Sexual education abstract concept vector illustration. Sexual health teaching, sex education lesson at school, human sexuality, emotional relations and responsibilities abstract metaphor.

La cantidad de niñas -y niños- que han sido abusadas sexualmente, violadas e inclusive, asesinadas por su violador, nos obliga como familia, como sociedad, a actuar al respecto.

No se trata de pedir la muerte del violador, de actuar con venganza, rogar porque lo violen a él. Eso es más barbarie. Aspiremos a que el violador sea encarcelado, juzgado y sentenciado de acuerdo a su delito. Eso, por un lado. Por el otro, lo que hay que hacer es tratar de que no suceda. Prevenir el abuso sexual con educación.

Es urgente capacitar a niñas y niños, tan temprano como se pueda, para que se protejan sexualmente. La educación sexual es imperante para toda la sociedad.

Entre lo puro y el porno

Durante siglos, la educación sexual ha estado a cargo de las religiones a través de sus agentes: las iglesias, las escuelas y las familias. Estando en manos de las religiones, la visión de lo sexual que ha predominado es mala. Fornicar es pecado. El sexo ha sido satanizado.

La educación sexual implica transmisión no solo de conocimientos sino también de valores. Los valores religiosos tradicionales priorizan lo espiritual, lo inmaculado, la castidad. Lo sexual se reduce a un acto reproductivo. El placer es inmoral, asociado al susto, el miedo y la culpa. Así en todas las religiones. En todas las culturas.

En la familia, de sexo, no se habla; en la escuela, en consonancia con las iglesias, se enseña solo la visión biológica del sexo. En las iglesias se santifica o se penaliza.

El avance social y la tecnología han cambiado las fuentes de información sexual. Ya no solo se aprende sobre lo sexual en los libros sagrados y los sermones recibidos en casa o en la iglesia. Ahora, la gran fuente de información sexual está en los medios, en las redes.

La industria y la producción casera del porno son los grandes agentes educadores sexuales contemporáneos, en especial para las nuevas generaciones. Madres, padres, educadores, olvídense de hijos e hijas vírgenes en cuanto a información sexual. La tienen, pero muy probablemente, la peor que pueden recibir por lo falsa que es.

La educación sexual de calidad no está ni en los discursos religiosos, ni en videos pornos.

Educación sexual como protección

La educación sexual de calidad -con base científica, libre de prejuicios- es un gran recurso de protección sexual para niños, niñas, adolescentes, jóvenes y hasta para adultos mayores.

Se ha demostrado que mientras más información sexual de calidad tengamos, más capacitados estaremos para disfrutar del sexo, cuando corresponda y evitar los riesgos inherentes.

Es fundamental que niñas y niños aprendan a hablar de sexo en forma natural, en confianza con su familia y otros educadores. Así, como se habla de lo que se ha comido, lo que se ha visto en intertnet, en un programa de TV, en una tienda. De lo que le asusta, de lo que no sabe..

Es fundamental que niñas y niños sepan que pene se llama pene, vagina se llama vagina, que, como todas las otras partes del cuerpo tienen nombre propio. Que se naturalice el lenguaje sexual.

Es fundamental que niñas y niños sepan que ninguna parte del cuerpo, distinta a la cara, se puede mostrar en una cámara. Que algunas partes del cuerpo se pueden dejar tocar, otras, no. Sin asustarles, sin hacer de lo sexual algo terrorífico.

Es fundamental que niños y niñas se sientan libre de expresar sus interrogantes y sustos sexuales y sepan con quién y cómo hablarlo.

Mientras los niños y niñas conozcan más de sexo, se sentirán más seguros y tendrán más recursos para defenderse en situaciones de riesgo. Adestrarles en qué hacer en caso de abuso sexual es fundamental.

Dificultades para la educación sexual

En las sociedades actuales, los estudiantes suelen saber más de sexo que sus maestros, que los jóvenes saben más de eso que los adultos. Eso nos obliga a los adultos a educarnos sexualmente. Leer, oír. Superar los miedos, desechar los prejuicios.

Los y las creadoras del fantasma de la “ideología de género” se oponen con la educación sexual científica, la de calidad. Perderían uno de sus poderosos recursos para asustar, someter a la gente. Quieren impedir lo que puede significar libertad, comenzando por la autonomía sobre el cuerpo de cada uno de nosotros.

Quienes temen a la educación sexual, creen que si se les habla de sexo a niños, niñas y adolescente, se les va a “abrir la mente”. Creen que la información sexual les va a excitar. Ignoran que desde que nacemos somos seres sexualizados y necesitamos es educar esa sexualidad..

Se vencerán las sombras

Hay que sacar los temas sexuales de la oscuridad, hay que despojarlos de los prejuicios y miedos con los que las religiones y sus agentes, la familia y la escuela, lo han transmitido. Mientras más hablemos, discutamos abiertamente sobre el sexo, menos riesgo de perversiones y de ser víctimas de abuso por ignorancia.

La educación sexual deseada incluye una visión social, antropológica de lo sexual. Exige reflexionar sobre los géneros sexuales. Lo que significa ser mujer u hombre en lo tradicional y los nuevos comportamientos de género, que hay otros géneros (Ojo: géneros, no nuevos sexos). Incluir los derechos sexuales como parte de los derechos humanos.

Parece que en Internet, ese frío e impersonal medio, es la gran fuente del saber sexual contemporáneo. Por eso, tendremos que valernos de él y de la música para transmitir mensajes distintos a los que prevalecen sobre lo sexual . Los compositores musicales tienen que ser nuestros grandes aliados. El reggueton, el rap, los nuevos ritmos deben estar a tono con una sexualidad plena.

El trabajo de lobby parece ser fundamental para avanzar hacia una educación sexual liberadora.

No se trata de darles armas -literalmente- a niños, niñas y adolescentes para defenderse de agresiones sexuales, como lo pensarían mentes belicistas, es darles recursos para defenderse. Se trata de educarles.

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: Crímenes de inocentes

Leoncio Barrios, psicólogo y analista social. Escribidor de crónicas, memorias, mini ensayos, historias de sufrimiento e infantiles. Cinéfilo y bailarín aficionado. Reside en Caracas.