El drama de Nerys Alcalá suma ya 18 días. Fue herida en Catia el pasado domingo, 16 de julio durante la consulta popular. Sus hijos dicen que se estaba recuperando lentamente, que ya hablaba un poco, y que, incluso, podía contar lo que vivió ese día.

Sin embargo, este martes, 1 de agosto, tuvo que ser operada nuevamente y trasladada de un polo de Caracas al otro: del hospital Periférico de Catia al hospital Pérez de León, en Petare, dado que una infección alteró su cuadro clínico.

Una bala alcanzó a Nerys la tarde del 16 de julio, luego de que frente a la iglesia Nuestra Señora del Carmen, en Catia, se desatara una balacera que dejó a una persona fallecida y varias heridas, en el contexto de un ataque de un grupo de civiles armados a la actividad de consulta popular convocada por distintos sectores de la sociedad venezolana.

Esta semana, una fiebre muy alta disparó las alarmas. Nerys fue intervenida nuevamente, pues la herida de la primera operación se le infectó. El impacto de bala que puso en riesgo su vida, y que la ha mantenido hospitalizada durante más de dos semanas, comprometió, entre otros órganos, su diafragma, bazo, colon y uno de sus pulmones.

Los familiares de la mujer, desde el pasado sábado, 29 de julio, buscan dos antibióticos que podrían ayudar en su recuperación: Metronidazol de 500 mg y Meropenem de 1 gramo. La búsqueda ha sido infructuosa. Los antibióticos no se consiguen o se consiguen a precios muy elevados.

Los médicos del hospital Ricardo Baquero González, mejor conocido como Periférico de Catia, prefirieron trasladar a Nerys porque el servicio eléctrico del Periférico presenta problemas. Según explicaron los familiares, los médicos tomaron la decisión por precaución, pues temían que las condiciones del centro de salud imposibilitaran la recuperación de la paciente.

El víacrucis que ha protagonizado Nerys también lo han vivido en carne propia sus familiares, quienes además, de padecer la escasez de alimentos y el alto costo de los que se consiguen el mercado, ahora tienen que recorren aproximadamente 21 kilómetros desde su lugar de residencia, en Catia, hasta Petare, para acompañar a su paciente.

Mientras Nerys permanece sedada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Pérez de León, sus familiares esperan que responda satisfactoriamente a esta segunda operación y que la recuperación les permita volver a casa.

Nerys Alcalá, herida en Catia el #16Jul, no ha evolucionado favorablemente

</div>