Este martes se ejecutará la primera subasta del nuevo Dicom para la que se recibieron 18.055 posturas para la compra y venta de divisas, tras lo cual se publicarán los resultados. Pese a las promesas del Gobierno de que se aproxima un cambio real, expertos consultados por Efecto Cocuyo ven en la medida más de lo mismo: poca transparencia, limitados operadores y discrecionalidad en la asignación de divisas. Las mismas taras de los otros sistemas.

El ministro de Economía, Ramón Lobo, fue quien presentó el nuevo modelo. Uno de sus atributos, destacó, es que el sistema será más transparente que sus antecesores. Sin embargo, el economista y decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Ronald Balza, lo pone en duda.

“El sistema se presenta sin hacer pública toda la información necesaria para evaluar las políticas del Gobierno. No tiene sentido que se diga que va a tener una norma transparente si el Banco Central de Venezuela no ha emitido los niveles de inflación de estos últimos meses”, afirma Balza. A esta necesaria cifra añade otras como la balanza de pagos o la inversión internacional.

Otro de los puntos que señala el decano de la Ucab es la discrecionalidad del ente regulador al momento de asignar las divisas. En este sentido, advirtió que el Dicom “repotenciado” funcionará igual que el extinto Sicad, pero con unas bandas monitoreadas que “no responden a los excesos de la oferta y la demanda”.

Luis Zambrano Sequín, también economista y profesor universitario, coincide en este punto y advierte: “Hay demasiada discrecionalidad por parte de quien está administrando el sistema. Estas modificaciones al esquema cambiario no van a la solución de los problemas estructurales de por qué no hay divisas“.

Lobo explica que la compra y venta de divisas se hará de dos formas: a través de una subasta ordinaria o a través de una subasta de contingencia. Esta última, detalla, los dólares se priorizarán “en función de las prioridades económicas de la nación”. Para Balza, este punto representa una de las debilidades del Dicom y recuerda el funcionamiento del Sicad, pues intensifica la discrecionalidad y hace que se “privilegie a un sector” sobre los demás.

Sobre el aumento del dólar paralelo (a 6.079 bolívares) a la par de los anuncios gubernamentales, Zambrano Sequín dijo que la falta de cambios se vio reflejada en el mercado negro. “Si (el Dicom) hubiera cambiado esencialmente, esperarías ver que el dólar paralelo redujera su precio y lo que hizo fue elevarse. Los mercados perciben este nuevo sistema como algo que realmente no va a cambiar los fundamentos ni las distorsiones de estas políticas”, explicó.

“Tenemos meses esperando el nuevo Dicom y cada vez que el Gobierno hace un anuncio sobre el esquema cambiario, el paralelo se hace más fuerte. Sigue vivo y más fuerte”, aseguró Balza.

Pese a que el Gobierno anunció el nuevo Dicom y explicó que este se movería en un sistema de bandas con límites de 1.800 y 2.200 bolívares por dólar, no dijo nada sobre la tasa preferencial Dipro. Ambos economistas coinciden en que el nuevo esquema, al igual que sus antecesores, no atacan ni resuelven los problemas fundamentales del mercado cambiario. “Es un sistema limitado en precio, cantidades y los operadores”, expresó Balza.

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