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Albany Andara Meza | @AlbanyAndara
Foto por Mairet Chourio (@mairetchourio)En la Basílica de Santa Teresa, ubicada en el centro caraqueño, ya culminaron los preparativos para la procesión del Nazareno de San Pablo, prevista para este miércoles 13 de abril. El tradicional recorrido de la imagen de Jesús camino al calvario se realizará nuevamente en la capital de Venezuela, tras dos años de restricciones por la pandemia del COVID-19.
Más de 4.000 orquídeas había recibido el templo para el mediodía de este martes 12 de abril, llevadas por feligreses devotos.
«Desde el Domingo de Ramos, la gente ha respondido a la asistencia y también a traer las orquídeas para adornar la imagen. Ayer lunes y hoy (martes) se ha recibido la mayor cantidad de flores para adornar. La gente espera con ansias este Miércoles Santo», expresó el padre Jesús Suárez, vicario parroquial de la basílica, a Efecto Cocuyo.
Varias personas se aglomeraban en las afueras para ver al Nazareno de San Pablo, la figura que carga la cruz sobre uno de sus hombros. La tradición es la que reúne la mayor cantidad de fieles venezolanos y una de las más esperadas por los católicos. Históricamente, antes de la pandemia, a Caracas viajaban devotos de todos lados del país para orar, agradecer y pedir milagros.
«Creo que más que tradición es un encuentro personal con Jesús en un momento de su historia. Y en torno a la imagen del Nazareno, es identificarse con él, porque sabemos la realidad social de nuestro país y cuántos sufrimientos tiene cada venezolano. Creo que el venezolano se identifica totalmente con el Nazareno, porque además de su dolor encuentra su consuelo», afirmó Suárez.
Las misas y actividades relacionadas con el Nazareno comenzarán a las 5:00 a.m. en el templo y la última eucaristía será a las 4:00 p.m. en la plaza Diego Ibarra, en la parroquia Santa Teresa del municipio Libertador. Desde la basílica informaron que es en este punto donde se espera una mayor participación de cristianos devotos.
«La ruta contemplada en la procesión del Nazareno es la tradicional pasaremos por la esquina Cruz Verde, seguimos por la esquina Velázquez, tomamos por la esquina Lecuna, pasamos por las esquina de Miracielos y Reducto, llegamos a la esquina Miranda, subimos hasta la esquina San Pablo y retomamos hasta la basílica Santa Teresa», explicó el sacerdote.
Antes del anuncio del primer caso de coronavirus en Venezuela, el 13 de marzo de 2020, el Nazareno de San Pablo era llevado a través de las calles de Caracas, seguida de cientos de fieles. El padre Jesús Suárez asegura que, aunque la pandemia no ha cesado totalmente, decenas de personas se han acercado al templo para averiguar los detalles de la procesión.
El año pasado salió en recorrido por 43 iglesias de la Gran Caracas a bordo del papamóvil, después de que la Arquidiócesis de Caracas consiguió el apoyo de las autoridades para esta ruta de fe.
En el recorrido estarán presentes cuerpos policiales venezolanos y el miembros de Protección Civil, para vigilar y garantizar la seguridad en el evento.
Durante la procesión, algunos deciden pagar promesas para dar gracias al Nazareno por los milagros cumplidos. Varios se visten con una tradicional bata morada y van descalzos.
Es la primera vez que Fabiana Núñez pagará una promesa al Nazareno de San Pablo. En febrero de 2021, su hija mayor se contagió con COVID-19 y estuvo en cama durante 30 días. Sin embargo, Núñez afirma que la joven de 22 años se recuperó luego de hacer una plegaria al milagroso.
«Mi familia está muy agradecida. Yo soy muy devota y mandé a hacer el traje. No dejo de darle las gracias por habernos protegido de la pandemia», explicó Fabiana, de 60 años, en la Basílica de Santa Teresa.
Por otro lado, Renata Gómez indicó que, si bien no va a vestirse de morado como otros feligreses, prometió encender una vela a la figura y orar el miércoles.
«Yo le pedí que me ayudara a graduarme de la carrera. Y lo logré con cuarentena y todo. Compré la velita y se la voy a encender, como dije hace un año», apuntó Gómez.
Algunos como Erkis Valerio solo se acercaron al templo a pedir por la salud de su familia y ayuda para resolver su situación económica.
«Le agradezco porque, a pesar de lo que ha pasado, estoy con vida», dijo la venezolana, de 68 años.
La procesión del Nazareno ya estaba documentada en la Caracas en el siglo XVII. Una versión popular señala que, en ese entonces, una peste de vómito negro (escorbuto) azotó a la ciudad. Mientras la figura recorría las calles en la Semana Santa de 1696, un racimo de limones se enredó en la corona de espinas y cayó al suelo. Los cristianos decidieron recoger los frutos y llevarlos a los enfermos, que sanaron de pronto.
A unos metros de la Basílica de Santa Teresa, vendedores ambulantes ofrecen túnicas de todas las tallas, camisas alusivas a la Semana Santa, rosarios, figuras religiosas, estampas, pulseras y velas a los transeúntes. Yria, una de las comerciantes, indicó que las ventas han sido altas esta temporada.
«Sobre todo de familias con niños. La gente está retomando sus costumbres poco a poco», comentó.
Las túnicas tienen un costo de 7 dólares, mientras que las camisas cuestan 10. Por otro lado, cada palma en forma de cruz tiene el precio de un bolívar.
Para Xiomar Adrianza las ventas también han sido buenas. Comenta que organizará su puesto muy temprano, el Miércoles Santo, con la esperanza de tener clientes.
«Hay menos gente que en años anteriores al COVID-19, eso es verdad. Pero parece que ahora hay más dinero. Ya veremos cuánta gente sale mañana», puntualizó.
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En la Basílica de Santa Teresa, ubicada en el centro caraqueño, ya culminaron los preparativos para la procesión del Nazareno de San Pablo, prevista para este miércoles 13 de abril. El tradicional recorrido de la imagen de Jesús camino al calvario se realizará nuevamente en la capital de Venezuela, tras dos años de restricciones por la pandemia del COVID-19.
Más de 4.000 orquídeas había recibido el templo para el mediodía de este martes 12 de abril, llevadas por feligreses devotos.
«Desde el Domingo de Ramos, la gente ha respondido a la asistencia y también a traer las orquídeas para adornar la imagen. Ayer lunes y hoy (martes) se ha recibido la mayor cantidad de flores para adornar. La gente espera con ansias este Miércoles Santo», expresó el padre Jesús Suárez, vicario parroquial de la basílica, a Efecto Cocuyo.
Varias personas se aglomeraban en las afueras para ver al Nazareno de San Pablo, la figura que carga la cruz sobre uno de sus hombros. La tradición es la que reúne la mayor cantidad de fieles venezolanos y una de las más esperadas por los católicos. Históricamente, antes de la pandemia, a Caracas viajaban devotos de todos lados del país para orar, agradecer y pedir milagros.
«Creo que más que tradición es un encuentro personal con Jesús en un momento de su historia. Y en torno a la imagen del Nazareno, es identificarse con él, porque sabemos la realidad social de nuestro país y cuántos sufrimientos tiene cada venezolano. Creo que el venezolano se identifica totalmente con el Nazareno, porque además de su dolor encuentra su consuelo», afirmó Suárez.
Las misas y actividades relacionadas con el Nazareno comenzarán a las 5:00 a.m. en el templo y la última eucaristía será a las 4:00 p.m. en la plaza Diego Ibarra, en la parroquia Santa Teresa del municipio Libertador. Desde la basílica informaron que es en este punto donde se espera una mayor participación de cristianos devotos.
«La ruta contemplada en la procesión del Nazareno es la tradicional pasaremos por la esquina Cruz Verde, seguimos por la esquina Velázquez, tomamos por la esquina Lecuna, pasamos por las esquina de Miracielos y Reducto, llegamos a la esquina Miranda, subimos hasta la esquina San Pablo y retomamos hasta la basílica Santa Teresa», explicó el sacerdote.
Antes del anuncio del primer caso de coronavirus en Venezuela, el 13 de marzo de 2020, el Nazareno de San Pablo era llevado a través de las calles de Caracas, seguida de cientos de fieles. El padre Jesús Suárez asegura que, aunque la pandemia no ha cesado totalmente, decenas de personas se han acercado al templo para averiguar los detalles de la procesión.
El año pasado salió en recorrido por 43 iglesias de la Gran Caracas a bordo del papamóvil, después de que la Arquidiócesis de Caracas consiguió el apoyo de las autoridades para esta ruta de fe.
En el recorrido estarán presentes cuerpos policiales venezolanos y el miembros de Protección Civil, para vigilar y garantizar la seguridad en el evento.
Durante la procesión, algunos deciden pagar promesas para dar gracias al Nazareno por los milagros cumplidos. Varios se visten con una tradicional bata morada y van descalzos.
Es la primera vez que Fabiana Núñez pagará una promesa al Nazareno de San Pablo. En febrero de 2021, su hija mayor se contagió con COVID-19 y estuvo en cama durante 30 días. Sin embargo, Núñez afirma que la joven de 22 años se recuperó luego de hacer una plegaria al milagroso.
«Mi familia está muy agradecida. Yo soy muy devota y mandé a hacer el traje. No dejo de darle las gracias por habernos protegido de la pandemia», explicó Fabiana, de 60 años, en la Basílica de Santa Teresa.
Por otro lado, Renata Gómez indicó que, si bien no va a vestirse de morado como otros feligreses, prometió encender una vela a la figura y orar el miércoles.
«Yo le pedí que me ayudara a graduarme de la carrera. Y lo logré con cuarentena y todo. Compré la velita y se la voy a encender, como dije hace un año», apuntó Gómez.
Algunos como Erkis Valerio solo se acercaron al templo a pedir por la salud de su familia y ayuda para resolver su situación económica.
«Le agradezco porque, a pesar de lo que ha pasado, estoy con vida», dijo la venezolana, de 68 años.
La procesión del Nazareno ya estaba documentada en la Caracas en el siglo XVII. Una versión popular señala que, en ese entonces, una peste de vómito negro (escorbuto) azotó a la ciudad. Mientras la figura recorría las calles en la Semana Santa de 1696, un racimo de limones se enredó en la corona de espinas y cayó al suelo. Los cristianos decidieron recoger los frutos y llevarlos a los enfermos, que sanaron de pronto.
A unos metros de la Basílica de Santa Teresa, vendedores ambulantes ofrecen túnicas de todas las tallas, camisas alusivas a la Semana Santa, rosarios, figuras religiosas, estampas, pulseras y velas a los transeúntes. Yria, una de las comerciantes, indicó que las ventas han sido altas esta temporada.
«Sobre todo de familias con niños. La gente está retomando sus costumbres poco a poco», comentó.
Las túnicas tienen un costo de 7 dólares, mientras que las camisas cuestan 10. Por otro lado, cada palma en forma de cruz tiene el precio de un bolívar.
Para Xiomar Adrianza las ventas también han sido buenas. Comenta que organizará su puesto muy temprano, el Miércoles Santo, con la esperanza de tener clientes.
«Hay menos gente que en años anteriores al COVID-19, eso es verdad. Pero parece que ahora hay más dinero. Ya veremos cuánta gente sale mañana», puntualizó.