Migrantes que cruza el Darién rebasan cifra del primer trimestre de 2022: venezolanos son la mayor población
La medida estadounidense es contradictoria Credit: Efe

La medida anunciada por Estados Unidos para contener la migración venezolana ha generado diversas reacciones.

El gobierno de Joe Biden acordó con autoridades venezolanas iniciar vuelos de deportación de migrantes criollos de vuelta a territorio nacional. Anteriormente, EE.UU. denegaba la entrada a las personas y las devolvía a México, pero esta nueva medida pone en alerta a decenas de miles de personas que ven en el país norteamericano un posible mejor futuro. 

Este jueves la decisión recibió otro giro de tuerca cuando el secretario de Seguridad Nacional del país, Alejandro Mayorkas, afirmó que consideraba que ya era seguro para los venezolanos volver a su territorio

Sin embargo, diversas ONG en pro de los derechos de los migrantes y expertos han hecho un llamado de atención para que Estados Unidos respete el principio de no devolución para los migrantes que estén en riesgo. Mientras tanto, miles de venezolanos se encuentran varados en el norte de México a la espera por una cita con la Patrulla Fronteriza para solicitar asilo, que tras esta decisión pudiera no llegar. 

En agosto de 2023 cerca de 22.000 migrantes venezolanos ingresaron a Estados Unidos. 

No resuelve el problema

Para la directora del programa de Venezuela de Wola, Laura Dib, esta medida genera mucha preocupación desde el punto de vista de derechos humanos. Además, asegura que la decisión resulta contradictoria con la redesignación y extensión del TPS para los venezolanos que ingresaron a Estados Unidos hasta el 31 de julio del presente año.

En Venezuela no ha cambiado nada. La situación de violación de derechos humanos, la emergencia humanitaria, la violencia generalizada son aspectos que se mantienen. Nada ha cambiado en ese sentido. Una política de deportación puede resultar peligrosa”, explicó a Efecto Cocuyo

El principio de no devolución consiste en no regresar a una persona a su país de origen cuando su vida, su integridad o su seguridad corran peligro. La mayoría de los países del mundo se adscriben a la preservación de este principio y Estados Unidos es parte de ellos. 

“Estas medidas disuasorias no resuelven el problema migratorio. Esto no va a necesariamente disuadir a las personas. Es muy posible que veamos distintos intentos para salir de Venezuela”. 

Biden trata de complacer a sus detractores

Manuel Orozco, de Diálogo Interamericano, asegura que la medida tomada por el gobierno de Joe Biden “responde a presiones políticas internas acerca del mal manejo de la migración creciente”.

Orozco sostuvo que casi la mitad de los migrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos lo hacen sin la cita previa de entrevista para el asilo político que, se supone, debe pedirse a través de la aplicación de la Patrulla Fronteriza

“Hay mas de 100.000 solicitantes de asilo para septiembre 2023.  En ese sentido los principales afectados por esta medida serán los que están en la frontera y no se beneficiaron por el parole, o TPS”, indicó Orozco.

El también director del Centro para Migración y Estabilización Económica en Creative Associates International afirmó que “la administración de Biden sigue abordando Venezuela con una mano atada en la espalda: trata de controlar la migración, mientras opera sin una política exterior hacia Venezuela sobre puntos clave como son las elecciones libres, la represión, la economía”. 

Fue enfático al decir que “las restricciones podrán contener la salida de gente (como lo ha hecho con Nicaragua), pero no van a resolver la crisis humanitaria y política que persiste en Venezuela.  Y la gente volverá intentar irse”. 

¿Cómo se ve la medida migratoria desde el punto de vista político?

Para el politólogo y analista Luis Peche, los acercamientos entre Estados Unidos y el gobierno de Nicolás Maduro muestran que hay “una relación privada que cada vez se va haciendo más pública”.

Sostuvo que después de 2024 habrá “un cambio más explícito en cuanto a la política de Estados Unidos hacia Venezuela”. 

Sin embargo, declaraciones de filtradas a la prensa afirman que la medida fue aceptada “de forma independiente” por parte de Venezuela. Tampoco queda claro si los vuelos de deportación saldrán desde Estados Unidos hacia Venezuela o si por el contrario tendrán alguna parada en países como México o Colombia.

Sobre esto último, el presidente colombiano, Gustavo Petro, aseguró que su gobierno está dispuesto a colaborar “en la construcción de un corredor humanitario de retorno libre a Venezuela”. 

Luis Peche también recordó que desde hace meses se venían filtrando informaciones sobre posibles negociaciones bilaterales entre Estados Unidos y Venezuela. Esto puede dar a entender que hay un intento de restablecimiento de relaciones al menos en los mínimos términos acordados. 

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