Nuevo día, nueva dinámica de organización. Este 1 de junio se formaron cuatro colas con cientos de personas frente al hotel Alba Caracas, ubicado en el municipio Libertador de Caracas, lugar destinado para la jornada de vacunación contra el COVID-19 desde el pasado sábado 29 de mayo. La última era para el personal de salud rezagado.
Hace cuatro días se iniciaron las jornadas de vacunación a ciudadanos de la tercera edad y con factores de riesgo. El sábado 29 de mayo los interesados en la inmunización se acumulaban solo en las dos áreas dispuestas dentro del hotel sanitario y en la entrada del hotel, donde se formó una sola fila.
En cambio, este martes las personas se organizaron en cuatro tramos para recibir su primera dosis. Esta nueva disposición, evitó que se alargara por cuadras más allá de la estación del Metro Bellas Artes.
En la avenida México, los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) habilitaron una fila para personas que recibieron su mensaje de texto de la plataforma Patria, otra para la tercera edad sin el mensaje, una para menores de 60 años y una última para el personal de salud rezagado.
Hasta las 11:30 de la mañana de este martes, el personal de salud no se había movido. Una persona consultada por Efecto Cocuyo explicó que llegó a las 6:30 a.m. pero que no han dejado pasar a nadie del sector. Era el número seis de la cola.
Uno de sus amigos se acercó a un militar que dirigía la logística de los alrededores del hotel. Cuando le consultó sobre si dejarían pasar al personal de salud, el funcionario respondió que «no están vacunando a menores de 60 años«.
Sin embargo, hasta las 11:30 a. m., los efectivos sólo dejaban pasar a quienes tenían su mensaje de texto. Permitían el ingreso en grupos de diez a 12, y los dirigían por el acceso al estacionamiento del hotel.
La señora María Robles, de 50 años, salió a las 3:00 a.m de su casa en Filas de Mariches (estado Miranda) con la esperanza de poder acceder a la vacuna contra el COVID-19.
Llegó a las 4:00 a.m. con sus dos hijos y se ubicó en el lugar de habilitado para los menores de 60 años. Cuando llegó había aproximadamente 30 personas delante de ella.
Horas después, los funcionarios de la GNB pidieron a quienes formaban la fila -que ya se abultaba en la punta- correrse para atrás y garantizar así el distanciamientos social. Luego, de ese procedimiento Robles quedó más lejos del inicio, pues lo que se aglomeraron me metieron y agrandaron la cola.
Semanas antes se anotó en una lista de su comunidad para vacunarse. También, se inscribió en la plataforma Patria. Sin embargo, a la fecha, no ha recibido el mensaje. «Queremos estar ya vacunados», comentó.
Agregó que en el sector donde vive hay muchos casos de COVID-19, por esa razón teme contagiarse y que su asma empeore. Hasta las 11:00 a.m. no se había movido de lugar.
Justo al lado, aunque en una fila más corta, se encontraba Olimpo Rodríguez, de 69 años. Recibió el mensaje de la plataforma Patria el pasado lunes. Decía que debía presentarse en el hotel Alba Caracas entre las 8:00 a.m. y las 11 a.m. para vacunarse.
Cuando llegó a la avenida México, alrededor de las 7:30 de la mañana, tenía entre 70 y 80 personas por delante. Tres horas después aún le faltan cerca de 30 personas para su turno.
La cola de personas de la tercera edad es la más larga. A las 11:30 a.m. llegaba hasta metros antes de la avenida Bolívar, a nivel del jardín organopónico. Cientos de personas se instalaron con sus banquitos a leer o conversar con sus acompañantes.
Una señora, que no quiso ser identificada, contó a Efecto Cocuyo que llegó a las 5:00 a.m. Vive en el centro de Caracas. Gracias a las noticias se enteró de la jornada y decidió acercarse para ver si tenía oportunidad. Sufre de enfermedades preexistentes que pueden agravar su diagnóstico si se contagia de COVID-19: es diabética e hipertensa.
Ul muchacho de 33 años, que no quiso ser identificado, se acercó a la jornada de vacunación el pasado domingo para que su mamá, de 73 años, recibiera la primera dosis. Aún no había recibido el mensaje de la plataforma patria pero igual decidieron ir. Llegaron a las 4:20 a.m. y salieron a las 11 a.m.
Su mamá ingresó a las áreas de vacunación a las 9:00 a.m. Le llamó la atención que había muchas personas jóvenes a la espera de que el personal de salud los llamara para recibir la inmunización.
Cuando preguntó si podía vacunarse, le respondieron «vente el lunes». Ayer se acercó y había tres filas formadas: una de sector salud, otra de personas de la tercera edad y una más de personas menores de 60 años. Tampoco logró vacunarse.
Quien sí tuvo la suerte de salir vacunado antes del mediodía fue el señor Manuel Fermín, de 78 años. Recibió el mensaje de la plataforma Patria el pasado lunes y se presentó en la avenida México a las 6:00 a.m.
Contó que, ya después de ingresar al estacionamiento, el personal de control divide a las personas por tres rangos de edades: de 50 años en adelante, de 60 años en adelante y una última de personas de 70 años o más. Después, solo tiene que esperar a que los llamen. Cerca de 15 funcionarios están colocando las vacunas.
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Nuevo día, nueva dinámica de organización. Este 1 de junio se formaron cuatro colas con cientos de personas frente al hotel Alba Caracas, ubicado en el municipio Libertador de Caracas, lugar destinado para la jornada de vacunación contra el COVID-19 desde el pasado sábado 29 de mayo. La última era para el personal de salud rezagado.
Hace cuatro días se iniciaron las jornadas de vacunación a ciudadanos de la tercera edad y con factores de riesgo. El sábado 29 de mayo los interesados en la inmunización se acumulaban solo en las dos áreas dispuestas dentro del hotel sanitario y en la entrada del hotel, donde se formó una sola fila.
En cambio, este martes las personas se organizaron en cuatro tramos para recibir su primera dosis. Esta nueva disposición, evitó que se alargara por cuadras más allá de la estación del Metro Bellas Artes.
En la avenida México, los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) habilitaron una fila para personas que recibieron su mensaje de texto de la plataforma Patria, otra para la tercera edad sin el mensaje, una para menores de 60 años y una última para el personal de salud rezagado.
Hasta las 11:30 de la mañana de este martes, el personal de salud no se había movido. Una persona consultada por Efecto Cocuyo explicó que llegó a las 6:30 a.m. pero que no han dejado pasar a nadie del sector. Era el número seis de la cola.
Uno de sus amigos se acercó a un militar que dirigía la logística de los alrededores del hotel. Cuando le consultó sobre si dejarían pasar al personal de salud, el funcionario respondió que «no están vacunando a menores de 60 años«.
Sin embargo, hasta las 11:30 a. m., los efectivos sólo dejaban pasar a quienes tenían su mensaje de texto. Permitían el ingreso en grupos de diez a 12, y los dirigían por el acceso al estacionamiento del hotel.
La señora María Robles, de 50 años, salió a las 3:00 a.m de su casa en Filas de Mariches (estado Miranda) con la esperanza de poder acceder a la vacuna contra el COVID-19.
Llegó a las 4:00 a.m. con sus dos hijos y se ubicó en el lugar de habilitado para los menores de 60 años. Cuando llegó había aproximadamente 30 personas delante de ella.
Horas después, los funcionarios de la GNB pidieron a quienes formaban la fila -que ya se abultaba en la punta- correrse para atrás y garantizar así el distanciamientos social. Luego, de ese procedimiento Robles quedó más lejos del inicio, pues lo que se aglomeraron me metieron y agrandaron la cola.
Semanas antes se anotó en una lista de su comunidad para vacunarse. También, se inscribió en la plataforma Patria. Sin embargo, a la fecha, no ha recibido el mensaje. «Queremos estar ya vacunados», comentó.
Agregó que en el sector donde vive hay muchos casos de COVID-19, por esa razón teme contagiarse y que su asma empeore. Hasta las 11:00 a.m. no se había movido de lugar.
Justo al lado, aunque en una fila más corta, se encontraba Olimpo Rodríguez, de 69 años. Recibió el mensaje de la plataforma Patria el pasado lunes. Decía que debía presentarse en el hotel Alba Caracas entre las 8:00 a.m. y las 11 a.m. para vacunarse.
Cuando llegó a la avenida México, alrededor de las 7:30 de la mañana, tenía entre 70 y 80 personas por delante. Tres horas después aún le faltan cerca de 30 personas para su turno.
La cola de personas de la tercera edad es la más larga. A las 11:30 a.m. llegaba hasta metros antes de la avenida Bolívar, a nivel del jardín organopónico. Cientos de personas se instalaron con sus banquitos a leer o conversar con sus acompañantes.
Una señora, que no quiso ser identificada, contó a Efecto Cocuyo que llegó a las 5:00 a.m. Vive en el centro de Caracas. Gracias a las noticias se enteró de la jornada y decidió acercarse para ver si tenía oportunidad. Sufre de enfermedades preexistentes que pueden agravar su diagnóstico si se contagia de COVID-19: es diabética e hipertensa.
Ul muchacho de 33 años, que no quiso ser identificado, se acercó a la jornada de vacunación el pasado domingo para que su mamá, de 73 años, recibiera la primera dosis. Aún no había recibido el mensaje de la plataforma patria pero igual decidieron ir. Llegaron a las 4:20 a.m. y salieron a las 11 a.m.
Su mamá ingresó a las áreas de vacunación a las 9:00 a.m. Le llamó la atención que había muchas personas jóvenes a la espera de que el personal de salud los llamara para recibir la inmunización.
Cuando preguntó si podía vacunarse, le respondieron «vente el lunes». Ayer se acercó y había tres filas formadas: una de sector salud, otra de personas de la tercera edad y una más de personas menores de 60 años. Tampoco logró vacunarse.
Quien sí tuvo la suerte de salir vacunado antes del mediodía fue el señor Manuel Fermín, de 78 años. Recibió el mensaje de la plataforma Patria el pasado lunes y se presentó en la avenida México a las 6:00 a.m.
Contó que, ya después de ingresar al estacionamiento, el personal de control divide a las personas por tres rangos de edades: de 50 años en adelante, de 60 años en adelante y una última de personas de 70 años o más. Después, solo tiene que esperar a que los llamen. Cerca de 15 funcionarios están colocando las vacunas.