El dólar plantó sus raíces en el país durante #4AñosDeHiperinflación

ECONOMÍA · 22 DICIEMBRE, 2021 12:00

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Margaret López


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La mayoría de los economistas coinciden en que el fin de la hiperinflación venezolana llegará en 2022, pero ninguno le apuesta a que esto supondrá un fortalecimiento del bolívar frente al dólar. Las proyecciones son que la economía venezolana permanecerá bajo este esquema con múltiples monedas en donde también entran pesos colombianos, reales brasileños, euros y hasta gramos de oro por otro largo período.

“Todas las hiperinflaciones estimulan la dolarización de la economía y el caso venezolano no es la excepción. Mientras más prolongada sea la hiperinflación, mayor es el efecto de la dolarización”, explicó el economista Luis Zambrano Sequín del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), en entrevista con Efecto Cocuyo.

En diciembre se cumplen 48 meses completos de la hiperinflación venezolana y eso es lo que explica en gran parte que las tiendas muestren sus precios en dólares, que los trabajadores pauten sus salarios en divisas y que, incluso, la propia administración de Nicolás Maduro se vio forzada durante este año a cancelarle a sus proveedores petroleros con monedas distintas al bolívar.

Sin embargo, la apuesta oficial del Ejecutivo es que el bolívar pueda recuperar terreno y que las transacciones con dólares en efectivo en las calles puedan disminuir a partir de enero próximo.

“La derecha extremista pretende sumar a Venezuela a la lista de países dolarizados. Se quedarán con las ganas (…) Ese sería el peor error que nosotros pudiéramos cometer”, exclamó Delcy Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva y ministra de Economía y Finanzas, durante la presentación del Proyecto de Ley de Presupuesto para el Ejercicio Económico Financiero 2022 ante la Asamblea Nacional.

El refugio en medio de la hiperinflación

La relación de la economía venezolana con el dólar es de vieja data, aunque ningún modelo económico fue capaz de prever la rapidez en la que la moneda estadounidense plantó sus raíces y se afianzó en las calles en estos cuatro años más recientes.

“La dolarización venezolana ocurrió de forma espontánea con la hiperinflación. La gente le dio valor al dólar y allí se refugió. No fue algo impulsado por un grupo o un movimiento en particular”, apuntó el economista Óscar Torrealba, quien es investigador del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice), en entrevista con Efecto Cocuyo.

Si un venezolano sale con un billete de un dólar en efectivo tiene la posibilidad de cancelar en prácticamente cualquier comercio y en cualquier ciudad del país. Además, es posible que pueda beneficiarse de las ofertas de “cuatro canillas por un dólar” o “dos pastelitos más jugo natural” que se consiguen en las panaderías y luncherías, un mundo donde cancelar con bolívares por medio de una tarjeta de débito puede suponer una desventaja al tener que pagar un extra a la tasa de cambio fijada por el Banco Central de Venezuela (BCV).

El dólar que comenzó siendo la mejor forma de ahorrar dinero tras la devaluación del llamado “Viernes Negro” de 1983 en Venezuela, ahora también cumple otras funciones como medio de pago e incluso, unidad de cuenta para el marcaje de precios de productos y toda clase de servicios.

La moneda estadounidense es hoy el referente a la hora de hablar de los precios de los inmuebles y los vehículos como ocurrió durante la quiebra bancaria de los años noventa. Pero también lo es para la venta de productos más comunes como un teléfono celular, un repuesto para una moto, un televisor, una nevera o incluso la ropa que se vende de manera informal en las aceras de Caracas.

“Lo que tenemos ahora es muy distinto al ahorro en dólares que antes hicieron las clases altas o la clase media venezolana. Se profundizó la sustitución de la moneda nacional en los precios de los productos por la hiperinflación y, también, como medio de pago por la falta de bolívares en efectivo. Podemos decir que el dólar tomó esas otras dos funciones del dinero y desdolarizar no es sencillo”, advirtió Zambrano Sequín.

El dólar se impuso en los comercios

El estudio más reciente de Ecoanalítica que siguió 24.324 transacciones en las 10 ciudades principales del país encontró que más de la mitad de las compras en una semana en octubre pasado se pagaron con divisas.

La sustitución del bolívar es más marcada en las ciudades fronterizas. Al punto que más de 90 % de las transacciones seguidas en San Cristóbal se hicieron con una moneda distinta al bolívar como los pesos colombianos. Maracaibo, Lecherías y Porlamar son ciudades con más de 80 % de las compras canceladas con moneda extranjera. Esta proporción llegó a 60 % en Caracas, mientras que Barquisimeto es la ciudad con la menor incidencia de las divisas en las compras con 45 %.

Este avance de la dolarización estuvo impulsado por la hiperinflación, pero también contó con la tolerancia de la administración de Nicolás Maduro que se vio forzada a flexibilizar el férreo control cambiario para inyectarle oxígeno a la economía venezolana. Aunque ahora parece que el fenómeno se encontró con un muro que impide una mayor profundización.

“Una dolarización bancaria completa en divisas no creo que la veamos, porque no hay una cámara de compensación en divisas y tampoco hay un fisco confiado en que puede recaudar divisas para asumir sus costos y sus pasivos laborales en dólares”, argumentó la economista Tamara Herrera, en entrevista para Efecto Cocuyo.

Para la directora de la firma Síntesis Financiera, el avance del dólar durante el próximo año continuará “de manera gradual, imprevista y no programada”. En otras palabras, el bolívar seguirá como la moneda oficial y con el apoyo estatal, pero en una pelea para no cederle más terreno a la moneda con los rostros presidenciales de los Estados Unidos.

Fotografías: Mairet Chourio 

ECONOMÍA · 22 DICIEMBRE, 2021

El dólar plantó sus raíces en el país durante #4AñosDeHiperinflación

Texto por Margaret López

La mayoría de los economistas coinciden en que el fin de la hiperinflación venezolana llegará en 2022, pero ninguno le apuesta a que esto supondrá un fortalecimiento del bolívar frente al dólar. Las proyecciones son que la economía venezolana permanecerá bajo este esquema con múltiples monedas en donde también entran pesos colombianos, reales brasileños, euros y hasta gramos de oro por otro largo período.

“Todas las hiperinflaciones estimulan la dolarización de la economía y el caso venezolano no es la excepción. Mientras más prolongada sea la hiperinflación, mayor es el efecto de la dolarización”, explicó el economista Luis Zambrano Sequín del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), en entrevista con Efecto Cocuyo.

En diciembre se cumplen 48 meses completos de la hiperinflación venezolana y eso es lo que explica en gran parte que las tiendas muestren sus precios en dólares, que los trabajadores pauten sus salarios en divisas y que, incluso, la propia administración de Nicolás Maduro se vio forzada durante este año a cancelarle a sus proveedores petroleros con monedas distintas al bolívar.

Sin embargo, la apuesta oficial del Ejecutivo es que el bolívar pueda recuperar terreno y que las transacciones con dólares en efectivo en las calles puedan disminuir a partir de enero próximo.

“La derecha extremista pretende sumar a Venezuela a la lista de países dolarizados. Se quedarán con las ganas (…) Ese sería el peor error que nosotros pudiéramos cometer”, exclamó Delcy Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva y ministra de Economía y Finanzas, durante la presentación del Proyecto de Ley de Presupuesto para el Ejercicio Económico Financiero 2022 ante la Asamblea Nacional.

El refugio en medio de la hiperinflación

La relación de la economía venezolana con el dólar es de vieja data, aunque ningún modelo económico fue capaz de prever la rapidez en la que la moneda estadounidense plantó sus raíces y se afianzó en las calles en estos cuatro años más recientes.

“La dolarización venezolana ocurrió de forma espontánea con la hiperinflación. La gente le dio valor al dólar y allí se refugió. No fue algo impulsado por un grupo o un movimiento en particular”, apuntó el economista Óscar Torrealba, quien es investigador del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice), en entrevista con Efecto Cocuyo.

Si un venezolano sale con un billete de un dólar en efectivo tiene la posibilidad de cancelar en prácticamente cualquier comercio y en cualquier ciudad del país. Además, es posible que pueda beneficiarse de las ofertas de “cuatro canillas por un dólar” o “dos pastelitos más jugo natural” que se consiguen en las panaderías y luncherías, un mundo donde cancelar con bolívares por medio de una tarjeta de débito puede suponer una desventaja al tener que pagar un extra a la tasa de cambio fijada por el Banco Central de Venezuela (BCV).

El dólar que comenzó siendo la mejor forma de ahorrar dinero tras la devaluación del llamado “Viernes Negro” de 1983 en Venezuela, ahora también cumple otras funciones como medio de pago e incluso, unidad de cuenta para el marcaje de precios de productos y toda clase de servicios.

La moneda estadounidense es hoy el referente a la hora de hablar de los precios de los inmuebles y los vehículos como ocurrió durante la quiebra bancaria de los años noventa. Pero también lo es para la venta de productos más comunes como un teléfono celular, un repuesto para una moto, un televisor, una nevera o incluso la ropa que se vende de manera informal en las aceras de Caracas.

“Lo que tenemos ahora es muy distinto al ahorro en dólares que antes hicieron las clases altas o la clase media venezolana. Se profundizó la sustitución de la moneda nacional en los precios de los productos por la hiperinflación y, también, como medio de pago por la falta de bolívares en efectivo. Podemos decir que el dólar tomó esas otras dos funciones del dinero y desdolarizar no es sencillo”, advirtió Zambrano Sequín.

El dólar se impuso en los comercios

El estudio más reciente de Ecoanalítica que siguió 24.324 transacciones en las 10 ciudades principales del país encontró que más de la mitad de las compras en una semana en octubre pasado se pagaron con divisas.

La sustitución del bolívar es más marcada en las ciudades fronterizas. Al punto que más de 90 % de las transacciones seguidas en San Cristóbal se hicieron con una moneda distinta al bolívar como los pesos colombianos. Maracaibo, Lecherías y Porlamar son ciudades con más de 80 % de las compras canceladas con moneda extranjera. Esta proporción llegó a 60 % en Caracas, mientras que Barquisimeto es la ciudad con la menor incidencia de las divisas en las compras con 45 %.

Este avance de la dolarización estuvo impulsado por la hiperinflación, pero también contó con la tolerancia de la administración de Nicolás Maduro que se vio forzada a flexibilizar el férreo control cambiario para inyectarle oxígeno a la economía venezolana. Aunque ahora parece que el fenómeno se encontró con un muro que impide una mayor profundización.

“Una dolarización bancaria completa en divisas no creo que la veamos, porque no hay una cámara de compensación en divisas y tampoco hay un fisco confiado en que puede recaudar divisas para asumir sus costos y sus pasivos laborales en dólares”, argumentó la economista Tamara Herrera, en entrevista para Efecto Cocuyo.

Para la directora de la firma Síntesis Financiera, el avance del dólar durante el próximo año continuará “de manera gradual, imprevista y no programada”. En otras palabras, el bolívar seguirá como la moneda oficial y con el apoyo estatal, pero en una pelea para no cederle más terreno a la moneda con los rostros presidenciales de los Estados Unidos.

Fotografías: Mairet Chourio 

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