El estigma del COVID-19 puede llegar al extremo de la agresión física. Generalmente, estas expresiones de violencia están asociadas al desconocimiento y resultan aún más reprochables cuando las víctimas son parte del personal sanitario que está en la primera línea de combate contra la pandemia.
Un reportaje de Carmen García Bermejo para el proyecto de periodismo colaborativo Salud con lupa revela que más de 200 médicos, médicas, enfermeros y enfermeras han sido atacados, por un irracional temor a contraer el nuevo coronavirus.
El relato sobre el estigma del COVID-19 comienza con la historia de Delia Chávez, de 35 a los de edad. Es enfermera especialista en tanatología y trabaja en el Hospital Central Militar Zona 1, en la Ciudad de México. El 1° de mayo fue a buscar a su hermana en un velorio y se encontró con una reacción inesperada.
Así lo narra Bermejo: “Delia Chávez no llevaba su uniforme de enfermera. Vestía chaqueta, jeans y blusa de algodón. Pero cuando dijeron la palabra ‘enfermera’ todos voltearon a mirarla con rechazo. ‘Seguro que ya nos viene a contagiar’, le gritaron».
“Ella les explicó que no se quedaría en el velorio, pero eso no frenó los insultos: ‘¡Infectada, infectada, lárgate!’. En un intento por hacerles entrar en razón les preguntó: ‘Si les preocupa que los contagie, ¿por qué hay tanta gente reunida aquí sin las medidas de salud adecuadas?’. El grupo se enfureció y le lanzó más ofensas”.
El ataque pasó a mayores. “Al tratar de alejarse del lugar del velorio, una mujer la alcanzó y le haló el cabello, mientras que un grupo de cinco personas empezó a patearla. En medio de la trifulca un hombre le asestó un puñetazo en la nariz que le hizo sangrar de inmediato. Ella sintió que se desmayaba del dolor. Su hermana y su sobrino quisieron defenderla, pero también fueron agredidos a patadas. Su hermana Karen salió del velorio y trató de detener el ataque, pero los golpes también la alcanzaron”, puntualiza el reportaje.
La Secretaría de Gobernación federal reportó que 80% de las agresiones contra el personal sanitario registradas entre marzo y junio está concentrado en el personal de enfermería y, sobre todo, mujeres. “También hay casos graves que incluyen amenazas de muerte a médicos y enfermeras, una de estas con arma de fuego”, indica el informe..
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión precisó que 94% de las agresiones l personal sanitario permanece impune.
Lea el reportaje completo en el siguiente enlace
Este reportaje forma parte del Programa Lupa, liderado por la plataforma digital colaborativa Salud con Lupa, con el apoyo del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ).
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El estigma del COVID-19 puede llegar al extremo de la agresión física. Generalmente, estas expresiones de violencia están asociadas al desconocimiento y resultan aún más reprochables cuando las víctimas son parte del personal sanitario que está en la primera línea de combate contra la pandemia.
Un reportaje de Carmen García Bermejo para el proyecto de periodismo colaborativo Salud con lupa revela que más de 200 médicos, médicas, enfermeros y enfermeras han sido atacados, por un irracional temor a contraer el nuevo coronavirus.
El relato sobre el estigma del COVID-19 comienza con la historia de Delia Chávez, de 35 a los de edad. Es enfermera especialista en tanatología y trabaja en el Hospital Central Militar Zona 1, en la Ciudad de México. El 1° de mayo fue a buscar a su hermana en un velorio y se encontró con una reacción inesperada.
Así lo narra Bermejo: “Delia Chávez no llevaba su uniforme de enfermera. Vestía chaqueta, jeans y blusa de algodón. Pero cuando dijeron la palabra ‘enfermera’ todos voltearon a mirarla con rechazo. ‘Seguro que ya nos viene a contagiar’, le gritaron».
“Ella les explicó que no se quedaría en el velorio, pero eso no frenó los insultos: ‘¡Infectada, infectada, lárgate!’. En un intento por hacerles entrar en razón les preguntó: ‘Si les preocupa que los contagie, ¿por qué hay tanta gente reunida aquí sin las medidas de salud adecuadas?’. El grupo se enfureció y le lanzó más ofensas”.
El ataque pasó a mayores. “Al tratar de alejarse del lugar del velorio, una mujer la alcanzó y le haló el cabello, mientras que un grupo de cinco personas empezó a patearla. En medio de la trifulca un hombre le asestó un puñetazo en la nariz que le hizo sangrar de inmediato. Ella sintió que se desmayaba del dolor. Su hermana y su sobrino quisieron defenderla, pero también fueron agredidos a patadas. Su hermana Karen salió del velorio y trató de detener el ataque, pero los golpes también la alcanzaron”, puntualiza el reportaje.
La Secretaría de Gobernación federal reportó que 80% de las agresiones contra el personal sanitario registradas entre marzo y junio está concentrado en el personal de enfermería y, sobre todo, mujeres. “También hay casos graves que incluyen amenazas de muerte a médicos y enfermeras, una de estas con arma de fuego”, indica el informe..
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión precisó que 94% de las agresiones l personal sanitario permanece impune.
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Este reportaje forma parte del Programa Lupa, liderado por la plataforma digital colaborativa Salud con Lupa, con el apoyo del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ).