“Si queremos tener educación hay que mejorar sustancialmente las condiciones de vida del personal”. Este es la conclusión de Manuel Aristorena, sacerdote y director general del movimiento Fe y Alegría.
Este lunes 27 de abril el Ministerio de Trabajo, al mando del chavista Eduardo Piñate, anunció un aumento del salario mínimo integral de 250 mil bolívares a 800 mil bolívares. Durante la tarde, Fe y Alegría emitió un comunicado manifestando que los esfuerzos del Ejecutivo para garantizar una mejoría en la calidad de vida de los educadores no alcanzan al sacrificio de los docentes por garantizar la educación en tiempos de pandemia.
En ese sentido, Aristorena dijo en el comunicado que “no podemos cerrar los ojos ante una situación calamitosa, que puede echar por tierra todas las iniciativas y esfuerzos”.
“Las condiciones socio-económicas. El ingreso mensual de un educador es miserable. Su capacidad para adquirir alimentos y bienes necesarios para sobrevivir es reducidísima. No tiene como afrontar una enfermedad o cualquier imprevisto. Todo ello genera en nuestro personal, preocupación, angustia, incertidumbre, decepción y molestia.”, escribió en un párrafo.
Fe y Alegría pertenece al convenio de subvención de la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec). Al igual que los educadores públicos, el salario de los docentes de esta red está sujeto a tablas calculadas sobre la base del salario mínimo, que paga el Estado directamente.
Desde principios de año, Fe y Alegría denunció que el déficit salarial estaba dejando 3 mil cargos vacantes de docentes para atender sus 175 escuelas.
Con el nuevo aumento, un trabajador necesitaría 48 salarios para adquirir la canasta alimentaria para su familia, de acuerdo a las estimaciones del Centro de Análisis y Documentación (Cendas), que calculó que en marzo la canasta alimentaria se fijó en 19 millones 157 mil bolívares.
La responsabilidad del Estado
Para Aristorena “la conclusión es evidente: si queremos tener educación hay que mejorar sustancialmente las condiciones de vida del personal”.
La red está “asumiendo su responsabilidad” y sigue dispuesta a trabajar junto con el Ministerio de Educación para “afrontar la crisis”. Sin embargo, “el país, la sociedad y el Estado tienen que asumir (su cuota de responsabilidad)”.
Estas son las 10 exigencias que hace Fe y Alegría al Ministerio de Educación:
1️⃣Reconocer y valorar el trabajo de los profesionales de la educación (Docentes, Directivos, Administrativos y Obreros), a través de una justa remuneración.
2️⃣Otorgar una bonificación al personal docente por el valor de 20 salarios mínimos, así mitigar los efectos de esta emergencia.
3️⃣Dotar al personal docente de las herramientas tecnológicas necesarias para atender a la población estudiantil. Para esta modalidad a distancia se necesita teléfonos inteligentes, computadoras (Canaima o Tablet), conexión a Internet, entre otros.
4️⃣Establecer un plan de apoyo temporal en alianzas con las empresas telefónicas para la recarga en el uso de los teléfonos celulares durante la pandemia.
5️⃣Activar un plan de emergencia para apoyar a las familias de los docentes con un combo de alimentos.
6️⃣Proveer a las familias de los estudiantes, materiales y recursos educativos, que les permita realizar las actividades escolares en el hogar.
7️⃣Generar las condiciones de movilidad y acceso a las comunidades que se encuentran en sectores periurbanos, rurales e indígenas, a fin de poder brindar la educación a los estudiantes que allí se encuentran.
8️⃣Brindar seguridad y protección a las sedes de las instituciones educativas, para evitar que sean robadas y desvalijadas.
9️⃣Mantener las infraestructuras educativas en condiciones sanitarias necesarias para el retorno a clases, a fin de evitar la propagación de enfermedades.
?Pagar la deuda contraída por el Estado. Según la Convención Colectiva Unitaria hay un retraso enorme en el ajuste salarial, que no se ha cancelado oportunamente desde el mes de octubre de 2018.