Iván Simonovis: un escape con la mirada puesta en EEUU

POLÍTICA · 25 JUNIO, 2019 23:21

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Mirian Nuñez


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Las informaciones que asomaban la posibilidad de volver a la cárcel las recibió Iván Simonovis por los días del alzamiento del 30 de abril. Consciente de no querer «regresar» a  ese lugar, el excomisario milimetró su escape con la mirada puesta en Estado Unidos: el 16 de mayo descendió 25 metros por una pared de su casa, donde cumplía el arresto, con lo necesario en un bolso y en medio de la oscuridad partió a su escondite. Inició así lo que sería su propia operación a la libertad.

El exjefe de Seguridad Ciudadana de la alcaldía Mayor permaneció preso desde el 2004 por una condena que le dictaron por 30 años junto a otros cinco policías, que aún permanecen en prisión.

Pero él, ahora se encuentra en Estados Unidos, desde donde contó en una entrevista que concedió a Joshua Goodman, de la agencia AP, su odisea para deshacerse con una cizalla del monitor de tobillo que le habían colocado funcionarios del Sebin, y cómo cruzó el mar en medio de imprevistos, luego, de copiloto en un avión hasta EEUU.

Cinco semanas le llevó esta operación que ahora cuenta, no sin «reírse de su desventura», deja ver el periodista de AP.

Eludir a los funcionarios de seguridad de Nicolás Maduro llevó a Simonovis en este escape a tener que ir primero a una vivienda abandonada, luego a una embajada. Contó para ello con el apoyo de Leopoldo López, qué también se había escapado por los días del levantamiento y se resguardó en la residencia del embajador de España. López habría usado sus contactos políticos para conseguir el apoyo estadounidense y de otros dos países para este plan.

Sin identificación pero decidido

Simonovis carecía de identificación,  su único documento había vencido hace una década, por eso en el bolso que lo acompañó en su escape solo llevaba «una linterna, una navaja de bolsillo, una copia de su sentencia judicial y una biografía del astronauta Neil Armstrong».

Contó el excomisario a Goodman que al escapar del arresto domiciliario, bajó por un callejón oscuro, pero calculó mal y chocó duro contra una pared aunque recuperó el equilibrio y en 90 segundos estaba en uno de tres vehículos que lo llevarían a una casa abandonada.

Para lograr salir de su vivienda pasó la noche previa desatornillando una cerca de su casa y practicó su descenso en una escalera, atando nudos que no usaba desde la época en que estaba en entrenamiento en las fuerzas especiales. Reconoce que en esto, «cualquier minuto cuenta».

Su esposa Bony Pertiñez  ignoraba el plan, sólo la llamó una vez libre. Ella visitaba por esos días a sus hijos en Alemania, lo que, según dice pudo motivar las conjeturas de que él se encontraba con ella.

Durante su escondite vio la película «Argo» -que trata también de un escape- y pidió a su esposa activar las redes sociales para despistar a los agentes policiales sobre su presunta salida del país. Juan Guaidó, también contribuyó a la intriga para apoyar el escape- reconoce.

Abordo de un toyota destartalado, y en medio de otros dos carros (por si tenía que salir corriendo), Simonovis cruzó varios puntos de control de la Guardia Nacional Bolivariana, hasta llegar a una zona aislada, en la costa venezolana, desde donde zarparía en lancha.

Esta parte fue descrito como «un suplicio de 14 horas» pues el motor de la lancha de pesca falló, se ahogó con agua y sedimentos. “Tú no piensas que en Venezuela puede fallar un motor por la gasolina… Es la ley de Murphy. Lo que tú menos piensas que va pasar, es lo que pasa”, dijo Simonovis a la AP, refiéndose al hecho.

En un avión fletado partió el excomisario el día siguiente, sin imaginarse, que rumbo al espacio aéreo estadounidense, el piloto de la aeronave le entregaría los controles, que le harían recordar también su condición de piloto.

“Aterricé mi libertad… Venía en el avión y el capitán se enteró que yo era piloto y me dijo si quería volar con él y me cedieron el puesto de copiloto. Y en este caso no sólo estaba teniendo la libertad, sino que estaba teniendo el control de mi destino”,  indicó según reseña AP.

Libre tras 15 años preso

Simonovis reconoce que su detención se debió a «acusaciones falsas» durante una manifestación oficialista en defensa de el fallecido Hugo Chávez, donde murieron 19 personas en un tiroteo, en el centro de Caracas. Desde entonces fue encarcelado, y ahora está libre tras 15 años de prisión.

Su orden de arresto fue firmada por el juez Maikel Moreno, quien como abogado había defendido a uno de los pistoleros de puente Llaguno.  En 2014 se le otorgó arresto domiciliario para que pudiera obtener tratamiento médico para 19 patologías, algunas agravadas por permanecer en una cárcel en la que sólo se le permitían 10 minutos diarios al aire libre.

“Lo único que sabía es que no iba a regresar a la cárcel. Así que tome la decisión que tenía que salir de mi casa, y tenía que salir del país”, relató el excomisario.

Según lo comentado al periodista Joshua Goodman,  Simonovis, quiere ahora «utilizar su conocimiento de las fuerzas policiales para ayudar a las autoridades estadounidenses que investigan la corrupción, el narcotráfico y los supuestos vínculos terroristas de funcionarios venezolanos. También está ayudando a Guaidó a elaborar un plan para mejorar la seguridad urbana en caso de que asuma el gobierno. En Washington, piensa reunirse con legisladores para pedirles más acciones contra Maduro.»

“Estoy administrando demasiada libertad, pero se siente muy bien ser libre. Es la condición natural del hombre”, puntualizó Simonovis.

Lea también: 

Simonovis confirma que está en Washington y se reunirá con congresistas estadounidenses

Con información de Joshua Goodman / AP

Foto: Archivo

POLÍTICA · 25 JUNIO, 2019

Iván Simonovis: un escape con la mirada puesta en EEUU

Texto por Mirian Nuñez

Las informaciones que asomaban la posibilidad de volver a la cárcel las recibió Iván Simonovis por los días del alzamiento del 30 de abril. Consciente de no querer «regresar» a  ese lugar, el excomisario milimetró su escape con la mirada puesta en Estado Unidos: el 16 de mayo descendió 25 metros por una pared de su casa, donde cumplía el arresto, con lo necesario en un bolso y en medio de la oscuridad partió a su escondite. Inició así lo que sería su propia operación a la libertad.

El exjefe de Seguridad Ciudadana de la alcaldía Mayor permaneció preso desde el 2004 por una condena que le dictaron por 30 años junto a otros cinco policías, que aún permanecen en prisión.

Pero él, ahora se encuentra en Estados Unidos, desde donde contó en una entrevista que concedió a Joshua Goodman, de la agencia AP, su odisea para deshacerse con una cizalla del monitor de tobillo que le habían colocado funcionarios del Sebin, y cómo cruzó el mar en medio de imprevistos, luego, de copiloto en un avión hasta EEUU.

Cinco semanas le llevó esta operación que ahora cuenta, no sin «reírse de su desventura», deja ver el periodista de AP.

Eludir a los funcionarios de seguridad de Nicolás Maduro llevó a Simonovis en este escape a tener que ir primero a una vivienda abandonada, luego a una embajada. Contó para ello con el apoyo de Leopoldo López, qué también se había escapado por los días del levantamiento y se resguardó en la residencia del embajador de España. López habría usado sus contactos políticos para conseguir el apoyo estadounidense y de otros dos países para este plan.

Sin identificación pero decidido

Simonovis carecía de identificación,  su único documento había vencido hace una década, por eso en el bolso que lo acompañó en su escape solo llevaba «una linterna, una navaja de bolsillo, una copia de su sentencia judicial y una biografía del astronauta Neil Armstrong».

Contó el excomisario a Goodman que al escapar del arresto domiciliario, bajó por un callejón oscuro, pero calculó mal y chocó duro contra una pared aunque recuperó el equilibrio y en 90 segundos estaba en uno de tres vehículos que lo llevarían a una casa abandonada.

Para lograr salir de su vivienda pasó la noche previa desatornillando una cerca de su casa y practicó su descenso en una escalera, atando nudos que no usaba desde la época en que estaba en entrenamiento en las fuerzas especiales. Reconoce que en esto, «cualquier minuto cuenta».

Su esposa Bony Pertiñez  ignoraba el plan, sólo la llamó una vez libre. Ella visitaba por esos días a sus hijos en Alemania, lo que, según dice pudo motivar las conjeturas de que él se encontraba con ella.

Durante su escondite vio la película «Argo» -que trata también de un escape- y pidió a su esposa activar las redes sociales para despistar a los agentes policiales sobre su presunta salida del país. Juan Guaidó, también contribuyó a la intriga para apoyar el escape- reconoce.

Abordo de un toyota destartalado, y en medio de otros dos carros (por si tenía que salir corriendo), Simonovis cruzó varios puntos de control de la Guardia Nacional Bolivariana, hasta llegar a una zona aislada, en la costa venezolana, desde donde zarparía en lancha.

Esta parte fue descrito como «un suplicio de 14 horas» pues el motor de la lancha de pesca falló, se ahogó con agua y sedimentos. “Tú no piensas que en Venezuela puede fallar un motor por la gasolina… Es la ley de Murphy. Lo que tú menos piensas que va pasar, es lo que pasa”, dijo Simonovis a la AP, refiéndose al hecho.

En un avión fletado partió el excomisario el día siguiente, sin imaginarse, que rumbo al espacio aéreo estadounidense, el piloto de la aeronave le entregaría los controles, que le harían recordar también su condición de piloto.

“Aterricé mi libertad… Venía en el avión y el capitán se enteró que yo era piloto y me dijo si quería volar con él y me cedieron el puesto de copiloto. Y en este caso no sólo estaba teniendo la libertad, sino que estaba teniendo el control de mi destino”,  indicó según reseña AP.

Libre tras 15 años preso

Simonovis reconoce que su detención se debió a «acusaciones falsas» durante una manifestación oficialista en defensa de el fallecido Hugo Chávez, donde murieron 19 personas en un tiroteo, en el centro de Caracas. Desde entonces fue encarcelado, y ahora está libre tras 15 años de prisión.

Su orden de arresto fue firmada por el juez Maikel Moreno, quien como abogado había defendido a uno de los pistoleros de puente Llaguno.  En 2014 se le otorgó arresto domiciliario para que pudiera obtener tratamiento médico para 19 patologías, algunas agravadas por permanecer en una cárcel en la que sólo se le permitían 10 minutos diarios al aire libre.

“Lo único que sabía es que no iba a regresar a la cárcel. Así que tome la decisión que tenía que salir de mi casa, y tenía que salir del país”, relató el excomisario.

Según lo comentado al periodista Joshua Goodman,  Simonovis, quiere ahora «utilizar su conocimiento de las fuerzas policiales para ayudar a las autoridades estadounidenses que investigan la corrupción, el narcotráfico y los supuestos vínculos terroristas de funcionarios venezolanos. También está ayudando a Guaidó a elaborar un plan para mejorar la seguridad urbana en caso de que asuma el gobierno. En Washington, piensa reunirse con legisladores para pedirles más acciones contra Maduro.»

“Estoy administrando demasiada libertad, pero se siente muy bien ser libre. Es la condición natural del hombre”, puntualizó Simonovis.

Lea también: 

Simonovis confirma que está en Washington y se reunirá con congresistas estadounidenses

Con información de Joshua Goodman / AP

Foto: Archivo

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