Representantes del Sindicato Unitario Nacional de Empleados Públicos del Instituto Nacional de Parques (Sunep-Inparques) denuncian la creación de la brigada de respuesta inmediata de guardaparques, cuya misión se presume sería el combate del hampa que comete delitos comunes o se guarece en las áreas del Sistema Nacional de Parques.

José Gregorio Matute y Marlene Sifontes Guevara, secretario general y secretaria de organización del sindicato, indican que esto supone cambiar la naturaleza al Cuerpo Civil de Guarda parques (CCG), y convertirlo en un ente policial para lo cual se debió reformar el Reglamento del Cuerpo Civil de Guardaparques, ya que en el mismo no aparece esta instancia en alguno de sus artículos.

«En el entrenamiento se habría incluido uso de armamento, chalecos antibalas y gas lacrimógeno. Consideramos sumamente grave que al CCG se le convierta en un cuerpo policial, cambiándole su naturaleza, su objeto y su misión administrativa de guardería ambiental”.

Dicen que ya fue emitida una circular (C002-18022021 de fecha 19/02/2021), suscrita por el guardaparques Carlos Abreu, jefe nacional, dirigida a los jefes territoriales y locales, “en la que se ratifica el uso correcto del uniforme».

En el documento destacan la creación de la brigada, se hace uso de términos como ‘distintivos tácticos’ y se establece un régimen para la visita a la sede de la Jefatura Nacional del CCG, como si la misma fuese un cuartel u otra instalación de naturaleza militar”.

Alertan que esta decisión altera la naturaleza de la Guardería Ambiental la cual, de acuerdo a la legislación aplicable en los parques nacionales, está compartida entre el CCG, funcionarios de Inparques y la Guardia Nacional Bolivariana, amén de otras instituciones públicas y organizaciones de la comunidad, todos con funciones claramente delimitadas.

Según la Ley del Instituto Nacional de Parques (Gaceta Oficial N° 2.290 Extraordinario del 21.07.1978) la misma rige todo lo relativo a la planificación, construcción, ampliación, organización, acondicionamiento, conservación y administración de los Parques Nacionales y de Recreación a campo abierto o de uso intensivo (artículo 1°).

En el artículo 6° se establecen las materias que tendrá Inparques a su cargo, “entre las que no aparece, ni siquiera implícito, el control o combate de la delincuencia común”.

En ninguna parte, explica, de estas atribuciones está asignada al CCG combatir o prevenir los delitos comunes, como se presume sería el destino de la referida Brigada.

“Esta materia está reservada por la ley a los cuerpos de policía o a los órganos auxiliares de la justicia penal ordinaria como la Guardia Nacional Bolivariana, y no a un cuerpo civil cuyas funciones son meramente administrativas, lo que supone usurpar las atribuciones de los cuerpos de policía.

“Por tanto, la presunta creación de la Brigada, además de desbordar el ámbito natural y legal de nuestras competencias y de imponer una instancia que no se encuentra en la estructura del CCG, al personal de campo en el altísimo riesgo de ser objeto de agresiones, como represalias por las actuaciones contra el hampa común”.

Sifontes además informó que están entrenando a guardaparques de las regiones cercanas como Carabobo y Aragua. El curso empezó con un grupo de 60 personas, “que se han ido retirando porque la comida que les están dando es de mala calidad y los que vienen del interior llegan a Caracas costeando sus propios traslados”.

Recientemente se dirigieron a Josué Lorca, presidente del instituto, vía comunicación interna, para pedir explicación sobre la presunta realización, en el Área Recreativa Los Venados de un curso destinado a constituir una brigada, pero no ha habido respuestas a la solicitud.

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