y policiales y ganó una silla en la Organización de Estados Americanos (OEA) con el reconocimiento formal de su enviado especial Gustavo Tarre Briceño.
También presionó la aprobación de tres leyes para la transición: Ley de Amnistía y Ley de Garantías (en primera discusión) y la Ley del Estatuto para la Transición (en segunda discusión).
Aquí las jugadas más destacadas de Guaidó:

Juan Guaidó sorprendió a la propia dirigencia política con su juramentación el 23 de enero. El propio Henrique Capriles Radonski aseguró que no fue una estrategia planificada y que buena parte de la oposición consideraba que no era una buena idea por temor a que ocasionara el cierre del Parlamento.
Una fuente de Un Nuevo Tiempo (UNT) admitió a Efecto Cocuyo ese miércoles: “No pensé que se juramentaría hoy. Creo que se está manejando mal el timing, se está anticipando”.
Pero la estrategia ocasionó un efecto dominó en la comunidad internacional que se tradujo en el respaldo de más de 60 países.

La Asamblea Nacional, con mayoría opositora, inició la ruta de la transición con la aprobación, en primera discusión, de la Ley de Amnistía para militares y civiles que colaboren con la restitución del orden constitucional.
El proyecto de ley es un guiño a la Fuerza Armada Nacional (Fanb) con la que el presidente del Parlamento, Juan Guaidó, busca provocar el “cese de la usurpación” de Nicolás Maduro en la Presidencia de la República e instalar un gobierno de transición.

El 23 de febrero fue la primera apuesta del dirigente de Voluntad Popular para provocar el quiebre dentro de la Fanb.
El ingreso de la ayuda humanitaria no se logró, pero la presión generó la adhesión de al menos 1.000 funcionarios militares y policiales a la causa del opositor.
#23F El día que respondieron con fuego a la ayuda humanitaria
La jornada de ese día terminó con duras imágenes de insumos médicos y alimenticios consumidos en llamas. Y un saldo trágico en Santa Elena de Uairén, punto fronterizo con Brasil, en donde murieron cuatro indígenas pemones y tres personas más.

Con una prohibición de salida del país, dictada por el Tribunal Supremo de Justicia que controla Nicolás Maduro, Guaidó retó al oficialismo con una gira internacional en la que visitó, y fue recibido con los honores de un Presidente, a los mandatarios de Colombia, Paraguay, Chile, Brasil, Argentina y Ecuador.
El presidente encargado llegó al Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar el 4 de marzo y entró nuevamente al país sin que ningún cuerpo de seguridad lo detuviera.

La Operación Libertad fue presentada por la oposición como una estrategia de organización para lograr “la máxima presión popular nunca antes vista en el país” con el objetivo de cesar la usurpación en Miraflores, cuando la presentó el miércoles 27 de marzo.
El opositor anunció el inicio de una escalada de protestas para la que anunció la creación de los comités de ayuda y libertad “como unidades de organización táctica de base para ejecutar acciones concretas en pro de lograr el cese de la usurpación”.

La primera acción de Guaidó como presidente encargado fue el nombramiento del abogado Gustavo Tarre Briceño como enviado especial ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
Tras dos meses de lobby internacional, el organismo aprobó la designación de Briceño como representante especial, durante una sesión extraordinaria que se realizó este martes 9 de abril en la sede del organismo en Washington, EEUU.
Foto: infobae.com