Argentina, Bolivia, Paraguay, Guatemala, Nicaragua y ahora Venezuela. El país se suma a la lista de naciones que permiten administrar la segunda dosis de la vacuna Sputnik V en un período entre 21 y 90 días desde la aplicación de la primera dosis.
El pasado 26 de abril, Alexander Gintsburg, el director del Centro Gamaleya, institución que desarrolló la vacuna, aseguró que es posible incrementar el tiempo entre una dosis y otra sin disminuir la respuesta del organismo.
«Extender el intervalo no afectará la respuesta inmune inducida por la vacuna y, en algunos casos, la potenciará y prolongará», expresó Gintsburg en un comunicado compartido en la web oficial de la vacuna.
El pasado 4 de junio, el Ministerio de Salud de Venezuela envió una comunicación a los directores y autoridades de salud estadales y coordinadores de Epidemiología, firmada por el ministro Carlos Alvarado, que anunciaba la extensión del plazo desde 21 a 90 días. Resaltaba que correspondía a los resultados arrojados en la vacunación en Rusia, Argentina y otros países.
Alexis García, inmunólogo clínico e investigador principal de los ensayos clínicos de la Sputnik V en Venezuela, explica que aunque el protocolo original de esta vacuna establece un período de 21 días entre la primera y la segunda dosis, el intervalo efectivamente puede prolongarse hasta 90 días.
«Con la Sputnik V y otras vacunas, una de las estrategias que se quería lograr era vacunar al mayor numero de personas posibles en corto plazo. La estrategia es colocar la primera dosis a todos los que se pueda y colocar a la segunda dosis después», dijo a Efecto Cocuyo.
El especialista recordó que la Sputnik utiliza componentes distintos entre una dosis y otra. Destacó que la extensión entre 21 y 90 días para recibir la segunda dosis aparece como una alternativa en medio de los problemas mundiales de producción de vacunas, con una demanda muy alta y poca oferta.
La ampliación del tiempo entre ambas dosis no es inédita en el contexto de la pandemia: con la vacuna de AstraZeneca se puede extender hasta 12 semanas el lapso entre una dosis y otra, mientras que en Estados Unidos el intervalo para las segundas dosis de las vacunas de Pfizer/BioNTech y de Moderna puede extenderse hasta seis semanas.
García resaltó que tanto al infectarse con un microorganismo y recuperarse como al recibir la primera dosis de la vacuna, el organismo empieza a desarrollar mecanismos para protegerse, como la memoria inmunológica.
«Cuando estás en contacto de nuevo con el virus, ahí está la respuesta inmunológica. Si te pones la segunda dosis vas a responder y vas a producir buenos niveles de anticuerpos. Por eso se dio la instrucción de que las segunda dosis de Sputnik V puede ser de 21 días, no antes, en adelante y hasta el día 90. Con eso logras una buena respuesta inmunológica», dijo.
La segunda dosis de la vacuna puede administrarse cualquier día a partir del día 21, pero según García lo importante es recibirla dentro de los 90 días siguientes, no después, y completar el esquema de vacunación.
«El hecho de que se vacune con una sola dosis puede dar solo una protección parcial porque el esquema es de dos dosis. Para asegurar una protección como la que se demostró en los ensayos clínicos, en el caso de la Sputnik V, se permite que el lapso para la segunda dosis sea hasta el día 90», explicó.
La Sputnik V es una de las vacunas del plan de inmunización contra el COVID-19 en Venezuela, además de la vacuna de Sinopharm. Al país han llegado 930.000 dosis de Sputnik V, sin detalles sobre cuántas corresponden a primeras dosis y cuántas a segundas dosis.
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Argentina, Bolivia, Paraguay, Guatemala, Nicaragua y ahora Venezuela. El país se suma a la lista de naciones que permiten administrar la segunda dosis de la vacuna Sputnik V en un período entre 21 y 90 días desde la aplicación de la primera dosis.
El pasado 26 de abril, Alexander Gintsburg, el director del Centro Gamaleya, institución que desarrolló la vacuna, aseguró que es posible incrementar el tiempo entre una dosis y otra sin disminuir la respuesta del organismo.
«Extender el intervalo no afectará la respuesta inmune inducida por la vacuna y, en algunos casos, la potenciará y prolongará», expresó Gintsburg en un comunicado compartido en la web oficial de la vacuna.
El pasado 4 de junio, el Ministerio de Salud de Venezuela envió una comunicación a los directores y autoridades de salud estadales y coordinadores de Epidemiología, firmada por el ministro Carlos Alvarado, que anunciaba la extensión del plazo desde 21 a 90 días. Resaltaba que correspondía a los resultados arrojados en la vacunación en Rusia, Argentina y otros países.
Alexis García, inmunólogo clínico e investigador principal de los ensayos clínicos de la Sputnik V en Venezuela, explica que aunque el protocolo original de esta vacuna establece un período de 21 días entre la primera y la segunda dosis, el intervalo efectivamente puede prolongarse hasta 90 días.
«Con la Sputnik V y otras vacunas, una de las estrategias que se quería lograr era vacunar al mayor numero de personas posibles en corto plazo. La estrategia es colocar la primera dosis a todos los que se pueda y colocar a la segunda dosis después», dijo a Efecto Cocuyo.
El especialista recordó que la Sputnik utiliza componentes distintos entre una dosis y otra. Destacó que la extensión entre 21 y 90 días para recibir la segunda dosis aparece como una alternativa en medio de los problemas mundiales de producción de vacunas, con una demanda muy alta y poca oferta.
La ampliación del tiempo entre ambas dosis no es inédita en el contexto de la pandemia: con la vacuna de AstraZeneca se puede extender hasta 12 semanas el lapso entre una dosis y otra, mientras que en Estados Unidos el intervalo para las segundas dosis de las vacunas de Pfizer/BioNTech y de Moderna puede extenderse hasta seis semanas.
García resaltó que tanto al infectarse con un microorganismo y recuperarse como al recibir la primera dosis de la vacuna, el organismo empieza a desarrollar mecanismos para protegerse, como la memoria inmunológica.
«Cuando estás en contacto de nuevo con el virus, ahí está la respuesta inmunológica. Si te pones la segunda dosis vas a responder y vas a producir buenos niveles de anticuerpos. Por eso se dio la instrucción de que las segunda dosis de Sputnik V puede ser de 21 días, no antes, en adelante y hasta el día 90. Con eso logras una buena respuesta inmunológica», dijo.
La segunda dosis de la vacuna puede administrarse cualquier día a partir del día 21, pero según García lo importante es recibirla dentro de los 90 días siguientes, no después, y completar el esquema de vacunación.
«El hecho de que se vacune con una sola dosis puede dar solo una protección parcial porque el esquema es de dos dosis. Para asegurar una protección como la que se demostró en los ensayos clínicos, en el caso de la Sputnik V, se permite que el lapso para la segunda dosis sea hasta el día 90», explicó.
La Sputnik V es una de las vacunas del plan de inmunización contra el COVID-19 en Venezuela, además de la vacuna de Sinopharm. Al país han llegado 930.000 dosis de Sputnik V, sin detalles sobre cuántas corresponden a primeras dosis y cuántas a segundas dosis.