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En el terreno, luego de ese hit sencillo, sus compañeros de equipo, su familia (estaba también su mamá) no tardaron en celebrar los 3.000 de Miguel Cabrera.

A penas soltó el bate y se remontó a la primera base, las palmadas y los abrazos se dejaron sentir sobre el pelotero maracayero.

«Agradezco a Dios por mi familia y por todo lo que me ha dado, por esta victoria! Quiero darles las gracias a los fans por el apoyo durante toda mi carrera, los 3000 hits no pudieron llegar en un mejor momento…», escribió en su cuenta oficial de Twitter.

El 3.000 no viajó tan lejos, al menos no en distancia. Fue sencillo, según los comentaristas de la gran carpa, pero fue sólido y directo al jardín derecho y eso lo llevó, a la tan ansiada categoría de fama al lado de los mejores bateadores en la historia del deporte.

El venezolano solo necesitó de un turno, este sábado 23 de abril, para disparar la bola que formará parte de los objetos que hacen historia en el béisbol.

Luego de ese turno, Cabrera añadió un sencillo de dos anotaciones en el sexto inning y fue retirado por un corredor emergente, dirigiéndose a la cabina bajo una gran ovación y con 3.001 imparables en su trayectoria.

Los Tigres de Detroit aplastaron 13-0 a los Rockies de Colorado en el primer encuentro de una doble cartelera.

«Creo que sigo soñando», declaró. «Poder ver el 3.000 en la pizarra es algo muy especial».

Cabrera es uno de los mejores bateadores en la historia de este deporte. Ha ganado cuatro títulos de bateo, superado .300 de promedio 11 veces, con una 12da temporada de .299.