Dirigentes que se negaron a participar en las elecciones parlamentarias por considerarlas un fraude hoy proponen a la oposición medirse en los comicios regionales. Es el caso del adeco Henry Ramos Allup, quien convoca a la oposición a evaluar con cabeza fría la conveniencia de la estrategia electoral.
El experimentado político responde, a quienes recuerdan su postura abstencionista, que los procesos sociopolíticos no son lineales y, por lo tanto, la disidencia puede ir o no a elecciones si se dan las condiciones requeridas.
Estas son: elección de un nuevo Consejo Nacional Electoral, la devolución de las tarjetas electorales a los partidos, la habilitación de dirigentes políticos, la liberación de presos políticos y el regreso de los exiliados.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojó a Ramos Allup de la tarjeta de Acción Democrática. La devolución de esta es una de las exigencias del exdiputado.
Henrique Capriles de Primero Justicia fue uno de los primeros actores en plantear un viraje. El excandidato presidencial intentó participar en el proceso electoral del 6 de diciembre e incluso llegó a postular a través de la tarjeta La Fuerza del Cambio “para reservar los espacios” a los candidatos que serían definitivos” si el chavismo hacía concesiones.
La estrategia no prosperó por falta de tiempo y voluntad política. La negativa del gobierno de Nicolás Maduro de aplazar la elección del Poder Legislativo impidió garantizar observación internacional imparcial, entre otras condiciones.
Desde las filas opositoras Capriles tampoco contó con respaldo pues se oponía a la línea de Voluntad Popular, representada en Juan Guaidó, que convenía en no “prestarse a un fraude electoral”. Actualmente, hay dirigentes que acusan a Capriles de “conspirar contra la posibilidad de desplazar a Maduro del poder”.
El alcalde Gustavo Duque siempre ha mantenido una postura provoto. La decisión de postularse en las elecciones municipales de 2017 le costó su salida del partido en el que militaba, Primero Justicia.
En las parlamentarias manifestó su intención de respaldar a liderazgos vecinales para tener una representación de Miranda en la Asamblea Nacional. Pero terminó asumiendo un bajo perfil por las presiones políticas.
Abstencionismo “es un error”
Duque considera “un error” la estrategia abstencionista y convoca a la oposición a retomar la unidad colectiva, sincera y plural y la lucha por verdaderas garantías electorales.
En su propuesta destaca la conformación de un nuevo movimiento político que tendría una tarjeta electoral propia. En un artículo de opinión que publicó en un medio nacional, el alcalde adelanta lo que pudiera ser el nombre del partido: Fuerza Vecinal.
El dirigente de la Causa Radical, Américo De Grazia, fue uno de las más fervientes opositores de las legislativas del 6 de diciembre que calificaba de fraude. Sin embargo, su posición cambió de cara a las regionales.
El opositor plantea postular presos políticos a las 23 gobernaciones del país y hacerlo con una tarjeta unitaria “que deje los partidos robados al régimen”. La tercera condición que exige es que dicho proceso sea vigilado con garantías de instancias internacionales.