XI Encuentro de Constructores de Paz llamó a la solidaridad y al rescate de la esperanza
Solidaridad, humanización, empatía con el otro, escuchar, entender, vencer la apatía y el individualismo, luchar contra el quiebre, esperanza y fe, fueron las palabras y frases más pronunciadas en el XI Encuentro de Constructores de Paz, organizado por la Red de Acción Social de la Iglesia

Solidaridad, humanización, empatía con el otro, escuchar, entender, vencer la apatía  y el individualismo, luchar contra el quiebre, esperanza y fe, fueron las palabras y frases más pronunciadas  en el XI Encuentro de Constructores de Paz, organizado por la Red de Acción Social de la Iglesia (RASI).

El aislamiento social para evitar la propagación del COVID-19 no fue impedimento para que el mensaje llegara por décimoprimer año consecutivo, esta vez por la vía virtual.

El evento, cuyo lema fue Renacer desde la Solidaridad, fue transmitido a través de la red de 20 emisoras de Radio Fe y Alegría y vía streaming.  Contó con las ponencias del profesor Alfredo Infante, del Centro Gumilla, de la doctora Ingrid Graterol, de la organización Cáritas y Luisa Pernalete, de Fe y Alegría, así como palabras de bienvenida del director del Centro Gumilla, Manuel Zapata y de salutación de monseñor José Luis Azuaje presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).

Zapata, quien también es coordinador de la RASI, destacó que el encuentro busca promover esas acciones positivas que en medio de la adversidad son muestras valiosas de solidaridad y reavivan la esperanza, especialmente entre los más necesitados, a quienes las organizaciones sociales atienden.

Llamó a los venezolanos a no dejar de actuar y luchar en momentos en que desde el poder político se pretende imponer la vía violenta para dirimir las diferencias.

Control social desde el poder

Durante su ponencia titulada La realidad venezolana desde la perspectiva sapiencial y profética de la iglesia, el director de la revista SIC, Alfredo Infante, alertó que el control social en medio de la emergencia humanitaria compleja, agravada por la pandemia, es parte de una política gubernamental bien diseñada “para quebrar y desmovilizar”.

“La mentira, el horror y la maldad buscan el control de las personas.  No se trata solo de incompetencia,  es una política organizada para controlar a la gente desde el  poder. La dimensión sapiencial se trata de que todo esto que busca quebrar el espíritu de las personas, sea derrotado a través de la solidaridad, de la narrativa alternativa”, dijo.

El sacerdote jesuita admitió que es un desafío “vivir humanamente” en medio de la crisis, porque hasta el simple hecho de escribir por Whatsapp está amenazado,  pero se debe apostar y crear espacios para ello, como los que promueven el diálogo. Pero también envió un mensaje a los actores políticos para que eviten los protagonismos y sepan interpretar los procesos sociales como motores de un cambio y transformarlos en políticas.

“La pretensión totalitaria busca el quiebre, pero la resiliencia que se convierte en solidaridad, se hace fuerza social. En comunidades hay personas que comienzan a tener actos solidarios y generan una cadena de vida y se forma un tejido solidario, pero luego hay que dar el paso a lo social, hay que luchar contra la hegemonía comunicacional, para que esos  testimonios se multipliquen y lleguen”, subrayó el también párroco de La Vega (Caracas).

Grandes cambios desde pequeñas acciones

Ingrid Graterol, médico especialista en Salud Pública de la ONG Cáritas, describió durante su intervención sobre La misión de la Iglesia resucitada: obras que reavivan la esperanza, cómo pese a la medida de cuarentena social que entró en vigencia el 16 de marzo, la labor social de la organización no se detiene. Destacó el apoyo de un grupo de voluntarios que llegan a sectores de difícil acceso para ayudar a quienes más lo necesitan, las familias que preparan los alimentos en las mismas comunidades hasta a leña si no tienen gas y de los aliados que donan insumos y comida.

“Esta situación nos llevó a ser creativos de en la caridad, a cambiar estrategias para superar obstáculos como la falta de gasolina para hacer llegar los alimentos y las medicinas. A pie, en carretilla, en bicicletas previa planificación de rutas, por cola, el que tiene gasolina, para llegar a  los más vulnerables, casa a casa”, explicó.

Indicó que el programa de nutrición a niños menores de cinco años y embarazadas sigue siendo una prioridad.  En estos momentos, además de proporcionarles un completo tratamiento alimenticio, se les dota de kits de protección (tapabocas, gel, guantes) contra el COVID-19, jabón en pastillas y hasta agua para que puedan lavarse las manos. La intención, subrayó es que entiendan que no están solos.

“Que nadie nos quite la esperanza, debemos aferrarnos a la fe, a la solidaridad, esperamos grandes cambios pero desde las pequeñas acciones se suma. La tarea de cada cristiano en Venezuela es llevar gestos de amor, solidaridad, más allá de ayuda material, es llevar esperanza y amor de Jesús”, agregó Graterol.

Cultura del encuentro

La coordinadora de Fe y Alegría, Luisa Pernalete, llamó durante su participación a la promoción de una cultura del encuentro para sobrellevar la crisis. La propuesta se traduce en la capacidad de tener empatía con el otro, escucharlo, entenderlo y superar el individualismo, bajo la premisa de que “todos nos necesitamos” porque la pandemia no distingue entre ricos y pobres.

“Vivimos la cultura del desencuentro, en la acumulación desmedida,  de exclusión, de desechar al otro, la corredera que no nos deja verlo. A esta emergencia humanitaria que acumula angustia se le suma cuarentena con el distanciamiento y así no podemos, nos empantanamos. Es una situación  tan grave que necesitamos al otro, no salimos si solo pensamos  en cómo saldré de esto solo. Ese es un gran obstáculo”, advirtió la educadora.

Explicó que su planteamiento se resume en cuatro “E”: escuchar, entender, empatía y extender la mano. “Escuchar es más que oír, hay que poner atención, incluso escuchar las expresiones del silencio que pueden decir mucho. No escuchar para responder sino para entender al otro sin descalificar”, expresó.

Destacó que el entendimiento es el que evita los juicios y nos permite entrar en la lógica del otro. Mencionó por ejemplo, que no podemos condenar y calificar de irresponsables a quienes salen a las calles en medio de la cuarentena, porque muchos viven del día a día y 88% de los venezolanos no tienen ahorros.

“Hay que animar al desanimado, al que cree que no hay nada que hacer. Hacer el bien sea lo que sea, extender la mano sin esperar nada a cambio y pedirle a Dios que nos regale más políticos a los que les duela el pueblo”, añadió.

Comunicado

Robert Rodríguez, de la organización Huellas, fue el encargado de dar lectura a un comunicado suscrito por 15 organizaciones que conforman la RASI, entre ellas la CEV, el Centro Gumilla, la Universidad  Católica Andrés Bello (UCAB), Cáritas, Fe y Alegría, entre otras organizaciones sociales.

El escrito resumió una interpelación al Estado por ser incapaz de garantizar derechos humanos esenciales como la vida, la salud, la alimentación y el acceso al agua, lo cual llevó a más de 5 millones de venezolanos a emigrar. También hace un llamado a la sociedad venezolana a mantenerse unida y luchar por restablecimiento pleno de los derechos con organización.

“La Iglesia no ha dejado de hacer acompañamiento, la pandemia no ha frenado  la labor ni dejar de buscar recursos para que la esperanza se mantenga firme en Venezuela,  pero no son suficientes, necesitamos políticas del Estado, que funcione, que crea y apoye  nuestro compromiso por el país”, leyó Rodríguez.

Acciones que inspiran

La segunda parte del XI Encuentro de Constructores de Paz,  moderado por los comunicadores Naky Soto y Luis Carlos Díaz consistió en la transmisión de videos que mostraron un poco de la labor social de Cáritas, el Servicio Jesuita de Refugiados con población vulnerable en la frontera y Fe y Alegría con Educar en cuarentena: mucho más que tareas. También, parte de la contribución del grupo social Cesap y  la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec) y la UCAB.

Desde Cesap se destacó que la ayuda en 64 comedores, distribuidos en 17 estados del país que beneficia a más de 13 mil personas no se detiene.

A partir de este sábado 30 de mayo el video completo del evento estará disponible en el canal de Youtube de Comunicaciones Gumilla.

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