La tía de Alejandra* murió por COVID-19 el pasado mes de marzo en un centro de diagnóstico integral (CDI) del municipio Libertador de Caracas, luego de que le negaran el ingreso en ocho hospitales por falta de cupo.
Poco después de que falleciera, una doctora del CDI les recomendó a sus parientes que gestionaran el proceso de cremación por su cuenta “porque si viene el Senamecf (Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses) no van a ver más nunca a su familiar”.
La joven de 20 años de edad relató a Efecto Cocuyo que si la gestión la hace el ente adscrito al Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz el trámite es gratuito. Sin embargo, su familia se alarmó por la advertencia de la doctora y ya tenían temor por algunos testimonios que habían leído en redes sociales sobre situaciones similares.
“Se escuchan tantas cosas, de que como hay tantos muertos y entonces a lo mejor creman a tu familiar y no sabes si las cenizas son tuyas”, expresó.
Por eso decidieron acudir a la funeraria Loira, ubicada en El Paraíso.
Los empleados del lugar buscaron el cuerpo de su tía en el CDI y le dijeron que luego de 15 días citarían a algún pariente para reconocer el cadáver y hacer la cremación. El tiempo era por la cantidad de muertos que ya tenían en espera.
“Nos cobraron 410 dólares por la cremación… toda la familia puso un aporte”, añadió Alejandra.
De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de Empresas Funerarias y Afines (Canadefu), Joel Urribari, en el territorio nacional hay 22 crematorios privados, siete de ellos en Caracas. En la capital del país el más grande es el del Cementerio del Este, en La Guairita.
Indicó que, de acuerdo a los reportes que maneja, en ciudades como Caracas, Valencia (Carabobo) y Puerto La Cruz (Anzoátegui) estas empresas se han visto un poco más saturadas en las últimas semanas.
Según las cifras de la administración de Nicolás Maduro, desde que la pandemia llegó al país en marzo de 2020 y hasta este 7 de abril, 1.705 personas fallecieron por COVID-19 en el territorio nacional.
“He escuchado a personas que solicitan el servicio en Caracas y esperan tres o cuatro días, no sé si todos son fallecidos por COVID-19”, dijo en entrevista para Efecto Cocuyo.
Urribari estimó que los precios de las cremaciones oscilan entre los 140 y 500 dólares, dependiendo de la ubicación y gastos operativos, la cantidad de hornos, de empleados, entre otros aspectos.
Explicó que en el caso de cremaciones la mayoría se realizan en el sector privado, mientras que el 85 % de los cementerios están bajo la gestión del Estado, incluyendo las gobernaciones y alcaldías.
Mencionó que, en el caso de Barquisimeto, capital del estado Lara, la Gobernación y Dirección de Salud hicieron un convenio con los dos crematorios privados en la ciudad para cubrir casi la totalidad de los gastos de los muertos por COVID-19, por lo que los familiares solo deben pagar montos que no superan los 20 dólares por la cremación.
Una cremación puede durar de dos a tres horas dependiendo del tipo de horno y de la contextura del cadáver.
El pasado 6 de abril en Senamecf en su cuenta de Twitter dos números telefónicos para ofrecer orientación a usuarios y familiares de los casos positivos o sospechosos de COVID-19, en el Distrito Capital. Esto con el objetivo de prestar asesoría para la disposición final de los cuerpos.
Dos días antes, la institución informó que su directora, la comisaria general Lissett Moreno, se reunió con el viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana, Endes Palencia y con autoridades de las alcaldías del Distrito Capital y del estado Miranda «a fin de coordinar protocolos para el manejo de cadáveres a consecuencia de COVID-19».
Efecto Cocuyo intentó comunicarse con los números de la institución, pero al momento de la publicación de esta nota no se pudo establecer un contacto.
*El nombre de la entrevistada fue cambiado a su petición.
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La tía de Alejandra* murió por COVID-19 el pasado mes de marzo en un centro de diagnóstico integral (CDI) del municipio Libertador de Caracas, luego de que le negaran el ingreso en ocho hospitales por falta de cupo.
Poco después de que falleciera, una doctora del CDI les recomendó a sus parientes que gestionaran el proceso de cremación por su cuenta “porque si viene el Senamecf (Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses) no van a ver más nunca a su familiar”.
La joven de 20 años de edad relató a Efecto Cocuyo que si la gestión la hace el ente adscrito al Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz el trámite es gratuito. Sin embargo, su familia se alarmó por la advertencia de la doctora y ya tenían temor por algunos testimonios que habían leído en redes sociales sobre situaciones similares.
“Se escuchan tantas cosas, de que como hay tantos muertos y entonces a lo mejor creman a tu familiar y no sabes si las cenizas son tuyas”, expresó.
Por eso decidieron acudir a la funeraria Loira, ubicada en El Paraíso.
Los empleados del lugar buscaron el cuerpo de su tía en el CDI y le dijeron que luego de 15 días citarían a algún pariente para reconocer el cadáver y hacer la cremación. El tiempo era por la cantidad de muertos que ya tenían en espera.
“Nos cobraron 410 dólares por la cremación… toda la familia puso un aporte”, añadió Alejandra.
De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de Empresas Funerarias y Afines (Canadefu), Joel Urribari, en el territorio nacional hay 22 crematorios privados, siete de ellos en Caracas. En la capital del país el más grande es el del Cementerio del Este, en La Guairita.
Indicó que, de acuerdo a los reportes que maneja, en ciudades como Caracas, Valencia (Carabobo) y Puerto La Cruz (Anzoátegui) estas empresas se han visto un poco más saturadas en las últimas semanas.
Según las cifras de la administración de Nicolás Maduro, desde que la pandemia llegó al país en marzo de 2020 y hasta este 7 de abril, 1.705 personas fallecieron por COVID-19 en el territorio nacional.
“He escuchado a personas que solicitan el servicio en Caracas y esperan tres o cuatro días, no sé si todos son fallecidos por COVID-19”, dijo en entrevista para Efecto Cocuyo.
Urribari estimó que los precios de las cremaciones oscilan entre los 140 y 500 dólares, dependiendo de la ubicación y gastos operativos, la cantidad de hornos, de empleados, entre otros aspectos.
Explicó que en el caso de cremaciones la mayoría se realizan en el sector privado, mientras que el 85 % de los cementerios están bajo la gestión del Estado, incluyendo las gobernaciones y alcaldías.
Mencionó que, en el caso de Barquisimeto, capital del estado Lara, la Gobernación y Dirección de Salud hicieron un convenio con los dos crematorios privados en la ciudad para cubrir casi la totalidad de los gastos de los muertos por COVID-19, por lo que los familiares solo deben pagar montos que no superan los 20 dólares por la cremación.
Una cremación puede durar de dos a tres horas dependiendo del tipo de horno y de la contextura del cadáver.
El pasado 6 de abril en Senamecf en su cuenta de Twitter dos números telefónicos para ofrecer orientación a usuarios y familiares de los casos positivos o sospechosos de COVID-19, en el Distrito Capital. Esto con el objetivo de prestar asesoría para la disposición final de los cuerpos.
Dos días antes, la institución informó que su directora, la comisaria general Lissett Moreno, se reunió con el viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana, Endes Palencia y con autoridades de las alcaldías del Distrito Capital y del estado Miranda «a fin de coordinar protocolos para el manejo de cadáveres a consecuencia de COVID-19».
Efecto Cocuyo intentó comunicarse con los números de la institución, pero al momento de la publicación de esta nota no se pudo establecer un contacto.
*El nombre de la entrevistada fue cambiado a su petición.