Un total de 171 armas, entre ellas 31 largas, fueron encontradas por militares y policías durante un operativo desplegado este viernes en el Centro Penitenciario de Oriente, conocido como cárcel de La Pica, en el estado Monagas, el cuarto penal tomado por los cuerpos de seguridad desde septiembre.

El ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, señaló que, durante esta «gran operación», dirigida por la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional (PNB), y otros cuerpos de seguridad, se incautaron también «cuatro granadas de mano, una granada lacrimógena, 56 cargadores, 1.200 cartuchos de diferentes calibres y 120 teléfonos celulares».

Además, se desmanteló un centro de extorsión que operaba desde este recinto penitenciario a «través de teléfonos» para «atentar contra la seguridad del pueblo».

En declaraciones transmitidas por el canal estatal VTV, el ministro indicó que 1.496 privados de libertad de esta cárcel «serán trasladados, temporalmente, a otros centros, y una vez que se verifique todo su proceso judicial, serán nuevamente reincorporados a la jurisdicción que les corresponde».

Se trata, explicó, de una operación para combatir las bandas criminales en el país, que contempla la búsqueda, con «apoyo internacional», de «quienes huyen de la Justicia».

Horas antes, el funcionario señaló que este proceso de intervención incluyó el enfrentamiento con «reductos que mostraban resistencia», pese a «las medidas de diálogo» empleadas por los agentes, tras el cual «se logró la rendición» de los internos, sin ofrecer más detalles al respecto.

A través de X (antes Twitter), la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) aseguró que la operación comenzó a las 5.00 a. m., cuando había «mujeres y niños» dentro del penal, pues se trata de familias «que conviven en esos espacios».

Según la organización, los familiares también piden que no trasladen a los reclusos a otros estados del país, como ha ocurrido tras las intervenciones de las cárceles de Tocorón, Tocuyito y Puente Ayala. 

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