Muertes. La organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad (UVAL) reveló que al menos 123 reclusos murieron en los centros de detención preventiva durante el año 2021, según su informe anual presentado este miércoles, 9 de marzo.
De los 123 decesos registrados por la organización que defiende los derechos humanos de y las y los privados de libertad en el país, 95 fueron a causa de enfermedades, 15 tras fugas y recapturas, cinco por riñas entre reclusos, cuatro ocurrieron durante motines, tres por abusos de funcionarios y un suicidio.
La presentación del informe estuvo a cargo de Magaly Huggins, psicóloga social y criminóloga, quien destacó que es primordial que se acabe con el hacinamiento en los centros de detención preventiva en el país, donde un recluso no debería pasar más de 48 horas detenido.
El hacinamiento ha sido uno de las problemáticas que más ha afectado a la población reclusa que está detenida en los calabozos policiales del país. Desde hace más de cinco años UVL y otras organizaciones defensoras de los derechos humanos han exhortado al Gobierno a implementar políticas para el deshacinamiento de las cárceles y calabozos policiales.
En Julio del año pasado, la administración de Nicolás Maduro creó la comisión denominada “revolución judicial”, que pretendía acabar en “60 días» con algunos problemas que tiene el sistema penitenciario venezolano, entre ellos el hacinamiento.
A pesar que los objetivos de la comisión no fueron cumplidos UVL valora como positiva la iniciativa y reconoce que en siete de los 23 estados del país la comisión logró descongestionar los centros de detención preventiva.
Cárceles durante 2021: hacinamiento, tuberculosis, desnutrición y retardo procesal
“No decimos que fue un fracaso, los avances fueron positivos, solo siete estados lograron salir del hacinamiento y 16 no lo alcanzaron”, explicó Huggins en la conferencia de prensa emitida mediante la plataforma Zoom.
Las cifras publicadas por Una Ventana a la Libertad señalan que en los calabozos policiales del país el hacinamiento sigue repuntando a pesar del trabajo que ha venido haciendo la Comisión designada por Maduro. Durante 2021, UVL estima que en los centros de detención preventiva prevalece un hacinamiento de 161%.
Esto quiere decir que de un total de 16.595 reclusos están detenidas y detenidos en espacio que tiene solo la capacidad de albergar a 10.310 personas.
“Debo resaltar que por primera vez en muchos años el Gobierno reconoce que se equivocó en algo y trata de enmendarlo, yo sí creo que el sistema penitenciario tiene solución y que el caos tan horrible que tenemos lo podemos solucionar pero para eso tiene que haber una confluencia de actores que conozcan el tema penitenciario”, señaló Carlos Nieto Palma, coordinador general de UVL.
Las enfermedades son unas constantes en las cárceles y calabozos policiales de Venezuela, UVL en su informe anual aseguró que la escabiosis es la enfermedad más común entre las y los reclusos, desplazando a la tuberculosis que en informes anteriores repuntaba como la más frecuente.
“Hay seis enfermedades dominante en los centros de detención preventiva2, detalló Huggins.
En la investigación señalan que al menos 1,373 privados de libertad padecieron de escabiosis, 949 reclusos padecieron de gripe, 925 fueron diagnosticados con desnutrición, 460 con enfermedades respiratorias y 304 padecieron de tuberculosis.
Esto datos indican que al menos 4.011 reclusos padecieron enfermedades dentro de los centros de detención preventiva durante el año 2021.
Hay que son pocos los datos que se conocen sobre el COVID-19, en las cárceles y centros de detención preventivas del país, Una Ventana a la Libertad revela que solo al 5% de la población reclusa de los calabozos policiales se les realizó la prueba del nuevo coronavirus.
De los 16.595 privados de libertad en calabozos policiales solo ha el 1,64% se les aplicó la vacuna para evitar complicaciones por el COVID-19. En el reporte anual señalan que durante 2021 solo un recluso fue aislado por tener síntomas de la enfermedad.
“Hacinados, mal alimentados, en una situación sanitaria repugnante y en espacios mínimos para la convivencia de más de 5 a 6 personas por celdas, además carecen de ventilación. Esto facilita el tránsito de las enfermedades infecto contagiosas”, se lee en el informe.
Aunque disminuyeron las fugasen comparación con el año 2020, UVL señala que el año pasado se registraron 177 fugas de los calabozos policiales. La mayoría de los reclusos fugados fueron hombres (171), mientras que seis fueron mujeres, entre ellas una adolescente.
“Solamente 45 de los fugados fueron recapturados -25,42%-, 2 de ellos mujeres; y, 24 muertos por fuga, es decir 13,56% del total de fugados”, se lee en el informe.
Esta disminución se le atribuye a los beneficios que ofrecería la Comisión para la reforma del poder judicial.
“Es importante que las fugas disminuyeron porque muchos detenidos estaban esperando ser liberados por la comisión para la reforma del Poder Judicial”, reitera Huggins.
Por primera vez UVAL pudo recopilar información en todos los estados del país. Para este estudio fueron evaluados 302 centros de detención preventiva policiales y militares en Venezuela.
De los 302 calabozos policiales y militares se estima que en 229 los reclusos son sometidos a extorsión.
Para acceder a las visitas conyugales es la 15 forma de extorsión más frecuente alcanzando el 37,55% del total. La extorsión por seguridad asciende a 83 -36,24% casi alcanza a la extorsión por visitas conyugales.
“Lamentablemente no aparece el cobro de seguridad o cualquiera otro derecho a las mujeres por medio de abusos sexuales o violencia de otro tipo. Es muy raro cuando una detenida reporta estos hechos, pues implican un alto riesgo para su vida y puede generarle otro tipo de sanciones disciplinarias”, explican en el informe.
Los datos de la organización reflejan que al menos un 92% de la población carcelaria del país son hombres mientras que 8% está conformado por mujeres.
Para leer el informe completo haga clic aquí.
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Muertes. La organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad (UVAL) reveló que al menos 123 reclusos murieron en los centros de detención preventiva durante el año 2021, según su informe anual presentado este miércoles, 9 de marzo.
De los 123 decesos registrados por la organización que defiende los derechos humanos de y las y los privados de libertad en el país, 95 fueron a causa de enfermedades, 15 tras fugas y recapturas, cinco por riñas entre reclusos, cuatro ocurrieron durante motines, tres por abusos de funcionarios y un suicidio.
La presentación del informe estuvo a cargo de Magaly Huggins, psicóloga social y criminóloga, quien destacó que es primordial que se acabe con el hacinamiento en los centros de detención preventiva en el país, donde un recluso no debería pasar más de 48 horas detenido.
El hacinamiento ha sido uno de las problemáticas que más ha afectado a la población reclusa que está detenida en los calabozos policiales del país. Desde hace más de cinco años UVL y otras organizaciones defensoras de los derechos humanos han exhortado al Gobierno a implementar políticas para el deshacinamiento de las cárceles y calabozos policiales.
En Julio del año pasado, la administración de Nicolás Maduro creó la comisión denominada “revolución judicial”, que pretendía acabar en “60 días» con algunos problemas que tiene el sistema penitenciario venezolano, entre ellos el hacinamiento.
A pesar que los objetivos de la comisión no fueron cumplidos UVL valora como positiva la iniciativa y reconoce que en siete de los 23 estados del país la comisión logró descongestionar los centros de detención preventiva.
Cárceles durante 2021: hacinamiento, tuberculosis, desnutrición y retardo procesal
“No decimos que fue un fracaso, los avances fueron positivos, solo siete estados lograron salir del hacinamiento y 16 no lo alcanzaron”, explicó Huggins en la conferencia de prensa emitida mediante la plataforma Zoom.
Las cifras publicadas por Una Ventana a la Libertad señalan que en los calabozos policiales del país el hacinamiento sigue repuntando a pesar del trabajo que ha venido haciendo la Comisión designada por Maduro. Durante 2021, UVL estima que en los centros de detención preventiva prevalece un hacinamiento de 161%.
Esto quiere decir que de un total de 16.595 reclusos están detenidas y detenidos en espacio que tiene solo la capacidad de albergar a 10.310 personas.
“Debo resaltar que por primera vez en muchos años el Gobierno reconoce que se equivocó en algo y trata de enmendarlo, yo sí creo que el sistema penitenciario tiene solución y que el caos tan horrible que tenemos lo podemos solucionar pero para eso tiene que haber una confluencia de actores que conozcan el tema penitenciario”, señaló Carlos Nieto Palma, coordinador general de UVL.
Las enfermedades son unas constantes en las cárceles y calabozos policiales de Venezuela, UVL en su informe anual aseguró que la escabiosis es la enfermedad más común entre las y los reclusos, desplazando a la tuberculosis que en informes anteriores repuntaba como la más frecuente.
“Hay seis enfermedades dominante en los centros de detención preventiva2, detalló Huggins.
En la investigación señalan que al menos 1,373 privados de libertad padecieron de escabiosis, 949 reclusos padecieron de gripe, 925 fueron diagnosticados con desnutrición, 460 con enfermedades respiratorias y 304 padecieron de tuberculosis.
Esto datos indican que al menos 4.011 reclusos padecieron enfermedades dentro de los centros de detención preventiva durante el año 2021.
Hay que son pocos los datos que se conocen sobre el COVID-19, en las cárceles y centros de detención preventivas del país, Una Ventana a la Libertad revela que solo al 5% de la población reclusa de los calabozos policiales se les realizó la prueba del nuevo coronavirus.
De los 16.595 privados de libertad en calabozos policiales solo ha el 1,64% se les aplicó la vacuna para evitar complicaciones por el COVID-19. En el reporte anual señalan que durante 2021 solo un recluso fue aislado por tener síntomas de la enfermedad.
“Hacinados, mal alimentados, en una situación sanitaria repugnante y en espacios mínimos para la convivencia de más de 5 a 6 personas por celdas, además carecen de ventilación. Esto facilita el tránsito de las enfermedades infecto contagiosas”, se lee en el informe.
Aunque disminuyeron las fugasen comparación con el año 2020, UVL señala que el año pasado se registraron 177 fugas de los calabozos policiales. La mayoría de los reclusos fugados fueron hombres (171), mientras que seis fueron mujeres, entre ellas una adolescente.
“Solamente 45 de los fugados fueron recapturados -25,42%-, 2 de ellos mujeres; y, 24 muertos por fuga, es decir 13,56% del total de fugados”, se lee en el informe.
Esta disminución se le atribuye a los beneficios que ofrecería la Comisión para la reforma del poder judicial.
“Es importante que las fugas disminuyeron porque muchos detenidos estaban esperando ser liberados por la comisión para la reforma del Poder Judicial”, reitera Huggins.
Por primera vez UVAL pudo recopilar información en todos los estados del país. Para este estudio fueron evaluados 302 centros de detención preventiva policiales y militares en Venezuela.
De los 302 calabozos policiales y militares se estima que en 229 los reclusos son sometidos a extorsión.
Para acceder a las visitas conyugales es la 15 forma de extorsión más frecuente alcanzando el 37,55% del total. La extorsión por seguridad asciende a 83 -36,24% casi alcanza a la extorsión por visitas conyugales.
“Lamentablemente no aparece el cobro de seguridad o cualquiera otro derecho a las mujeres por medio de abusos sexuales o violencia de otro tipo. Es muy raro cuando una detenida reporta estos hechos, pues implican un alto riesgo para su vida y puede generarle otro tipo de sanciones disciplinarias”, explican en el informe.
Los datos de la organización reflejan que al menos un 92% de la población carcelaria del país son hombres mientras que 8% está conformado por mujeres.
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