A menudo se dice que mirar a través de un telescopio es como mirar al pasado, debido a los millones de años que necesita la luz de los objetos distantes para llegar a la Tierra. Ahora los científicos han construido un telescopio con el que pueden ver lo suficientemente atrás en el tiempo, como para observar el nacimiento de las primeras estrellas.  Se captará el momento en que el universo se bañó por primera vez de luz, este amanecer cósmico es una búsqueda importante en astronomía. Todos los elementos químicos que nos componen se crean en las estrellas, por lo que, en cierto sentido, el amanecer cósmico marca nuestro propio nacimiento.

Se cree que el universo comenzó con el Big Bang hace 13.800 millones de años, pero durante los primeros cientos de millones de años fue una extensión oscura. Gradualmente, las nubes de gas hidrógeno comenzaron a agruparse bajo la gravedad y calentarse, hasta que finalmente alcanzaron temperaturas equivalentes al centro del Sol, donde ocurría la fusión nuclear. ¡Así nacieron las primeras estrellas!

Ser testigo directo de este evento podría ser posible debido al lanzamiento del telescopio espacial James Webb, programado para octubre. El telescopio ayudará a los científicos a mirar hacia atrás en el tiempo cósmico, observar galaxias que están a más de 13 mil millones de años luz de distancia y estudiar mundos alienígenas.

Desde el descubrimiento del primer exoplaneta confirmado en 1992, los astrónomos han observado más de 4.000 planetas orbitando alrededor de estrellas distantes. El incremento en el número de exoplanetas se debe en gran parte a la misión Kepler y las misiones del Satélite de reconocimiento de exoplanetas en tránsito (TESS). Kepler miró fijamente una región estrecha del espacio alrededor de las constelaciones del Cisne y Lira, mientras TESS examina 200.000 de las estrellas más brillantes del cielo. Pronto, el telescopio Webb estudiará la atmósfera de los exoplanetas con mayor detalle y probará si contienen o no los ingredientes necesarios para la vida. Tendrá una resolución lo suficientemente alta como para presenciar el paso de los planetas frente a su estrella de origen y extraer propiedades atmosféricas cuando transiten.

A medida que se preparan para el lanzamiento, con su largo y complicado camino hacia el espacio, vale mencionar algunos aspectos de interés.

¿Cómo llegará al espacio el telescopio James Webb? El telescopio está programado para despegar el 31 de octubre de 2021 desde Kurou, Guayana Francesa, en el cohete Ariane 5. La Agencia Espacial Europea está proporcionando el cohete y los servicios de lanzamiento. El cohete transportará al telescopio por unos diez mil kilómetros y a partir de allí continuará por su cuenta, durante 29 días, hacia una órbita solitaria y hermosa en el espacio, llamado Punto de Lagrange, un punto gravitacionalmente estable dentro del sistema solar a 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta, donde la atracción gravitacional de la Tierra se equilibra con la del Sol.

En su camino, el telescopio desplegará lentamente cinco láminas plateadas en capas, del tamaño de una cancha de tenis. Estas hojas, cada una más delgada que el papel de un cuaderno, funcionarán como una sombrilla gigantesca, protegiendo al telescopio de la luz y el calor. De esta forma, se mantendrá casi tan oscuro y frío como el espacio exterior. Entonces se abrirán dieciocho hexágonos de espejo de berilio recubierto con oro, como una enorme flor nocturna. Los espejos formarán una superficie reflectante tan alta y ancha como una casa, captando las señales que han estado viajando durante más de trece mil millones de años.

¿Qué hará el telescopio espacial? Este será el telescopio más grande y complejo jamás construido. Al mirar con luz infrarroja, el telescopio podrá observar el cosmos con mayor detalle, alterando fundamentalmente nuestra comprensión del universo, mientras se ve la luz de las primeras galaxias que se formaron en el universo temprano. Se considera que las estrellas primitivas fueron gigantes hechas de hidrógeno y helio, cuyas cortas vidas terminaron formando las supernovas que crearon los elementos más pesados que detectamos hoy en las estrellas más jóvenes. Para ver este período en la historia cósmica, se necesitan instrumentos infrarrojos sensibles que detecten los débiles rastros de luz que han viajado a través del espacio y el tiempo hasta llegar a nosotros.

¿Cómo detectará el telescopio la vida en los planetas distantes? Mientras el informe OVNI publicado por el gobierno de EE. UU. no confirmó, ni negó la existencia de seres inteligentes extraterrestres, el telescopio más grande y poderoso jamás construido podría ser la clave para encontrarlos, desempeñando un papel fundamental en la investigación astrobiológica.

Durante mucho tiempo se pensó que buscar señales de oxígeno (o su primo químico, el ozono) era una buena forma de encontrar vida. Pero esto se basa en la suposición de que la vida extraterrestre se rige por las mismas reglas biológicas que la nuestra. Puede que no. El telescopio Webb es tan sensible a la luz que podría detectar el llamado “desequilibrio químico atmosférico”. Esta es una idea con una larga tradición, promovida por los célebres científicos James Lovelock y Carl Sagan. Se basa en que los seres vivos generan cambios en la atmósfera de los planetas. Por lo tanto, evaluar el desequilibrio químico atmosférico, buscando otros gases y averiguar qué tan lejos de lo “normal” se encuentra la atmósfera de un planeta, podría ser clave para encontrar vida extraterrestre de cualquier tipo. Por ejemplo, los seres vivos de la Tierra mantienen a la atmósfera alejada del equilibrio al expulsar sus gases residuales.

Desde que Galileo observó los cielos por primera vez a través de su telescopio, pasando por las hermosas imágenes que el telescopio Hubble le regaló a la humanidad, hasta llegar al James Webb, se ha recorrido un largo trecho por conocer el vecindario cósmico y el origen del universo. Con cada nuevo telescopio, se puede mirar cada vez más lejos en el pasado.

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: Nuevos fósiles que cambian la historia de los mamíferos

</div>