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Efecto Cocuyo | @efectococuyo
Foto por Archivo (Referencial)Residentes de urbanismos de la Zona Industrial de Maturín, en el oeste de la capital de Monagas, denunciaron a la empresa estadal Gasmaca de no querer recibir bombonas deterioradas.
La distribución irregular del gas doméstico ahora se combina con el rechazo por parte de los trabajadores de Gases Maturín CA (Gasmaca) de recibir cilindros que ellos consideran están dañados.
Así ocurrió esta semana en la urbanización El Faro. Al menos cinco vecinos se quejaron porque los trabajadores solo le respondían que las bombonas estaban «dañadas» y no quisieron aceptarlas.
Desde el pasado mes de diciembre cuando los representantes de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) llamaron a censarse para la venta de los cilindros, las personas anotaron sus nombres y fue esta última semana de febrero cuando comenzaron a recibir el producto.
Una de las afectadas, quien prefirió mantener su nombre en reserva, dijo a Efecto Cocuyo que cuando fue a buscar su bombona, los trabajadores de Gasmaca le dijeron que no podían recibirla.
Para poder obtener el gas doméstico que necesita en su vivienda para cocinar, esta persona debe conseguir un nuevo cilindro. Sin embargo, estos equipos solo los entrega y administra Gasmaca o Pdvsa Gas Comunal, una filial de Pdvsa encargada de la distribución y comercialización del gas doméstico en Venezuela.
En otro urbanismo, Laguna Paraíso, las personas se quejaron porque a pesar de la orden de evitar el acopio de los cilindros, una medida que se tomó después de la tragedia de Caño de Los Becerros en el norte de Monagas, los trabajadores de Gasmaca llegaron y desde el camión distribuyeron a los habitantes las bombonas.
Lo mismo ocurrió en El Faro, donde no se llevaron casa por casa, sino que se colocaron en la entrada del condominio, donde cada vecino debió retirar su bombona.
El 28 de diciembre en la comunidad de Caño de Los Becerros, una explosión de 168 bombonas de gas doméstico, durante una jornada de venta en una vivienda del caserío, dejó 45 personas heridas. De ellas, nueve murieron y 36 se recuperan de las quemaduras de segundo y tercer grado que sufrieron.
Desde entonces Gasmaca prohibió el acopio de bombonas en jornadas y ordenó que la venta se hiciera casa por casa.
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Residentes de urbanismos de la Zona Industrial de Maturín, en el oeste de la capital de Monagas, denunciaron a la empresa estadal Gasmaca de no querer recibir bombonas deterioradas.
La distribución irregular del gas doméstico ahora se combina con el rechazo por parte de los trabajadores de Gases Maturín CA (Gasmaca) de recibir cilindros que ellos consideran están dañados.
Así ocurrió esta semana en la urbanización El Faro. Al menos cinco vecinos se quejaron porque los trabajadores solo le respondían que las bombonas estaban «dañadas» y no quisieron aceptarlas.
Desde el pasado mes de diciembre cuando los representantes de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) llamaron a censarse para la venta de los cilindros, las personas anotaron sus nombres y fue esta última semana de febrero cuando comenzaron a recibir el producto.
Una de las afectadas, quien prefirió mantener su nombre en reserva, dijo a Efecto Cocuyo que cuando fue a buscar su bombona, los trabajadores de Gasmaca le dijeron que no podían recibirla.
Para poder obtener el gas doméstico que necesita en su vivienda para cocinar, esta persona debe conseguir un nuevo cilindro. Sin embargo, estos equipos solo los entrega y administra Gasmaca o Pdvsa Gas Comunal, una filial de Pdvsa encargada de la distribución y comercialización del gas doméstico en Venezuela.
En otro urbanismo, Laguna Paraíso, las personas se quejaron porque a pesar de la orden de evitar el acopio de los cilindros, una medida que se tomó después de la tragedia de Caño de Los Becerros en el norte de Monagas, los trabajadores de Gasmaca llegaron y desde el camión distribuyeron a los habitantes las bombonas.
Lo mismo ocurrió en El Faro, donde no se llevaron casa por casa, sino que se colocaron en la entrada del condominio, donde cada vecino debió retirar su bombona.
El 28 de diciembre en la comunidad de Caño de Los Becerros, una explosión de 168 bombonas de gas doméstico, durante una jornada de venta en una vivienda del caserío, dejó 45 personas heridas. De ellas, nueve murieron y 36 se recuperan de las quemaduras de segundo y tercer grado que sufrieron.
Desde entonces Gasmaca prohibió el acopio de bombonas en jornadas y ordenó que la venta se hiciera casa por casa.