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Ronny Rodríguez Rosas | @ronnyrodriguez
Foto por Ronny S. Rodríguez RosasFamiliares de dos de los pacientes quemados por la explosión de 150 bombonas de gas doméstico del municipio Piar, en el estado Monagas, solicitaron el traslado de los niños y los adultos en condiciones más delicadas a clínicas privadas, donde les presten mejor atención médica.
Este viernes, 1 de enero de 2021, expresaron su preocupación por el caso de los cinco niños recluidos en el área de pediatría y los adultos que fueron trasladados de trauma shock a caumatología.
«En el área de pediatría a los niños que se encuentra recluidos en esa área necesitan de verdad un área acondicionada porque necesitan un lugar frío y apto«, dijo entre sollozos Carmen Gil, una de las familiares con pacientes afectados por la explosión de 150 bombonas de gas doméstico en la comunidad Caño de Los Becerros, que ocurrió este lunes 28 de diciembre.
La mamá de la niña Betsimar Meneses denunció que su pequeña tiene fiebre desde hace tres días, pero pese a que se lo informan al personal de enfermería, no les prestan atención.
«Mi hija tiene tres días con fiebre. A ella le hicieron limpieza ayer (jueves) y hoy tiene otra vez las burbujas de agua, tiene eso hediondo. Yo le cambié el vendeja esta mañana y tiene otra vez fiebre. Le dije a la enfermera y ella me dijo que no tenía fiebre. Tenía cobijas, sábanas y suéter y los labios rajados», relató.
Las declaraciones las ofrecieron a las afueras del Hospital Universitario «Dr. Manuel Núñez Tovar» (Humnt) de Maturín, donde se encuentran 26 de los 46 heridos que hubo por la explosión.
«Necesito que vengan a ayudar a mi hija», reiteró la mamá de Betsimar en un video que compartió el responsable de Cáritas Maturín, el sacerdote Jerónimo Sifontes este viernes, durante una jornada de atención a los familiares de los quemados.
“Era como un infierno ver tantas personas quemadas”, dice testigo de explosión en Monagas
Una fuente interna del Humnt dijo a Efecto Cocuyo que a los adultos comenzaron a trasladarlos a diferentes áreas del centro asistencial desde el miércoles.
A un grupo lo llevaron a la unidad de cuidados intermedios para la atención de pacientes con COVID-19. Además, a otros los recluyeron en el área de Caumatología, que aún no había sido inaugurada, mientras que los niños están en una habitación de Pediatría, donde el año pasado atendieron a los pequeños con quemaduras por las fallas eléctricas y uso de mechuzos en Monagas.
Este jueves, 31 de diciembre, la gobernadora Yelitza Santaella responsabilizó de la explosión «al bloqueo financiero» que vive Venezuela, aunque reconoció que las personas que se encargan de la distribución del gas doméstico en las comunidades necesitan conocer sobre sistemas de seguridad.
La mandataria regional y dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) informó que en total se quemaron 46 residentes de Caño de Los Becerros. A 32 los atendieron en el Humnt, donde aún se encuentran 26; a otras nueve les dieron de alta porque tenían quemaduras de primer grado y otras 10 están en el hospital del municipio Piar.
«Están estables los pacientes. De estas 46 personas, 32 fueron atendidas en el Núñez Tovar», reiteró. De los 26 que siguen en el Humnt, hay 21 adultos y cinco niños, con quemaduras de segundo y tercer grado.
Santaella detalló que un «paciente muy joven tiene quemaduras de tercer grado en 80 % de su cuerpo y se está evaluando por si requiere atención en cuidados intensivos». Aseguró que en la UCI del Humnt había cuatro camas disponibles y para atender a los afectados cuentan con ocho cirujanos plásticos y seis residentes de esta especialidad.
Reconoció que al ser una contingencia en principio no tenían todos los insumos para atender a los quemados, pero recibieron dotación de medicamentos del Ministerio de la Salud y de kits de seguridad, vendas, gasas y otros insumos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Familiares de pacientes quemados por explosión en Monagas denuncian falta de medicamentos
Aunque no está en contra de que hagan donativos, pidió que se hicieran en la dirección del hospital para evitar acceder a las áreas de reclusión, donde los pacientes no pueden recibir visitas de cualquier persona.
«Estamos investigando, porque hay algunos pidiendo donativos en cuentas en dólares. Aquí no hace falta nada. Están hasta los jabones, cremas, adhesivos y antibióticos», expresó desde el hospital.
Además, criticó a los que llamó «politiqueros de oficio». Se trata de dirigentes de oposición que han denunciado las condiciones del centro asistencial y las quejas de los familiares por la falta de atención.
Añadió que también atienden a las personas en la comunidad de Caño de Los Becerros, donde comenzaron la construcción de la vivienda de la jefa de la Unidad de Batalla Bolívar- Chávez (Ubch)donde ocurrió la deflagración de los cilindros el 28 de diciembre.
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Familiares de dos de los pacientes quemados por la explosión de 150 bombonas de gas doméstico del municipio Piar, en el estado Monagas, solicitaron el traslado de los niños y los adultos en condiciones más delicadas a clínicas privadas, donde les presten mejor atención médica.
Este viernes, 1 de enero de 2021, expresaron su preocupación por el caso de los cinco niños recluidos en el área de pediatría y los adultos que fueron trasladados de trauma shock a caumatología.
«En el área de pediatría a los niños que se encuentra recluidos en esa área necesitan de verdad un área acondicionada porque necesitan un lugar frío y apto«, dijo entre sollozos Carmen Gil, una de las familiares con pacientes afectados por la explosión de 150 bombonas de gas doméstico en la comunidad Caño de Los Becerros, que ocurrió este lunes 28 de diciembre.
La mamá de la niña Betsimar Meneses denunció que su pequeña tiene fiebre desde hace tres días, pero pese a que se lo informan al personal de enfermería, no les prestan atención.
«Mi hija tiene tres días con fiebre. A ella le hicieron limpieza ayer (jueves) y hoy tiene otra vez las burbujas de agua, tiene eso hediondo. Yo le cambié el vendeja esta mañana y tiene otra vez fiebre. Le dije a la enfermera y ella me dijo que no tenía fiebre. Tenía cobijas, sábanas y suéter y los labios rajados», relató.
Las declaraciones las ofrecieron a las afueras del Hospital Universitario «Dr. Manuel Núñez Tovar» (Humnt) de Maturín, donde se encuentran 26 de los 46 heridos que hubo por la explosión.
«Necesito que vengan a ayudar a mi hija», reiteró la mamá de Betsimar en un video que compartió el responsable de Cáritas Maturín, el sacerdote Jerónimo Sifontes este viernes, durante una jornada de atención a los familiares de los quemados.
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Una fuente interna del Humnt dijo a Efecto Cocuyo que a los adultos comenzaron a trasladarlos a diferentes áreas del centro asistencial desde el miércoles.
A un grupo lo llevaron a la unidad de cuidados intermedios para la atención de pacientes con COVID-19. Además, a otros los recluyeron en el área de Caumatología, que aún no había sido inaugurada, mientras que los niños están en una habitación de Pediatría, donde el año pasado atendieron a los pequeños con quemaduras por las fallas eléctricas y uso de mechuzos en Monagas.
Este jueves, 31 de diciembre, la gobernadora Yelitza Santaella responsabilizó de la explosión «al bloqueo financiero» que vive Venezuela, aunque reconoció que las personas que se encargan de la distribución del gas doméstico en las comunidades necesitan conocer sobre sistemas de seguridad.
La mandataria regional y dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) informó que en total se quemaron 46 residentes de Caño de Los Becerros. A 32 los atendieron en el Humnt, donde aún se encuentran 26; a otras nueve les dieron de alta porque tenían quemaduras de primer grado y otras 10 están en el hospital del municipio Piar.
«Están estables los pacientes. De estas 46 personas, 32 fueron atendidas en el Núñez Tovar», reiteró. De los 26 que siguen en el Humnt, hay 21 adultos y cinco niños, con quemaduras de segundo y tercer grado.
Santaella detalló que un «paciente muy joven tiene quemaduras de tercer grado en 80 % de su cuerpo y se está evaluando por si requiere atención en cuidados intensivos». Aseguró que en la UCI del Humnt había cuatro camas disponibles y para atender a los afectados cuentan con ocho cirujanos plásticos y seis residentes de esta especialidad.
Reconoció que al ser una contingencia en principio no tenían todos los insumos para atender a los quemados, pero recibieron dotación de medicamentos del Ministerio de la Salud y de kits de seguridad, vendas, gasas y otros insumos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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Aunque no está en contra de que hagan donativos, pidió que se hicieran en la dirección del hospital para evitar acceder a las áreas de reclusión, donde los pacientes no pueden recibir visitas de cualquier persona.
«Estamos investigando, porque hay algunos pidiendo donativos en cuentas en dólares. Aquí no hace falta nada. Están hasta los jabones, cremas, adhesivos y antibióticos», expresó desde el hospital.
Además, criticó a los que llamó «politiqueros de oficio». Se trata de dirigentes de oposición que han denunciado las condiciones del centro asistencial y las quejas de los familiares por la falta de atención.
Añadió que también atienden a las personas en la comunidad de Caño de Los Becerros, donde comenzaron la construcción de la vivienda de la jefa de la Unidad de Batalla Bolívar- Chávez (Ubch)donde ocurrió la deflagración de los cilindros el 28 de diciembre.