El presidente de la Asamblea Nacional (2020) con mayoría del chavismo, Jorge Rodríguez se puso de pie para someter a votación la aprobación en segunda discusión de la Ley Derogatoria de la Orden Francisco Fajardo, que se entregaba por la antigua gobernación del Distrito Federal a las personalidades destacadas en campos como la ciencia y la cultura.
«Aprobado este acto de dignidad que deroga una orden que celebraba las acciones de un genocida», expresó Rodríguez al declararse sancionado el texto legal.
Para la historia, Fajardo fue un conquistador mestizo, colonizador de la zona norcentral de Venezuela a partir de 1555; para el chavismo en la AN de 2020, un «asesino» de indígenas, cuya memoria no merece ser honrada.
El diputado (Psuv) Pedro Carreño anunció que se abrirá un concurso para crear otra condecoración que sustituirá a la Orden Francisco Fajardo, cuyo posible nombre no mencionó y una lista de eventuales premiados. Dijo que será destinada a reconocer los aportes de venezolanos al desarrollo y progreso del país.
El parlamentario afirmó que la vigencia del reconocimiento no tenía sentido porque era entregado por una institución que fue eliminada en la Constitución de 1999.
La ley derogatoria fue aprobada por la AN de 2020 en primera discusión el pasado 16 de junio. Al presentar la iniciativa legal en la cámara, la diputada (Psuv) Nicia Maldonado expresó que había que ir «desactivando progresivamente los hitos que de alguna manera borraron del imaginario colectivo, las luchas y el heroísmo de nuestros caciques, Guaicaipuro, Tiuna, el cacique Chacao y tantos otros caciques».
La propuesta fue respaldada por Rodríguez, quien advirtió que llamar a una orden o a una autopista, Francisco Fajardo es como si en Alemania se permitiera ponerle a una avenida Adolf Hitler.
Cambio de los símbolos de Caracas rompe con el pasado y reduce la historia, alertan Inés Quintero y Rafael Arráiz Lucca
No es el único acto del chavismo contra el personaje histórico, en 2020, a raíz de una propuesta de la para entonces alcaldesa de Caracas, Erika Farías, el gobernante Nicolás Maduro ordenó cambiarle el nombre a la autopista caraqueña Francisco Fajardo, por el de cacique Guaicaipuro.
«Es una ofensa que una autopista lleve el nombre de un genocida. Francisco Fajardo fue un genocida (…) algún día el rey de España tendrá que pedir perdón por todo el genocidio contra América, 80 millones de indígenas fueron asesinados durante la invasión española a América», fustigó el gobernante.
Historiadores y activistas sociales han señalado al chavismo de pretender borrar la memoria histórica de Caracas. Se duda además de la reivindicación de la población indígena, cuyos derechos consagrados en la Constitución, no son respetados, especialmente en zonas como el Arco Minero, donde ONG han denunciado que son sometidos a la esclavitud.
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«Aprobado este acto de dignidad que deroga una orden que celebraba las acciones de un genocida», expresó Rodríguez al declararse sancionado el texto legal.
Para la historia, Fajardo fue un conquistador mestizo, colonizador de la zona norcentral de Venezuela a partir de 1555; para el chavismo en la AN de 2020, un «asesino» de indígenas, cuya memoria no merece ser honrada.
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El parlamentario afirmó que la vigencia del reconocimiento no tenía sentido porque era entregado por una institución que fue eliminada en la Constitución de 1999.
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La propuesta fue respaldada por Rodríguez, quien advirtió que llamar a una orden o a una autopista, Francisco Fajardo es como si en Alemania se permitiera ponerle a una avenida Adolf Hitler.
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«Es una ofensa que una autopista lleve el nombre de un genocida. Francisco Fajardo fue un genocida (…) algún día el rey de España tendrá que pedir perdón por todo el genocidio contra América, 80 millones de indígenas fueron asesinados durante la invasión española a América», fustigó el gobernante.
Historiadores y activistas sociales han señalado al chavismo de pretender borrar la memoria histórica de Caracas. Se duda además de la reivindicación de la población indígena, cuyos derechos consagrados en la Constitución, no son respetados, especialmente en zonas como el Arco Minero, donde ONG han denunciado que son sometidos a la esclavitud.