Todo lucía muy calmado. Las plazas Diego Ibarra y Caracas, en el municipio Libertador, nuevamente fueron puntos de concentración para los seguidores oficialistas, quienes acudieron al lugar para manifestar su apoyo al presidente Nicolás Maduro. La “normalidad” se tornó en un ambiente de tensión cuando, sin previo aviso, las dirigentes de Voluntad Popular Lilian Tintori y Patricia de Ceballos hicieron acto de presencia en la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que custodiaban el lugar, incluyendo a algunos que estaban sentados hablando entre ellos, detuvieron su conversación y corrieron bruscamente hacia la entrada principal del edificio del Poder Electoral.

Hay una gente opositora que intenta entrar“, comentó un funcionario de la GNB al ser consultado por Efecto Cocuyo sobre lo que ocurría. Una vez en el sitio, algunos periodistas eran golpeados y empujados por los oficiales de seguridad, e incluso varios caían contra el suelo.

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“¡Sáquenlos de aquí, no joda! Esta gente no debe estar aquí”, ordenó el coronel Lugo (conocido por haber arrebatado un cartel a un joven manifestante hace meses en el CNE) a los demás uniformados de la GNB. Continuaron los empujones y los manifestantes, junto a los miembros de la prensa, fueron obligados a desalojar las instalaciones del CNE hasta llegar a las adyacencias del Terminal Río Tuy.

Se formaron tres hileras de cordones de miembros de la PNB y GNB: la primera, conformada por sólo mujeres; una segunda con oficiales sosteniendo escudos; y la última formada por uniformados con armas largas.

Me pidieron que nos retiráramos porque, de no hacerlo, sería peor“, contó Tintori mientras era acordonada por los cuerpos de seguridad del Estado. “Venimos aquí a ejercer nuestro derecho constitucional de protesta”, explicó, por su parte, la alcaldesa de San Cristóbal, quien precisó que se encontraban en el lugar para exigir respeto a la realización del referendo revocatorio contra el mandatario Maduro.

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Grupos oficialistas comenzaron a congregarse en el lugar. “Fuera los golpistas” y “asesinos, fascistas” gritaban los “rojos rojitos” a los opositores que solicitaban a las autoridades el paso hacia el ente electoral.

Un piquete de la PNB era lo que dividía a las dirigentes políticos de los seguidores chavistas que reclamaban por la presencia opositora en el sitio.

Tras 15 minutos de diálogo, Tintori y Ceballos fueron habilitadas para continuar su camino a sede del CNE. Detrás de ellas, los periodistas intentaron seguir el trayecto, pero el coronel Lugo lo impidió. “¿Para dónde van? Ustedes se quedan aquí“, expresó el militar mientras la GNB arremetía con más golpes contra los reporteros.

Posteriormente, las esposas de los políticos presos, Leopoldo López y Daniel Ceballos, fueron obligadas a desalojar las instalaciones electorales.

Llegamos a la sede nacional del CNE en PAZ, esposas de presos políticos, a exigir RR2016, nos sacaron a la fuerza pic.twitter.com/RqNKfNzpmF

— Patricia Ceballos (@PatrideCeballos) 7 de septiembre de 2016

Convocatoria floja

El llamado de los voceros oficialistas a concentrarse en las plazas Diego Ibarra y Caracas pareció no ser muy efectivo. Nuevamente, la concurrencia de los seguidores “rojos rojitos” no fue suficiente para llenar el lugar.

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Mientras un grupo bailaba canciones “revolucionarias” que colocaban desde la tarima, otros hacían cola para renovar su cédula de identidad frente a los puestos de atención dispuestos por el Ministerio de Interior, Justicia y Paz.

La semana anterior, el 1 de septiembre, en lo que denominaron como un “contraataque” ante la #TomaDeCaracas convocada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el chavismo se movilizó a la avenida Bolívar, pero no pudieron cubrirla por completo, como en otras oportunidades.

De igual modo, en las últimas movilizaciones convocadas por el oficialismo la historia ha sido la misma: baja participación. El pasado 12 de agosto, llamaron a marchar hacia la plaza Diego Ibarra, pero no pudieron llenarla por completo. Quince días antes, el 27 de julio, también convocaron a concentrarse en el mismo lugar, pero la historia resultó ser la misma: la plaza les “quedó grande“.

Foto principal: EFE

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