El excandidato presidencial, Henrique Capriles Radonski confirma que el último día de la prórroga (4 de septiembre) otorgada por el Poder Electoral, la Fuerza del Cambio postuló nombres para los 277 cargos a elegir en la Asamblea Nacional.
Pero advierte que no son los nombres definitivos, por cuanto esperan el cumplimiento de ciertas condiciones, a partir de las negociaciones que mantiene con el gobierno de Nicolás Maduro.
“Se llenaron los espacios por un tema de cronogramas. No son definitivos (…) No hay nada truculento u oscuro. Lo que hemos hecho es evitar quedarnos por fuera. Pero no son los candidatos, porque no vamos a presentar candidatos hasta que no tengamos condiciones”, asegura Capriles en una entrevista con el diario El País de España.
Recuerda que La Fuerza del Cambio es una tarjeta que se creó para acreditar testigos presenciales en las elecciones presidenciales en las que compitió contra Hugo Chávez en 2012 y que se reactivó por los alcaldes para competir en las elecciones de concejales en 2018.
En el lapso de sustitución de postulaciones, partidos de la Mesa de Diálogo Nacional pujan por llegar a acuerdos con Capriles y alcaldes de oposición para presentar candidaturas unitarias.
El camino a una elección presidencial
El exgobernador de Miranda asegura que su interés en los comicios parlamentarios no se reducen a cuántos curules puede ganar la oposición y que trasciende al hecho de enfrentar al régimen madurista y no facilitarle las cosas. Apuesta a que si la oposición decidiera participar en el evento electoral Maduro pospone la fecha.
“Si hay condiciones, esta elección puede abrir nuevos espacios de acuerdos que permitan llegar a una elección presidencial. Si hacemos las cosas mal, Venezuela puede pasar de un autoritarismo a un totalitarismo, ocuparían todos los espacios de poder”, alerta.
Para Capriles, una conquista muy importante sería que la Unión Europea aceptara la observación electoral para el proceso del 6 de diciembre. Enfatiza que Europa tiene una oportunidad histórica para ayudar a que este país recupere la democracia.
“¿Quién tiene en este momento una oportunidad estelar, protagónica? Europa. Por primera vez en 14 años se ha invitado a la Unión Europea a ser observadora electoral. Eso puede abrir un espacio de negociación para que esta elección no termine siendo un cálculo de nadie, sostiene.
Alerta que si Europa declina la observación electoral, queda muy comprometido el proceso en Venezuela
¿Negociar para qué?
De nuevo admite que está en conversaciones con la administración de Maduro, pero no para que gane tiempo en el poder sino para que vuelva la democracia a Venezuela. Reitera que faltan presos políticos por liberar y que está dispuesto a reunirse con quien sea nacional e internacionalmente para buscar una salida a la crisis del país.
“Si yo tengo que hablar con chinos, rusos, turcos o con los cubanos que a mí nunca me han querido, con cualquier persona que piense distinto a mí, incluso regímenes autoritarios, para parar la tragedia que vive Venezuela, yo lo voy a hacer. Ese es el trabajo de un político”, subraya.
Se abstiene de mencionar nombres y revelar estrategias. Recuerda que todos los procesos de negociación exitosos en el mundo “fueron subterráneos”.
Con relación a sus diferencias con el presidente interino, Capriles aclara que “la pelea” es contra Maduro no contra Juan Guaidó, pero que desde hace tiempo viene señalando errores en la estrategia que debieron corregirse y no fue escuchado.
“Esto no es Capriles contra Maduro ni es la reedición de las presidenciales de 2013. Es Venezuela contra Maduro. Lo que pasa es que hay mucho miedo y yo pongo la cara, asumo la responsabilidad, es lo que hacemos los líderes. No se trata de que Capriles tenga un cálculo político. Me atreví a decir lo que todo el mundo piensa”, añade.
Al ser consultado en qué momento dejó de creer en la estrategia de Guaidó para lograr el cambio político, el también exalcalde de Baruta citó el 30 de abril de 2019, fecha de la fallida insurrección militar dirigida desde la base aérea de La Carlota. Luego menciona la llamada operación Gedeón, de mayo de este año, pese a que Guaidó negó haber autorizado el procedimiento armado.
“Si Maduro sigue teniendo el control interno, no podemos seguir con la misma estrategia. La política se mueve, el mundo se mueve, ahí está el olfato del líder para revisar las estrategias”, expresa. Agrega que la unidad no se trata de una simple foto entre líderes políticos.