Activistas de derechos humanos como Tamara Suju, la ONG Justicia Venezolana y el comisionado del Gobierno interino ante Naciones Unidas, Miguel Pizarro, divulgaron una carta del teniente coronel del Ejército, Igbert Marín Chaparro, en la que anuncia el inicio de una huelga de hambre desde su sitio de reclusión e la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Marín Chaparro, registrado por la ONG Justicia Venezolana como uno de los 180 militares presos por motivos políticos demanda la visita de una comisión de la oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, Comité de la Cruz Roja Internacional, el encargado de negocios de la Unión Europea y el Nuncio Apostólico, para que verifiquen las condiciones de reclusión de los allí privados de libertad.
El militar pide específicamente la visita a la llamada «casa de los sueños» en la Dgcim «para que verifiquen in situ los tratos crueles inhumanos y degradantes» a los cuales son sometidos a diario los presos políticos. En su caso, dice tener dos años consecutivos sufriendo los maltratos.
«En segundo lugar, una comisión de la Fiscalía General de la República y la Defensoría del Pueblo para que verifiquen in situ la misma situación, dando curso a la respectiva denuncia ante los citados organismos y ante la Fiscalía de la CPI (Corte Penal Internacional), por el uso sistemático de torturas y tratos crueles contra mi persona, los secuestros en la casa de los sueños y demás presos políticos», señala en la carta.
La «casa de los sueños» es un espacio con celdas de castigo, ubicado en el sótano de la Dgcim en Boleíta, Caracas, caracterizado, según denuncias, por ser muy cerrado y reducido con camas y duchas. El militar, autor de la carta, exige su eliminación por «ser depósito de seres humanos, centro de tortura y demás violaciones de DDHH.
Se ha advertido que -en general- la Dgcim no reúne las condiciones para funcionar como cárcel. Sin embargo, allí se encuentran recluidos oficiales acusados de conspiración por el gobierno de Nicolás Maduro.
Marín Chaparro y otros oficiales de alto rango fueron detenidos en marzo de 2018 y condenados a siete años de prisión. Se le acusó de liderar la operación denominada «Transición de la Dignidad del Pueblo» dirigida a derrocar a Maduro.
Por último, Marín Chaparro pide que se reanuden las negociaciones entre el gobierno de Maduro y la oposición en México e incluir la presencia de una representación de expresos políticos que logre la libertad y justicia para los privados de libertad civiles y militares.
«Solicito la liberación de todos los presos políticos civiles y militares del país a través de verdaderos indultos que se respeten y den fe de la voluntad de construir un país plural y democrático, apegado a la Constitución», expresa.
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Activistas de derechos humanos como Tamara Suju, la ONG Justicia Venezolana y el comisionado del Gobierno interino ante Naciones Unidas, Miguel Pizarro, divulgaron una carta del teniente coronel del Ejército, Igbert Marín Chaparro, en la que anuncia el inicio de una huelga de hambre desde su sitio de reclusión e la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Marín Chaparro, registrado por la ONG Justicia Venezolana como uno de los 180 militares presos por motivos políticos demanda la visita de una comisión de la oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, Comité de la Cruz Roja Internacional, el encargado de negocios de la Unión Europea y el Nuncio Apostólico, para que verifiquen las condiciones de reclusión de los allí privados de libertad.
El militar pide específicamente la visita a la llamada «casa de los sueños» en la Dgcim «para que verifiquen in situ los tratos crueles inhumanos y degradantes» a los cuales son sometidos a diario los presos políticos. En su caso, dice tener dos años consecutivos sufriendo los maltratos.
«En segundo lugar, una comisión de la Fiscalía General de la República y la Defensoría del Pueblo para que verifiquen in situ la misma situación, dando curso a la respectiva denuncia ante los citados organismos y ante la Fiscalía de la CPI (Corte Penal Internacional), por el uso sistemático de torturas y tratos crueles contra mi persona, los secuestros en la casa de los sueños y demás presos políticos», señala en la carta.
La «casa de los sueños» es un espacio con celdas de castigo, ubicado en el sótano de la Dgcim en Boleíta, Caracas, caracterizado, según denuncias, por ser muy cerrado y reducido con camas y duchas. El militar, autor de la carta, exige su eliminación por «ser depósito de seres humanos, centro de tortura y demás violaciones de DDHH.
Se ha advertido que -en general- la Dgcim no reúne las condiciones para funcionar como cárcel. Sin embargo, allí se encuentran recluidos oficiales acusados de conspiración por el gobierno de Nicolás Maduro.
Marín Chaparro y otros oficiales de alto rango fueron detenidos en marzo de 2018 y condenados a siete años de prisión. Se le acusó de liderar la operación denominada «Transición de la Dignidad del Pueblo» dirigida a derrocar a Maduro.
Por último, Marín Chaparro pide que se reanuden las negociaciones entre el gobierno de Maduro y la oposición en México e incluir la presencia de una representación de expresos políticos que logre la libertad y justicia para los privados de libertad civiles y militares.
«Solicito la liberación de todos los presos políticos civiles y militares del país a través de verdaderos indultos que se respeten y den fe de la voluntad de construir un país plural y democrático, apegado a la Constitución», expresa.