Con los bolívares golpeados por los efectos de una hiperinflación que ya acumula siete meses de duración, según la Asamblea Nacional, la búsqueda de monedas internacionales para preservar el valor de los ahorros se hace una práctica cada vez más común entre los venezolanos.

En medio de la reducción en la oferta de bienes y servicios, el Banco Central de Venezuela (BCV) ha creado inmensas cantidades de bolívares para financiar al Gobierno nacional, lo cual ha ocasionado la pérdida del poder de compra de cada bolívar, porque se necesitan más para adquirir menos productos. Así lo aseguró la economista Anabella Abadi en el foro “La Hiperinflación en Venezuela: ¿Cómo derrotarla?” organizado por la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.

La respuesta ha sido inmediata: las personas intentan deshacerse de los bolívares rápidamente mediante la adquisición de bienes o divisas. Sin embargo, Abadi es tajante al decir que la dolarización no es suficiente ante la hiperinflación si no viene acompañado de un plan de estabilización macroeconómico que incentive la producción nacional.

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Advierte que en Ecuador y Zimbabue, países que aplicaron el proceso de dolarización, el desorden fiscal del Gobierno evitó que la inflación se frenara inmediatamente. Mientras el país suramericano tuvo una inflación de 92% anual justo después de la dolarización, para la nación africana fue una medida insatisfactoria.

En ambos casos, explicó Abadi, cuando el Ejecutivo necesitó financiamiento para sus proyectos creó una moneda adicional que convivió con el dólar, lo que les permitió mantener el gasto público que buscaron controlar.

“Venezuela no está dolarizada”

Una cosa es que se coticen precios en dólares y otra es que se transen en dólares, y en Venezuela persiste el primer caso, detalló la economista.

“¿Qué ocurre? Hay bienes que deben importarse porque no se producen en Venezuela, y quienes lo importan no tienen acceso a dólares oficiales (Dicom). Es por eso que cada productor debe poner un precio que le permita recuperar la inversión“, explicó Abadi en referencia a los precios de los productos ajustados a la tasa del dólar en el mercado paralelo.

Ni el Gobierno se salva de la hiperinflación

La hiperinflación no solo afecta a los ciudadanos de a pie, sino también a quienes dirigen al país desde el Gobierno, afirmó la experta.

La acelerada erosión de la confianza en la moneda nacional, el incremento acelerado de los precios y la destrucción del poder adquisitivo son factores que demuestran la inefectividad de las políticas gubernamentales.

Esto ha causado que los agentes internacionales pierdan la confianza igualmente en la administración de Nicolás Maduro, dando paso a la restricción del financiamiento al Estado venezolano y la disminución de las inversiones en el país.

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Foto principal: Prodavinci

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