Credit: Iván Reyes

Deuda millonaria y en default. En los últimos 20 años el nivel de pasivos en divisas del país se sextuplicó, según un informe elaborado por la Subcomisión de Deuda y Crédito Público de la Asamblea Nacional (AN) al que tuvo acceso Efecto Cocuyo.

En ese período, detalla el informe, la deuda pública nacional pasó de 22.586 millones de dólares en 1999 a $130.633 millones al cierre de 2018. Esa cifra es 4 veces superior a los ingresos por exportaciones reportados por el Banco Central de Venezuela (BCV) durante ese año, los cuales apenas alcanzaron los $33.677 millones.

El 88,5% ($29.810 millones) de dichos ingresos surge de las ventas de petróleo. Pero en medio de la caída en la producción de crudo venezolano, que se ubica en solo 750.000 barriles diarios, ese flujo de divisas se estima será mucho más bajo este año, de acuerdo con la consultora Ecoanalítica.

Si bien la deuda externa se contrajo desde un tope de $149.296 millones en 2016 a $18.663 millones menos en 2018, la Subcomisión de Deuda y Crédito Público del Parlamento explica que la reducción es producto de la pérdida de acceso a los mercados internacionales y la amortización de “préstamos contratados con otras fuentes de financiamiento no convencional”.

Las estimaciones de la Subcomisión son productos de análisis basados en información pública y privada. Entre ellos, destacan, la data del BCV, Instituto Nacional de Estadística, Ministerio de Finanzas, Pdvsa, Banco Mundial, Ofac, FMI, BID y Ecoanalítica.

¿Cómo se distribuye la deuda del país?

Entre bonos, pagos a proveedores, acuerdos internacionales y compromisos comerciales se aglomeran las deudas del sector público venezolano. No obstante, la mayor parte se concentra en los tenedores de los títulos de valor que, de acuerdo con el informe, tienen el control de $36.100 millones.

Distribuidos en 15 bonos soberanos, los años con las emisiones más altas fueron 2008, con $4.000 millones; $9.695 millones en 2011; y otros $5.000 millones en 2016. Los vencimientos de los bonos, que aún están vigentes, se ubican entre 2018 y 2038.

Sin embargo, muchos de ellos cayeron en default. Para mayo de este año, se había incumplido con el pago de $5.541 millones en intereses y $2.052 millones en capital.

Con respecto a la deuda bilateral, que corresponde a operaciones entre Estados, el máximo se lo lleva el Gobierno ruso, cuya deuda pasó de un tope de $4.003 millones en 2016 a $2.915 millones en 2018.

También se encuentra la deuda con organismos extranjeros como la Corporación Andina de Fomento, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, con quienes los compromisos llegan a $4.980 millones.

Pdvsa también quedó salpicada. Su deuda representa $28.700 millones. En simultáneo con el cese de pagos por parte de la República, se produjo el default de los títulos emitidos por la estatal: los impagos equivalen a $3.577 millones.

El impago de los compromisos compromete los activos del país en el extranjero, especialmente Citgo, la filial de Pdvsa en Estados Unidos, que es asechada por los principales acreedores de la deuda venezolana.

Fondo Chino en medio de la opacidad

Mucho se dio y poco se conoce del destino del dinero. El Fondo Chino, como se conoce las relaciones que inició el presidente fallecido Hugo Chávez con el Gobierno chino, y que representaron un total de $50.000 millones, se dividieron en cuatro importantes líneas de créditos.

El primero, aglomeró tres desembolsos entre 2008, 2011 y 2014 por $12.000 millones. Un segundo, también de tres desembolsos entre los años 2009, 2012 y 2015 por $13.000 millones. El tercero, en 2013, por $5.000 millones. Y el de mayor volumen, entre 2010 y 2011, un total de $20.000 millones en dos desembolsos.

En un contexto de restricción de divisas, Venezuela envía miles de barriles diarios de petróleo a China para honrar la deuda. Pero, advierte el documento de la AN, aún existe un monto vigente por $19.283 millones.