El empresario colombiano Álex Saab, extraditado el sábado 16 de octubre a EEUU, donde será juzgado por un caso de lavado de dinero, aseguró, a través de una carta, que no tiene «nada que colaborar» con Washington y que no cometió ningún delito, según el escrito leído este domingo por su esposa, Camila Fabri.
«No tengo nada que colaborar con Estados Unidos, no he cometido ningún delito ni en Estados Unidos ni en ningún país y no pienso mentir para favorecer a Estados Unidos en contra del que atraviesa un bloqueo inhumano (Venezuela)», dice la carta leída por Fabri, quien explicó que su esposo la escribió antes de ser extraditado. El texto fue difundido durante una protesta en la plaza Bolívar de Caracas para pedir la liberación de Saab.
El empresario responsabiliza a Washington y a la oposición venezolana liderada por Juan Guaidó de su vida y su integridad física.
«Enfrentaré el juicio con total dignidad y haciendo valer mi inmunidad diplomática como servidor de la República Bolivariana de Venezuela», señala el escrito, que agrega que no es un «suicida», dejando constancia de que si le ocurre algo, será un asesinato.
Saab dijo, además, que le fueron violados todos sus derechos, que fue «secuestrado físicamente y psicológicamente» por el Gobierno de Estados y Cabo Verde con la «anuencia» del primer ministro del país insular, Ulisses Correia e Silva, el jefe de seguridad Carlos Reyes, el ministro de Gobierno, Pablo Rocha, y el director de la prisión, cuyo nombre no facilitó.
También culpó de su «secuestro» a Guaidó y a Iván Somonovis, uno de los colaboradores del opositor.
Por su parte, Fabri denunció que no le dejaron ver a su esposo durante su arresto en Cabo Verde y que la única que pudo hacerlo fue la hermana de él.
Añadió que «hace unos días viajó a Cuba y (los funcionarios de) la Embajada de Cabo Verde» en ese país le dijeron que era «persona no grata».
«Lo que más le molesta a Estados Unidos es que mi esposo jamás se doblegará y nosotros somos y siempre hemos sido una familia muy, muy unida, y como él está secuestrado nosotros también (…) él tiene la fortaleza de la verdad y la inocencia», apuntó.
El empresario colombiano fue extraditado el sábado, después de más de un año detenido en Cabo Verde a solicitud de autoridades estadounidenses por supuesto lavado de dinero.
Saab está acusado de siete cargos de lavado y uno más de conspiración para blanquear y, además, desde mayo de 2019, está sancionado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EEUU.
Tras la detención, en junio del año pasado, Venezuela aseguró que el empresario es un ciudadano venezolano y un «agente» del Gobierno que se hallaba «en tránsito» en Cabo Verde, por lo que sus abogados sostuvieron que «tenía derecho a la inviolabilidad personal como enviado especial de Venezuela».
El Gobierno venezolano ha considerado la extradición de Saab como un «secuestro» e interrumpió el diálogo político con la oposición que comenzó en agosto en México.
EFE
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El empresario colombiano Álex Saab, extraditado el sábado 16 de octubre a EEUU, donde será juzgado por un caso de lavado de dinero, aseguró, a través de una carta, que no tiene «nada que colaborar» con Washington y que no cometió ningún delito, según el escrito leído este domingo por su esposa, Camila Fabri.
«No tengo nada que colaborar con Estados Unidos, no he cometido ningún delito ni en Estados Unidos ni en ningún país y no pienso mentir para favorecer a Estados Unidos en contra del que atraviesa un bloqueo inhumano (Venezuela)», dice la carta leída por Fabri, quien explicó que su esposo la escribió antes de ser extraditado. El texto fue difundido durante una protesta en la plaza Bolívar de Caracas para pedir la liberación de Saab.
El empresario responsabiliza a Washington y a la oposición venezolana liderada por Juan Guaidó de su vida y su integridad física.
«Enfrentaré el juicio con total dignidad y haciendo valer mi inmunidad diplomática como servidor de la República Bolivariana de Venezuela», señala el escrito, que agrega que no es un «suicida», dejando constancia de que si le ocurre algo, será un asesinato.
Saab dijo, además, que le fueron violados todos sus derechos, que fue «secuestrado físicamente y psicológicamente» por el Gobierno de Estados y Cabo Verde con la «anuencia» del primer ministro del país insular, Ulisses Correia e Silva, el jefe de seguridad Carlos Reyes, el ministro de Gobierno, Pablo Rocha, y el director de la prisión, cuyo nombre no facilitó.
También culpó de su «secuestro» a Guaidó y a Iván Somonovis, uno de los colaboradores del opositor.
Por su parte, Fabri denunció que no le dejaron ver a su esposo durante su arresto en Cabo Verde y que la única que pudo hacerlo fue la hermana de él.
Añadió que «hace unos días viajó a Cuba y (los funcionarios de) la Embajada de Cabo Verde» en ese país le dijeron que era «persona no grata».
«Lo que más le molesta a Estados Unidos es que mi esposo jamás se doblegará y nosotros somos y siempre hemos sido una familia muy, muy unida, y como él está secuestrado nosotros también (…) él tiene la fortaleza de la verdad y la inocencia», apuntó.
El empresario colombiano fue extraditado el sábado, después de más de un año detenido en Cabo Verde a solicitud de autoridades estadounidenses por supuesto lavado de dinero.
Saab está acusado de siete cargos de lavado y uno más de conspiración para blanquear y, además, desde mayo de 2019, está sancionado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EEUU.
Tras la detención, en junio del año pasado, Venezuela aseguró que el empresario es un ciudadano venezolano y un «agente» del Gobierno que se hallaba «en tránsito» en Cabo Verde, por lo que sus abogados sostuvieron que «tenía derecho a la inviolabilidad personal como enviado especial de Venezuela».
El Gobierno venezolano ha considerado la extradición de Saab como un «secuestro» e interrumpió el diálogo político con la oposición que comenzó en agosto en México.
EFE