A un mes de de declararse en cierre técnico, el servicio de lactancia del hospital de niños J. M. de los Ríos, en Caracas, aún espera ser reubicado para poder retomar sus actividades presenciales.
La comunidad médica del centro asistencial propuso mover el servicio a un espacio más idóneo, pero aún no han obtenido respuestas.
Según fuentes del hospital, que prefirieron el anonimato, la opción más viable para albergar al servicio Mi Gota de Leche es el área que actualmente funciona como la central de suministros, ubicada en el piso 1 del principal hospital pediátrico de Venezuela. Esta opción permitiría atender a las madres y a sus bebés sin depender de otros factores como el funcionamiento de los ascensores.
Al servir como almacén, el personal del centro de salud considera que la central de suministros puede moverse a otro lugar y así destinar ese espacio a Mi Gota de Leche, que incluso mantuvo operaciones en esa área en sus inicios. Además, allí también funciona la sala de lactancia para las trabajadoras del hospital.
La cercanía con el área de atención neonatal además facilitaría y mejoraría el circuito de atención para los recién nacidos, pues quedarían en el mismo piso el servicio de lactancia materna con su lactario institucional, la terapia intensiva neonatal y la sala de lactancia para trabajadoras del hospital, de acuerdo con las fuentes.
El servicio Mi Gota de Leche, con 20 años de funcionamiento y más de 79.000 personas atendidas, había sido reubicado al menos tres veces en los últimos años bajo promesas de una remodelación que nunca llegó a concretar por parte de las autoridades. Su última sede física es el Laboratorio de Inmunología en el piso 4, un espacio de escasos metros cuadrados, sin agua ni aire acondicionado.
Con la llegada de la pandemia de COVID-19, el servicio de lactancia del J. M. migró a la modalidad de atención a distancia con el apoyo de la organización «La Casa Grande», a través del programa «Acompañándote en Lactancia». Para la Semana Mundial de la Lactancia Materna de 2022, la primera semana de agosto, les notificaron que su personal sería reducido a la mitad, por lo cual se declararon en cierre técnico.
Tras las exigencias de trabajadores del hospital y de otras instituciones como la Academia Nacional de Medicina, que llamaron a restituir y mejorar el servicio, Mi Gota de Leche pudo mantener su personal y las nutricionistas que serían cambiadas de área lograron quedarse. Sin embargo, el hospital exige al servicio que vuelva a la presencialidad, una orden que no pueden cumplir sin un espacio adecuado para brindar atención.
Entre el 3 y el 8 de agosto, una comisión de la Asamblea Nacional de 2020 acudió al hospital para verificar las condiciones del lugar y constatar la necesidad de la reubicación, pero desde entonces no se han informado más avances.
Trabajadoras del servicio de lactancia Mi Gota de Leche declinaron dar declaraciones mientras esperan respuestas. En comunicaciones previas con Efecto Cocuyo indicaron que esperan poder volver a la actividad presencial en mejores condiciones.
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A un mes de de declararse en cierre técnico, el servicio de lactancia del hospital de niños J. M. de los Ríos, en Caracas, aún espera ser reubicado para poder retomar sus actividades presenciales.
La comunidad médica del centro asistencial propuso mover el servicio a un espacio más idóneo, pero aún no han obtenido respuestas.
Según fuentes del hospital, que prefirieron el anonimato, la opción más viable para albergar al servicio Mi Gota de Leche es el área que actualmente funciona como la central de suministros, ubicada en el piso 1 del principal hospital pediátrico de Venezuela. Esta opción permitiría atender a las madres y a sus bebés sin depender de otros factores como el funcionamiento de los ascensores.
Al servir como almacén, el personal del centro de salud considera que la central de suministros puede moverse a otro lugar y así destinar ese espacio a Mi Gota de Leche, que incluso mantuvo operaciones en esa área en sus inicios. Además, allí también funciona la sala de lactancia para las trabajadoras del hospital.
La cercanía con el área de atención neonatal además facilitaría y mejoraría el circuito de atención para los recién nacidos, pues quedarían en el mismo piso el servicio de lactancia materna con su lactario institucional, la terapia intensiva neonatal y la sala de lactancia para trabajadoras del hospital, de acuerdo con las fuentes.
El servicio Mi Gota de Leche, con 20 años de funcionamiento y más de 79.000 personas atendidas, había sido reubicado al menos tres veces en los últimos años bajo promesas de una remodelación que nunca llegó a concretar por parte de las autoridades. Su última sede física es el Laboratorio de Inmunología en el piso 4, un espacio de escasos metros cuadrados, sin agua ni aire acondicionado.
Con la llegada de la pandemia de COVID-19, el servicio de lactancia del J. M. migró a la modalidad de atención a distancia con el apoyo de la organización «La Casa Grande», a través del programa «Acompañándote en Lactancia». Para la Semana Mundial de la Lactancia Materna de 2022, la primera semana de agosto, les notificaron que su personal sería reducido a la mitad, por lo cual se declararon en cierre técnico.
Tras las exigencias de trabajadores del hospital y de otras instituciones como la Academia Nacional de Medicina, que llamaron a restituir y mejorar el servicio, Mi Gota de Leche pudo mantener su personal y las nutricionistas que serían cambiadas de área lograron quedarse. Sin embargo, el hospital exige al servicio que vuelva a la presencialidad, una orden que no pueden cumplir sin un espacio adecuado para brindar atención.
Entre el 3 y el 8 de agosto, una comisión de la Asamblea Nacional de 2020 acudió al hospital para verificar las condiciones del lugar y constatar la necesidad de la reubicación, pero desde entonces no se han informado más avances.
Trabajadoras del servicio de lactancia Mi Gota de Leche declinaron dar declaraciones mientras esperan respuestas. En comunicaciones previas con Efecto Cocuyo indicaron que esperan poder volver a la actividad presencial en mejores condiciones.