Acuerdo humanitario “es una tregua”, afirman politólogos
Credit: Iván Ernesto Reyes

Chavismo disidente pide acuerdos. Mucho antes de la llegada de la pandemia del coronavirus al país ya se señalaba la necesidad de un acuerdo político para poner fin a la crisis. También se ha visto cómo las iniciativas de diálogo con mediación internacional (el último con el mecanismo de Noruega) fracasaron.

Con la confirmación de los primeros casos de COVID-19 en territorio nacional (la cuenta comenzó con dos desde el 13 marzo y ya va por 298), y la preocupación por sus consecuencias que ya se aprecian con la cuarentena, distintas voces vuelven a abogar por un acuerdo.

Una negociación que contribuya al menos con el combate a la enfermedad (ayuda humanitaria y financiamiento internacional) y mitigar los efectos sobre la economía.

Se habla de conversaciones entre sectores del chavismo y la oposición que el presidente de la Asamblea Nacional,  Juan Guaidó, niega. Mientras el constituyente Francisco Torrealba dice que sí ha habido conversaciones con los adversarios. Acusa a grupos radicales del G4 (partidos Voluntad Popular, Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo)  de impedir consensos, al menos en lo que se refiere al COVID-19.

“El diálogo no puede fallecer”

El representante del Movimiento de Renovación Nacional (chavismo disidente), Carlos Hurtado, dijo a Efecto Cocuyo que la actuación de la gestión de Maduro en la contención del COVID-19 en el país “es adecuada”,  pero no es suficiente para mejorar las condiciones de la población venezolana.

De allí que también se manifiesta porque se logre un acuerdo nacional. Recalcó que no se puede permitir que el pueblo venezolano, que está en el medio de la crisis, siga padeciendo. Hurtado también fue coordinador general de Clase Media Socialista, movimiento que respaldó el proyecto político de Chávez desde sus inicios pero se apartó de la gestión de Maduro.

“El diálogo no puede fallecer, no puede ninguno negarse. Se nos vino el coronavirus, se agravan problemas como el de la gasolina, el bajón en los precios del petróleo, esto amerita que ambos grupos políticos entiendan que ahora más que nunca deben ponerse de acuerdo porque se corre el riesgo de un estallido social indetenible”, sostuvo uno de los voceros del chavismo disidente.

Pidió ponerle atención a las protestas que se están dando en medio de la cuarentena. Esto con miras a buscar respuestas y soluciones antes de que la situación  se salga de control.

A uicio de Hurtado, se debe dejar entrar ayuda humanitaria venga de donde venga. También que ingresen tanqueros con combustible para abastecer el mercado interno y sincerar el precio de la gasolina.

Este miércoles se registraron protestas y saqueos en Cumanacoa, estado Sucre. Los manifestantes alegaron falta de distribución de las cajas con alimentos del programa oficial Clap.

“Una vez se alivie la situación interna en lo social y económico se pueden establecer los puntos políticos y allí entra la negociación en ese sentido. No tengo mucha esperanza porque las posiciones no han cambiado”, agregó.

Panorama difícil

El exministro de Energía Eléctrica de Chávez, Héctor Navarro, reiteró a Efecto Cocuyo que es indispensable en el corto plazo, dada la emergencia sanitaria, un acuerdo político amplio, tanto para atender la pandemia como para reconstruir al país una vez sea superada.

“No de cúpulas partidistas sino de factores de la vida de todos los días: sindicatos, organizaciones de base, académicos, ONG, productores reales. Pero debo decir que veo lejano tal acuerdo porque, insisto, por detrás, hay grandes intereses internos y externos, poderosos, que prefieren una Venezuela desmembrada”, apuntó.

Navarro tampoco comparte injerencia externa, ni de Estados Unidos ni de Rusia. Y que EEUU por ejemplo debe enfocarse en atender la difícil situación que padece con el virus en lugar de estar pensando en más sanciones y bloqueos. Pero aclara que el comportamiento de Maduro tampoco ha sido el mejor.

Maduro es un neoliberal, ha destruido al Estado y sus instituciones y ahora, en la práctica, hasta el servicio de agua está privatizado y la gente tiene que acudir, el que puede, a las clínicas privadas porque el sistema de salud pública de Venezuela está desmantelado”, reprochó.

Con esa apreciación coincide el también exministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas. Acusa a la administración de Maduro de destruir el poder adquisitivo de los venezolanos y de la consecuente poca capacidad para satisfacer las necesidades básicas, principalmente, alimentación. Aseguró que la población sabe que este gobierno es el responsable de la crisis.

“El cuadro económico está llevando hoy a que la oferta de alimentos sea cada vez menor, al igual que la capacidad de compra del asalariado. Eso se traduce en hambre, desnutrición y pobreza“, dijo en una entrevista televisiva.

Cree en una salida democrática y pacífica. “No paredones ni que los fusiles estén hablando“, acotó.

Gobierno de emergencia nacional

Otra de las voces es la del exalcalde metropolitano Juan Barreto, quien propone “una ruta democrática, soberana, constitucional y de paz”. Esto, basado en un acuerdo nacional que aparte de la pandemia, combata el intervencionismo de otros países.

“Está claro que Maduro ha llevado ha llevado a cabo un mal gobierno, luce agotado y sin propuesta de porvenir”, expresó.

El político, quien siempre apoyó a Hugo Chávez, difiere de Maduro pero no comulga con la oposición. Destaca que ese acuerdo pasa por varias acciones necesarias. La primera, que el Tribunal Supremo de Justicia deje sin efecto el desacato que mantiene sobre la Asamblea Nacional desde 2016 y que invalida todas sus actuaciones, como la aprobación de leyes.

También pide a la oposición, encabezada por Guaidó en el parlamento, incorporarse a la AN en el Palacio Legislativo y rechazar injerencias extranjeras, vengan de donde vengan. Así mismo, plantea la liberación de los presos políticos sin delitos comprobados.

Comparte el planteamiento de un gobierno de emergencia nacional pero convocado por Maduro, que se nombre un vicepresidente “de consenso”, un nuevo gabinete ministerial y un gobierno amplio. En este último, reiteró, se  debe incluir  a miembros de la Fuerza Armada Nacional.

Estas figuras del chavismo disidente tienen consenso en la necesidad de acuerdos para sacar al país de la crisis.

Piedras de tranca

Además, Hurtado confirmó el anunció hecho por Torrealba, que los encuentros entre los bandos políticos al menos en términos informales nunca han cesado.

Reveló que incluso se han propuesto, sin que ello prospere, nombres ante Rusia y Estados Unidos, para integrar un gobierno de transición de dos años de duración, ligados al chavismo, pero con una visión clara para dirigir el país.

Alertó que hay varias piedras que trancan el camino y que impiden que llegue la salida negociada a la crisis que tanto presiona Estados Unidos. Una de ellas es la exigencia a Maduro para que renuncie.

Otra, el temor de factores del chavismo a desaparecer, a ser perseguidos, si hay un cambio de gobierno. Un tercer obstáculo es la negativa de EEUU a por lo menos flexibilizar sanciones, lo que hace que el madurismo se radicalice.

“Mientras se persista en puntos tan inflexibles como el cese de la usurpación, como lo llama la oposición, no se avanzará porque eso no está planteado por el lado del chavismo o madurismo y eso se le ha reiterado al grupo de Guaidó”, advirtió uno de los representantes del llamado chavismo disidente.

Hurtado revela que para el madurismo no es negociable por ejemplo, que se adelanten elecciones presidenciales. Prefieren que todas las salidas posibles se propongan respetando tiempos constitucionales, por ejemplo, un referendo revocatorio a la mitad del actual período.

“Si sale Maduro quedaría un vicepresidente para terminarlo y estarían abiertos a unas elecciones en un año, pero ese punto no es aceptado por el grupo de Guaidó. En lo personal considero difícil un acuerdo en estos momentos porque, repito, las posiciones no han cambiado”, indicó.