Un pueblo silencioso, de persianas cerradas: es lo que se ha vuelto Barrancas del Orinoco, en el municipio Sotillo del estado Monagas, al oriente de Venezuela. A un mes de los enfrentamientos ocurridos el 1 de enero de 2022, los barranqueños intentan vivir con fingida normalidad, bajo la severa mirada de miembros de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), funcionarios de la Guardia Nacional (GNB) y efectivos la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Los negocios abren hasta las 4:00 de la tarde y no suena música desde hace semanas. Los indígenas apenas asoman el rostro y, cuando lo hacen, tienden a acudir a las tiendas de víveres a paso apresurado, para luego regresar al margen del río. Algunas familias intentan vender sus casas sencillas, con el afán de mudarse a Tucupita, en el vecino Delta Amacuro, o viajar 172 kilómetros hasta Maturín.
El primer día del año, se desató una balacera entre la banda local de crimen organizado, el Sindicato de Barrancas, y la guerrilla colombiana. El tiroteo dejó un saldo oficial de siete muertos y dos heridos, según informaron las autoridades. Sin embargo, los pobladores insistieron en que las cifras son más altas. A partir de entonces, hay una amplia presencia de cuerpos de seguridad del Estado.
Varios vecinos contaron a Efecto Cocuyo que en el pueblo reina una tensa quietud en los días y temor en las noches. Entre desplazamientos, incertidumbre y allanamientos viven los habitantes de Barrancas del Orinoco, para febrero de 2022.
PNB instala primer comando en Barrancas del Orinoco tras tiroteos
Una falsa paz
Una barranqueña, que no quiso ser identificada por seguridad, explicó que los niños del pueblos tienen clases semipresenciales, hasta el lunes 7 de febrero, donde volverán a la presencialidad completa. Por otro lado, aunque no hay un toque de queda oficial, la gente vuelve a sus casas ante de que el sol desaparezca.
Les asusta que puedan ocurrir enfrentamientos entre la PNB y los miembros del Sindicato, como los registrados el 4, 5, 13 y 24 de enero. En estos, murieron al menos cinco personas y se identificaron a dos de ellas como miembros de la banda delictiva: alias “el Pollito” y “Nego Nego”.
Desde el 14 de enero se instaló el primer comando de la policía, con 40 funcionarios activos, según informó en ese entonces el jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) en Monagas, general Ernesto Pérez Mota.
“La gigantesca cantidad de efectivos que estaban al principio ya no están. Pero sí quedan cuerpos de seguridad y todavía hay militares. Aún persisten las alcabalas y los puntos de control. Sin embargo, no hay ese exceso de funcionarios y muchos lo agradecen. Nos ponían nerviosos”, contó un habitante de Barrancas que solicitó resguardar su identidad.
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En el ambiente se respira una falsa paz que suele ser rota en las noches. Barranqueños explicaron a Efecto Cocuyo que la Guardia Nacional realiza allanamientos cuando oscurece, en busca de personas asociadas con el Sindicato de Barrancas.
Hace una semana, en el sector Negro Primero, varios funcionarios de la GNB ingresaron a una vivienda de una mujer que labora en en el Hospital Tulio López Ramírez y encontraron varias armas escondidas. Se la llevaron detenida frente a la mirada perpleja de los vecinos.
“Es una señora muy conocida. No sabemos si es que esa gente (El Sindicato) escondió eso en su patio o ella los estaba ayudando”, dijo un lugareño.
Ya el 18 de enero varios residentes del pueblo habían pedido la presencia del Ministerio Público o una ONG para denunciar los múltiples atropellos de los que, aseguran, han sido víctimas. Acusan a los efectivos del Estado de ser arbitrarios en los arrestos.
El vendedor de quesos
La penúltima semana de enero, un hombre que se dedica a vender quesos fue detenido por la policía en Barrancas del Orinoco. Sucedió en la mañana, luego de que un joven le pidiera al comerciante “la cola” en su moto y este accediera. En el comando de la policía, el vendedor se dio cuenta que el muchacho que había llevado consigo en el vehículo era un miembro de la banda local.
En el pueblo, pocos conocen quienes son verdaderamente los hombres del Sindicato. Los lugareños tienen cuidado cuando hablan de ellos, porque nunca se sabe quién puede estar escuchando.
Aunque el comerciante de lácteos insistió en su inocencia, en que no estaba relacionado con ninguna pandilla, finalmente los funcionarios lo despojaron de todo el dinero que llevaba encima, producto de sus últimas ventas. Por ello, decidió dirigirse a la Asociación de Ganaderos, desde donde realizó la denuncia, ya que no hay otro punto policial cercano al cuál acudir en la localidad.
“No nos sentimos seguros. Gente está agarrando sus cosas y saliendo del pueblo. Uno ya no sabe qué hacer si los mismos policías terminan perjudicándote. Puede que hoy estés tranquilo y mañana te metan preso, y ni siquiera sepas por qué”, contó un barranqueño, que pidió permanecer en el anonimato.
Cronología en Barrancas
Hasta febrero de 2022, los hechos en Barrancas del Orinoco se han desarrollado de la siguiente manera:
1 de enero de 2022. A las 4:00 de la madrugada se desata una balacera en frente a la vieja gasolinera de El Águila, entre miembros del Sindicato de Barrancas y presuntos guerrilleros colombianos. Los enfrentamientos duran casi 10 horas. A las 4:00 p.m. se presenta la Guardia Nacional Bolivariana en el sitio.
2 de enero de 2022. La periodista Pableysa Ostos informa que el tiroteo ocurrió por un conflicto entre la banda Sindicato de Barrancas y otro grupo irregular, quienes se disputan el control del combustible y el narcotráfico de la zona. De acuerdo con esta versión, la GNB registra siete personas fallecidas y solo dos lesionados, aunque los lugareños indican que hay más de 30 muertos y varias decenas de heridos.
3 de enero de 2022. Aparece el alcalde del municipio Sotillo, José Maldonado, un militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), y deja un escueto comunicado en sus redes sociales, llamando a la calma. Gran cantidad de autos blindados de diferentes cuerpos de seguridad y equipados con armas de alto calibre, toman las calles de Barrancas del Orinoco.
La organización no gubernamental Sin Mordaza emite un comunicado en redes sociales donde asegura que el conflicto se trató de enfrentamientos entre la banda local y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Barrancas del Orinoco: entre el desplazamiento y el crimen organizado
5 de enero de 2022. Vuelven a oírse detonaciones. Ingresa un cadáver al Hospital Tulio López Ramírez, de un integrante del Sindicato apodado «El Pollito», después de un enfrentamiento con la Policía Nacional Bolivariana.
El director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Douglas Rico, viaja a Barrancas con la finalidad de iniciar investigaciones sobre lo que ocurrió el primer día del año en esa localidad del municipio Sotillo.
6 de enero de 2022. Douglas Rico confirma siete muertos por el tiroteo del 1 de enero. No ofrece mayores detalles sobre el caso.
Ernesto Pérez Mota, comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) Monagas, informa que varios efectivos policiales y militares se desplegaron en Barrancas del Orinoco en búsqueda de grupos armados provenientes de Colombia. Es el primer pronunciamiento oficial de una autoridad militar venezolana sobre los enfrentamientos.
13 de enero de 2022. Nuevos enfrentamientos entre cuerpos de seguridad y el Sindicato de Barrancas se registran desde las 3:00 de la madrugada en los sectores de Villa Hermosa, Villa Lara y El Paraíso. Habitantes informan sobre dos fallecidos.
14 de enero de 2022. De acuerdo con Pérez Mota, se realiza una reunión que incluye a varios directores de organismos de seguridad ciudadana en el estado Monagas. En ella, también, se encuentra la coordinadora regional de la dirección de prevención al delito, María Solorzano, el coordinador regional del frente preventivo de la entidad, Darío Arreaza y el alcalde del municipio, José Maldonado. El objetivo es discutir la instalación de un «frente preventivo» en Sotillo.
Es instalado el primer comando de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en el pueblo, con 40 funcionarios designados.
30 de enero. La Zona Operativa de Defensa Integral de Monagas publica un comunicado en el que afirma que todavía hay funcionarios desplegados en Sotillo.
Funcionarios cuentan al medio El Pitazo que la incursión de la guerrilla en Barrancas del Orinoco se debe a que el Sindicato asaltó las embarcaciones de unos guerrilleros para robar dólares en efectivo y drogas, en diciembre de 2021. Esta versión no ha sido confirmada hasta el momento por autoridades oficiales.