Popularmente se dice que las noches de la Uefa Champions League (UCL) están cargadas de una mística especial. Algo tienen, no se sabe si es el himno, la tradicional bandera en el centro del campo o el hecho de que suelan enfrentarse los mejores clubes de Europa. El punto es que este martes 10 de abril el mundo volvió a vivir una noche mágica de la Liga de Campeones europea gracias al triunfo de la Roma sobre el todopoderoso Barcelona 3-0 en suelo italiano.

No es imposible ganarle a un equipo como el Barcelona F. C., aunque bastante lo parezca. En el partido de ida la AS Roma se vio fácilmente superada por el fútbol de los blaugranas en la ciudad condal. 4-1 cayeron los italianos, que lograron salvar la honra con un gol de Edin Dzeko en el minuto 80. Aquel partido celebrado el pasado 4 de abril parecía dejar la eliminatoria cerrada.

La vuelta no debía ser demasiado complicada para la oncena española, que domina a placer la Liga en su país y que está a pocas jornadas de hacerse con el título en esta temporada. Los catalanes viajaron con confianza a la capital italiana, después de todo la única manera de quedar eliminados es que la Roma les hiciera un festival de goles, algo que se antojaba muy complicado.

Pero la magia de la UCL volvió a relucir. Apenas seis minutos tenía el compromiso y “La Loba” anotaba el primero. El gol llegó gracias al bosnio Edin Dzeko, quien aprovechó una desatención en la defensa blaugrana y empujó el balón al fondo de las redes ante la mirada del arquero Marc-Andre Ter Stegen, quien no pudo hacer nada para evitar la caída de su arco.

Sin embargo, todavía quedaba mucho partido, y la Roma tenía que anotar dos goles más, aparte de no recibir ninguno, para así lograr su pase a las semifinales de la UCL. El primer tiempo finalizó 1-0 con el tanto del “rey bosnio” y la Roma se veía más afianzada en el campo que su rival.

La segunda parte sería un vendaval italiano sobre los culés. El guardameta del Barcelona tuvo que utilizar todos los recursos posibles para detener los recurrentes remates del conjunto italiano. Diez minutos después de iniciar el segundo tiempo, Gerard Piqué no pudo dominar en el cuerpo a cuerpo a Dzeko y terminó derribando al delantero bosnio en el área; el árbitro francés Clément Turpin sentenció penal y el capitán Daniele De Rossi marcó desde los doce pasos para poner el partido a ley de un gol, cuando apenas se jugaba el minuto 56.

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Parecía una suerte de justicia poética para De Rossi, puesto que el capitán de la Roma había anotado en propia puerta en el partido de ida y ahora ponía a su equipo a tan solo un tanto de eliminar al Barcelona.

Los embates de la Roma crecieron y el Barcelona no lograba hilvanar un ataque peligroso. El director técnico del equipo italiano, Eusebio Di Francesco, agregó más potencia en la delantera con Stephan El Sharaawy y el encuentro llegaba a sus últimos diez minutos.

Nuevamente el fútbol ofreció justicia. En el ’82 llegó un cabezazo del griego Konstantinos Manolas, quien entró completamente solo al área catalana y venció al guardameta para estallar en alegría con los más de 72 mil espectadores del Estadio Olímpico de Roma y con todo el equipo italiano. Estaban dejando fuera al Barcelona contra todo pronóstico.

IMPERIAL MANOLAS
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— La Voz del Calcio (@LaVozdelCalcio) April 10, 2018

Justamente Manolas fue otro de los jugadores que marcó en propia puerta en el partido de ida ante el Barcelona y ahora le daba el pase a su equipo a una semifinal de UCL.

Los culés asumieron el ataque en los siguientes minutos, pero se encontraron con una barrera romana ante el arco defendido por el brasilero Alisson, quien logró dejar su portería en cero.

El árbitro francés marcó el final del partido y los jugadores del equipo italiano recorrieron la cancha para celebrar el pase histórico a semifinales y el logro de un verdadero milagro ante un equipo favorito como el blaugrana. Después de todo, uno de los apodos de la Roma es “La Mágica“, así como la noche que vivieron este 10 de abril.

El Barcelona se quedó con las ganas de luchar por un triplete en la temporada 2017-2018, aunque se mantienen con la posibilidad de quedar campeones en su Liga y en la Copa del Rey. El único equipo con posibilidades reales de alcanzar el triplete ahora es el Bayern Munich, que ya se alzó con el título de la Primera División de Alemania, la Bundesliga.

Los partidos de ida de las semifinales serán el 24 y 25 de abril, mientras que la vuelta será el 1 y el 2 de mayo. A esa ronda han clasificado el Liverpool y la Roma, mas será este miércoles 11 de abril  cuando se disputarán los encuentros entre el Real Madrid y la Juventus, además del partido entre el Bayern Munich y el Sevilla.

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