Con 95 años de edad, la reina Isabel II cumple 70 años en el trono británico este domingo 6 de febrero, fecha en la que conmemora su Jubileo de Platino. Es la primera monarca británica en alcanzar ese hito, convirtiéndose así en la soberana viva con el reinado más largo y una de las más longevas de la historia.
Estas son cuatro claves sobre sus siete décadas como monarca y sus recuentes anuncios sobre sus deseos para el momento de la sucesión.
Isabel II nació el 21 abril de 1926 en Londres. Primogénita del entonces príncipe Jorge, duque de York, Isabel II no estaba destinada a reinar, pero la abdicación de su tío Eduardo VIII para poder casarse con la estadounidense Wallis Simpson cambió el escenario de sucesión. Su padre asumió el trono en diciembre de 1936, convirtiéndola en heredera con tan solo diez años.
En 1947 se casó con Felipe de Mountbatten en la Abadía de Westminster. Un año después nació el príncipe Carlos, su primogénito y ahora heredero al trono.
A los 25 años, Isabel II subió al trono tras la muerte del rey Jorge VI el 6 de febrero de 1952 a consecuencia de un cáncer de pulmón a los 56 años. Su coronación el 2 de junio de 1953 en la Abadía de Westminster se convirtió en el gran acontecimiento mundial del año y en la primera retransmisión en directo que hizo la BBC.
Madre de cuatro hijos (Carlos, Ana, Andrés y Eduardo), abuela de ocho nietos y doce bisnietos, Isabel II ha compartido con 14 primeros ministros, desde Winston Churchill hasta Boris Johnson.
Tras 74 años de matrimonio y a punto de cumplir el siglo de vida, el 9 de abril de 2021 falleció su esposo, Felipe de Edimburgo.
A lo largo de su reinado, la reina Isabel ha recorrido tantos kilómetros como el equivalente a 42 vueltas completas alrededor del mundo y ha protagonizado unos 265 viajes al exterior, entre ellos su visita en mayo de 1991 a EEUU, ante cuyo Congreso pronunció el primer discurso de un monarca británico.
Es la primera monarca británica en llegar al Jubileo de Platino: 70 años en el trono. En una carta personal por su Jubileo de Platino, Isabel II agradeció a personas de «todas las nacionalidades, credos y edades» del Reino Unido y el resto del mundo por «la lealtad y el afecto» que le han mostrado durante su reinado.
En la carta explica que su ascenso al trono el 6 de febrero de 1952 le recuerda tanto el inicio de su reinado como la muerte ese mismo día de su padre, Jorge VI, en la residencia familiar de Sandringham (este de Inglaterra), donde la soberana pasa en privado esta jornada, al igual que las promesas que hizo antes de ser reina.
«Al conmemorar este aniversario, me complace renovarles la promesa que hice en 1947, de que mi vida siempre estará dedicada a su servicio», manifiesta.
La Reina, que firmó como «Su Servidora», pide que extiendan el respaldo a Carlos, de 73 años, y Camilla, de 74, y expresa su deseo de que Camilla «sea conocida como Reina consorte» cuando su primogénito se convierta en rey.
La carta aclara por primera vez este punto, pues hasta ahora se especulaba que la segunda esposa del heredero, con la que se casó en 2005 estando ambos divorciados, podría ser solo princesa.
«Cuando, en la plenitud de los tiempos, mi hijo Carlos se convierta en rey, sé que le darán a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me han dado a mí; y es mi sincero deseo que, llegado ese momento, Camilla sea conocida como Reina Consorte, mientras continúa con su propio servicio leal», escribió.
Ese mensaje se considera la alusión más clara hasta ahora al futuro de Carlos como rey, quien ha batido el récord en la historia británica de espera para acceder al trono, tras convertirse en heredero a los 3 años de edad.
A diferencia de su madre, admirada por su sentido del deber y discreción, Carlos es una figura más controvertida, pues a menudo expresa sus opiniones en público y en ocasiones ha tratado de influir al Gobierno.
La Reina también mencionó el «firme apoyo» que ella ha recibido de su familia y en especial de su fallecido esposo, el príncipe Felipe, del que dice que fue un compañero «dispuesto a desempeñar el papel de consorte y hacer de forma desinteresada los sacrificios que lo acompañan».
Isabel II participará del 2 al 5 de junio en celebraciones nacionales del Jubileo de Platino.
Su reinado de 70 años es solo superado como el más largo de la historia por Luis XIV, también conocido como el Rey Sol en Francia, que se mantuvo 72 años.
La tatarabuela de Isabel II, la reina Victoria y emperatriz de la India, quien como a la actual soberana no le correspondía ser reina al ocupar el quinto puesto en la línea de sucesión, logró igualmente un récord con 63 años y 216 días (del 20 de junio de 1837 al 22 de enero de 1901).
«(Es) el reinado más largo en la historia británica, más incluso que el de la reina Victoria. Y la reina ha sido testigo de enormes cambios en su reinado, el fin del imperio británico, la entrada y salida del Reino Unido de la UE (Unión Europea). Como todo, la monarquía ha tenido sus vaivenes», dijo a Efe Robert Hazell, experto constitucional del University College London (UCL) al resumir los años de Isabel II.
Algunos listados incluyen al rey Sobhuza II de Suazilandia (Esuatini), que reinó durante 82 años aunque en algunos momentos su territorio fue un protectorado británico.
También ubican en primeras posiciones también al rey Johann II de Liechtenstein, con 70 años y 91 días, y Bhumibol Adulyadej de Tailandia, en el trono durante siete décadas de 1946 a 2016, aunque su coronación fue en 1950.
Entre los monarcas vivos, siguen a Isabel II el sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, con 55; la reina Margarita de Dinamarca, con 50; el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, con 49, y el actual rey de Suazilandia, Mswati III, con 36.
Desde el impacto mediático de su coronación hasta la muerte de su esposo, pasando por el período de posguerra, las guerras en las Malvinas, Irak y Afganistán, la muerte de Diana de Gales o el Brexit, su reinado ha estado lleno de momentos de gran transcendencia tanto personal como social y política.
La reina calificó 1992 como su «annus horribilis», un año en el que los infortunios para su familia parecían no tener fin y habían llenado páginas y páginas en la prensa. Primero fue la separación de sus hijos Carlos y Andrés y el divorcio de su hija Ana. Solo unos días antes se había declarado un incendio que había causado daños considerables en el castillo de Windsor.
Los fantasmas del pasado reaparecieron en 2021 con la salida de su nieto Enrique y su esposa Meghan Markle de la casa real y en 2022 con la retirada de los cargos militares al príncipe Andrés por su relación con un escándalo sexual.
La muerte de Diana de Gales el 31 de agosto de 1997 en París ha sido uno de los momentos más delicados del reinado de Isabel II. Tanto que incluso se habló de su posible abdicación. La antigua princesa de Gales había rehecho su vida tras su divorcio en 1996 de Carlos de Inglaterra.
Ante las críticas recibidas por la distancia y falta de sensibilidad sobre el suceso, Isabel II apareció en televisión el 5 de septiembre para expresar su dolor y compartió el duelo con las personas que en el exterior de Buckingham Palace depositaban flores en honor de Diana. Además ordenó que el estandarte con las armas de su familia ondease a media asta.
El 1 de julio de 1999, la reina Isabel II celebró oficialmente la inauguración del Parlamento de Escocia. Un hecho histórico que se producía casi trescientos años después de que en 1707 se unieran los Parlamentos inglés y escocés, lo que dio lugar al Reino Unido.
El 23 de junio de 2016 los británicos decidieron abandonar las instituciones europeas. Aunque la reina Isabel II no ha tenido ningún papel en la aplicación del Brexit, los problemas para llegar a un acuerdo en el Parlamento alcanzaron a la soberana.
El 28 de agosto de 2019 el primer ministro Boris Johnson solicitó a Isabel II que suspendiera el Parlamento para dificultar las maniobras de los diputados partidarios de la Unión Europea. Un cierre temporal ya que en septiembre el Tribunal Supremo reactivó el Parlamento y calificó la maniobra de Johnson de «ilegal, nula y sin efecto».
Con información de EFE
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Con 95 años de edad, la reina Isabel II cumple 70 años en el trono británico este domingo 6 de febrero, fecha en la que conmemora su Jubileo de Platino. Es la primera monarca británica en alcanzar ese hito, convirtiéndose así en la soberana viva con el reinado más largo y una de las más longevas de la historia.
Estas son cuatro claves sobre sus siete décadas como monarca y sus recuentes anuncios sobre sus deseos para el momento de la sucesión.
Isabel II nació el 21 abril de 1926 en Londres. Primogénita del entonces príncipe Jorge, duque de York, Isabel II no estaba destinada a reinar, pero la abdicación de su tío Eduardo VIII para poder casarse con la estadounidense Wallis Simpson cambió el escenario de sucesión. Su padre asumió el trono en diciembre de 1936, convirtiéndola en heredera con tan solo diez años.
En 1947 se casó con Felipe de Mountbatten en la Abadía de Westminster. Un año después nació el príncipe Carlos, su primogénito y ahora heredero al trono.
A los 25 años, Isabel II subió al trono tras la muerte del rey Jorge VI el 6 de febrero de 1952 a consecuencia de un cáncer de pulmón a los 56 años. Su coronación el 2 de junio de 1953 en la Abadía de Westminster se convirtió en el gran acontecimiento mundial del año y en la primera retransmisión en directo que hizo la BBC.
Madre de cuatro hijos (Carlos, Ana, Andrés y Eduardo), abuela de ocho nietos y doce bisnietos, Isabel II ha compartido con 14 primeros ministros, desde Winston Churchill hasta Boris Johnson.
Tras 74 años de matrimonio y a punto de cumplir el siglo de vida, el 9 de abril de 2021 falleció su esposo, Felipe de Edimburgo.
A lo largo de su reinado, la reina Isabel ha recorrido tantos kilómetros como el equivalente a 42 vueltas completas alrededor del mundo y ha protagonizado unos 265 viajes al exterior, entre ellos su visita en mayo de 1991 a EEUU, ante cuyo Congreso pronunció el primer discurso de un monarca británico.
Es la primera monarca británica en llegar al Jubileo de Platino: 70 años en el trono. En una carta personal por su Jubileo de Platino, Isabel II agradeció a personas de «todas las nacionalidades, credos y edades» del Reino Unido y el resto del mundo por «la lealtad y el afecto» que le han mostrado durante su reinado.
En la carta explica que su ascenso al trono el 6 de febrero de 1952 le recuerda tanto el inicio de su reinado como la muerte ese mismo día de su padre, Jorge VI, en la residencia familiar de Sandringham (este de Inglaterra), donde la soberana pasa en privado esta jornada, al igual que las promesas que hizo antes de ser reina.
«Al conmemorar este aniversario, me complace renovarles la promesa que hice en 1947, de que mi vida siempre estará dedicada a su servicio», manifiesta.
La Reina, que firmó como «Su Servidora», pide que extiendan el respaldo a Carlos, de 73 años, y Camilla, de 74, y expresa su deseo de que Camilla «sea conocida como Reina consorte» cuando su primogénito se convierta en rey.
La carta aclara por primera vez este punto, pues hasta ahora se especulaba que la segunda esposa del heredero, con la que se casó en 2005 estando ambos divorciados, podría ser solo princesa.
«Cuando, en la plenitud de los tiempos, mi hijo Carlos se convierta en rey, sé que le darán a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me han dado a mí; y es mi sincero deseo que, llegado ese momento, Camilla sea conocida como Reina Consorte, mientras continúa con su propio servicio leal», escribió.
Ese mensaje se considera la alusión más clara hasta ahora al futuro de Carlos como rey, quien ha batido el récord en la historia británica de espera para acceder al trono, tras convertirse en heredero a los 3 años de edad.
A diferencia de su madre, admirada por su sentido del deber y discreción, Carlos es una figura más controvertida, pues a menudo expresa sus opiniones en público y en ocasiones ha tratado de influir al Gobierno.
La Reina también mencionó el «firme apoyo» que ella ha recibido de su familia y en especial de su fallecido esposo, el príncipe Felipe, del que dice que fue un compañero «dispuesto a desempeñar el papel de consorte y hacer de forma desinteresada los sacrificios que lo acompañan».
Isabel II participará del 2 al 5 de junio en celebraciones nacionales del Jubileo de Platino.
Su reinado de 70 años es solo superado como el más largo de la historia por Luis XIV, también conocido como el Rey Sol en Francia, que se mantuvo 72 años.
La tatarabuela de Isabel II, la reina Victoria y emperatriz de la India, quien como a la actual soberana no le correspondía ser reina al ocupar el quinto puesto en la línea de sucesión, logró igualmente un récord con 63 años y 216 días (del 20 de junio de 1837 al 22 de enero de 1901).
«(Es) el reinado más largo en la historia británica, más incluso que el de la reina Victoria. Y la reina ha sido testigo de enormes cambios en su reinado, el fin del imperio británico, la entrada y salida del Reino Unido de la UE (Unión Europea). Como todo, la monarquía ha tenido sus vaivenes», dijo a Efe Robert Hazell, experto constitucional del University College London (UCL) al resumir los años de Isabel II.
Algunos listados incluyen al rey Sobhuza II de Suazilandia (Esuatini), que reinó durante 82 años aunque en algunos momentos su territorio fue un protectorado británico.
También ubican en primeras posiciones también al rey Johann II de Liechtenstein, con 70 años y 91 días, y Bhumibol Adulyadej de Tailandia, en el trono durante siete décadas de 1946 a 2016, aunque su coronación fue en 1950.
Entre los monarcas vivos, siguen a Isabel II el sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, con 55; la reina Margarita de Dinamarca, con 50; el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, con 49, y el actual rey de Suazilandia, Mswati III, con 36.
Desde el impacto mediático de su coronación hasta la muerte de su esposo, pasando por el período de posguerra, las guerras en las Malvinas, Irak y Afganistán, la muerte de Diana de Gales o el Brexit, su reinado ha estado lleno de momentos de gran transcendencia tanto personal como social y política.
La reina calificó 1992 como su «annus horribilis», un año en el que los infortunios para su familia parecían no tener fin y habían llenado páginas y páginas en la prensa. Primero fue la separación de sus hijos Carlos y Andrés y el divorcio de su hija Ana. Solo unos días antes se había declarado un incendio que había causado daños considerables en el castillo de Windsor.
Los fantasmas del pasado reaparecieron en 2021 con la salida de su nieto Enrique y su esposa Meghan Markle de la casa real y en 2022 con la retirada de los cargos militares al príncipe Andrés por su relación con un escándalo sexual.
La muerte de Diana de Gales el 31 de agosto de 1997 en París ha sido uno de los momentos más delicados del reinado de Isabel II. Tanto que incluso se habló de su posible abdicación. La antigua princesa de Gales había rehecho su vida tras su divorcio en 1996 de Carlos de Inglaterra.
Ante las críticas recibidas por la distancia y falta de sensibilidad sobre el suceso, Isabel II apareció en televisión el 5 de septiembre para expresar su dolor y compartió el duelo con las personas que en el exterior de Buckingham Palace depositaban flores en honor de Diana. Además ordenó que el estandarte con las armas de su familia ondease a media asta.
El 1 de julio de 1999, la reina Isabel II celebró oficialmente la inauguración del Parlamento de Escocia. Un hecho histórico que se producía casi trescientos años después de que en 1707 se unieran los Parlamentos inglés y escocés, lo que dio lugar al Reino Unido.
El 23 de junio de 2016 los británicos decidieron abandonar las instituciones europeas. Aunque la reina Isabel II no ha tenido ningún papel en la aplicación del Brexit, los problemas para llegar a un acuerdo en el Parlamento alcanzaron a la soberana.
El 28 de agosto de 2019 el primer ministro Boris Johnson solicitó a Isabel II que suspendiera el Parlamento para dificultar las maniobras de los diputados partidarios de la Unión Europea. Un cierre temporal ya que en septiembre el Tribunal Supremo reactivó el Parlamento y calificó la maniobra de Johnson de «ilegal, nula y sin efecto».
Con información de EFE