Credit: Iván Ocando

Tristeza o desesperanza, intranquilidad, baja energía y la sensación de poca capacidad para llevar a cabo actividades diarias han aparecido en los zulianos en el marco de la emergencia humanitaria y la pandemia, lo que ha comprometido su salud mental, según un estudio de la fundación Rehabilitarte.

«Los zulianos tienen la sensación de existir en un ambiente hostil para su desarrollo, siendo esto evidencia para ver el efecto de la emergencia que
vive el país sobre las subjetividades», dice el informe «Contexto de la Salud Mental en el estado Zulia», presentado este miércoles 14 de abril.

El documento, que contiene los resultados de una encuesta realizada a finales de febrero, destaca que 59,49 % de los participantes ha experimentado de manera frecuente sentimientos de tristeza y/o desesperanza, principalmente entre las edades comprendidas de 19 a 25 años y de 51 a 65 años.

El estudio además resalta que 51,6 % reportó haberse sentido frecuentemente inquieto o intranquilo, mientras que 46,43% de los encuestados aseguró que experimenta de manera frecuente la sensación de no poder con las demandas de la vida diaria y 14,4% expresó que no disfruta en lo absoluto su vida.

El impacto de la pandemia también se evidenció en el estudio. De acuerdo con los resultados, 37,55 % ha sentido temor por la posibilidad de contagiarse de COVID-19, mientras que 43,61 % afirma que la pandemia ha afectado su calidad de vida.

Lucrecia La Rosa, psicóloga y una de las autoras del estudio, subrayó que una de las fortalezas de la población es el nivel de satisfacción acerca de sus redes de apoyo comunitarias o familiares sólidas. «48,7 % está satisfecho con sus redes cercanas», dijo durante la presentación de resultados.

El estudio igualmente evaluó la sensación de seguridad de los zulianos en relación con su libertad y su seguridad física o grado de exposición, y halló que 35,94 % no percibe en absoluto seguridad, mientras que 48,72 % siente que su entorno físico es «un poco» saludable.

«Más del 80 % se encuentra insatisfecho con su acceso a servicios sanitarios: hospitales, centros de salud, profesionales y servicios de salud pública», dijo La Rosa al referirse a los servicios. Agregó que más del 84% no se encuentra en absoluto satisfecho con los servicios de transporte.

Acceso a servicios de salud mental

La Fundación Rehabilitarte también realizó un monitoreo a través de entrevistas confidenciales a cuatro psicólogos y un médico para conocer el estado de los servicios zulianos de atención mental en instituciones del Estado.

En el Hospital Universitario de Maracaibo, el principal centro de salud de la ciudad, se halló que el servicio se acaba de reactivar con todo el equipo tras casi un año sin funcionar por consulta, pues ninguna estaba activa debido a que la atención se enfocó en los pacientes por COVID-19. Ahora cuentan con un manual de atención.

«El servicio de salud mental dependía del psiquiatra del equipo a quien llamaban telefónicamente cuando se requería en el contexto de la emergencia con pacientes COVID-19 y familiares. Dependían de una sola persona», expresó el sociólogo Manuel Vivas, uno de los coautores del estudio.

La entrega de medicamentos psicotrópicos es de forma parcial: no hay capacidad total para garantizar acceso completo a medicamentos. Otra de las limitaciones es que no se ha podido capacitar al personal y no se realizan charlas a la comunidad desde hace un año. No cuentan con hospitalización psiquiátrica ni rehabilitación.

En el Hospital Psiquiátrico de Maracaibo atienden a 25 a 35 pacientes por mes. Se mantiene activa la emergencia y el área de rehabilitación. Sin embargo, no cuenta con suficientes medicamentos. «El Estado no está garantizando medicamentos y si el hospital cuenta con ellos es por un tercero», añadió Vivas.

El Hospital de Niños de Veritas cuenta con un servicio de consultas activas Pueden atender 10 niños por semana, mientras que en el Hospital de Especialidades Pediátricas la unidad de psicología permanece activa con cuatro psicólogos y una psiquiatra infantil, con capacidad para atender entre 25 y 35 niños a la semana.

El Hospital Militar de Maracaibo atiende entre 25 y 30 personas por día en sus servicios de psicología y psiquiatría, pero solo personal militar, afiliados y casos especiales.

«En comparación al año 2020, los servicios de salud mental se han reactivado al menos de forma parcial, haciendo más accesible la atención psicológica y psiquiátrica a la comunidad, sin embargo, debido a la capacidad limitada por las restricciones de la pandemia, quedan aún un
gran número de personas sin acceder a estos especialistas», resaltó el informe.

Medicinas: caras y escasas

Víctor Coronado, psicólogo de la Fundación Rehabilitarte, además presentó los resultados de su monitoreo llamado «¿En cuánto el récipe?», que evalúa el precio y la escasez de 80 medicamentos psiquiátricos entre 19 y 21 farmacias en 12 parroquias de Maracaibo. 

Según el boletín, entre agosto de 2020 y febrero de 2021 hubo un aumento de 299,53 % del precio general de los medicamentos psiquiátricos, mientras que la escasez entre agosto y febrero sumó más del 60 %.

Los más afectados son los antipsicóticos, antiparkinsonianos, ansiolíticos, antidepresivos y antidemenciales. Solo los ansiolíticos registraron 80% de escasez en febrero, mes en el que la escasez de los antipsicóticos se ubicó en 66 %.

«Si los síntomas más marcados son los relacionados con ansiedad y depresión, y los comparamos con esto, vemos aún más vulnerable el estado de la salud mental. El contexto genera síntomas depresivos y ansiosos pero tampoco contamos con los servicios esenciales para tratarlo ni tenemos acceso a los medicamentos necesarios para ellos. Es un punto alarmante» dijo Coronado. 

Rehabilitarte llama a no politizar la información del contexto de salud, a comunicar la información con un discurso que no propicie la ansiedad, a priorizar la salud mental y garantizar el acceso a los servicios y tratamientos para los zulianos y el resto de los venezolanos.

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