Hospitales de Caracas al límite de sus capacidades para atender casos de COVID-19
Trabajadores de salud ha sufrido un homicidio, exposición y persecución en | Foto Archivo Iván Reyes

El homicidio de un médico en Caracas. Robos y hurtos en centros de salud. Agresiones al personal sanitario y persecución. La seguridad de trabajadores y trabajadoras de la salud está cada vez más comprometida en Venezuela, mientras las organizaciones y sociedades médicas elevan sus voces para exigir mayor resguardo.

Un suceso reciente reavivó las preocupaciones. El pasado 10 de agosto, Silvino Antonio Valladares, un médico de 28 años, fue asesinado a puñaladas en su lugar de trabajo: un módulo de Barrio Adentro en el bloque 2 de Lomas de Urdaneta, en Catia, reseñó Monitor de Víctimas.

Graduado de la Universidad Experimental Francisco de Miranda en Falcón, Valladares había trabajado en el servicio médico del Ministerio de Cultura y era padre de una niña de tres años.

Aunque inicialmente en redes sociales se viralizó la versión de que fue asesinado por familiares de un paciente al que no pudo salvar, las autoridades descartaron esta hipótesis y estudian otros posibles móviles. Según lo reportado por El Pitazo, están detrás de una persona en situación de calle.

Diversas sociedades científicas reiteraron su exigencia a las autoridades de garantizar la seguridad en los centros de salud.

«Rechazamos la violencia que se vive en los centros de salud de nuestro país, donde se pone en riesgo de forma continua la seguridad del personal médico, de enfermería y otros miembros del equipo de salud que ahí ejercen sus funciones», indicó la Sociedad Venezolana de Medicina Interna (Svmi) en un comunicado.

El caso también consternó a los representantes de la organización no gubernamental Médicos Unidos de Venezuela, que hasta este 25 de agosto no había recibido detalles sobre el caso.

«No hemos logrado entender cómo en un ambulatorio que no atiende emergencias aparece el cadáver de este colega y todavía no hay actualizaciones de ninguna institución, ni del Ministerio de salud, ni Fiscalía ni el Cicpc (Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas). No hay ninguna información», dijo a Efecto Cocuyo el director de Médicos Unidos de Venezuela, Jaime Lorenzo.

Médicos Unidos ya ha denunciado las carencias que padecen los profesionales de la salud, pero no dejarán de exigir al Estado que cumpla con sus funciones.

«El responsable no está asumiendo su poder y su responsabilidad, no hacia el personal sanitario, sino hacia los ciudadanos venezolanos, que son los que utilizan el sector público porque la condición socioeconómica del país obliga a que el 90% de la población tenga que recurrir a un servicio público», expresó.

Criminalizar al personal de salud

Para Lorenzo, quien además trabaja en un centro de salud público, además de la inseguridad que se vive en el país, hay una política de Estado de criminalizar al personal de salud cuando se les responsabiliza por el déficit de insumos y medicamentos en los hospitales y ambulatorios, y además difunden sus rostros, nombres y apellidos en redes sociales.

«No somos responsables de la compra del material y los medicamentos en los hospitales, ni el mantenimiento. Cuando una persona llega a una emergencia, y entendemos la angustia de un padre, una madre, un tío o un sobrino porque su familiar está enfermo, y no podemos hacer nada, nosotros no somos los culpables. Eso está creando toda una situación que va en contra del personal sanitario», añadió Lorenzo.

De acuerdo con el vocero, quedan expuestos no solo el personal médico y de enfermería, sino también camilleros, porteros, técnicos y trabajadores de laboratorios.

«Ya por ahí estás viendo una situación donde se quiere criminalizar al personal sanitario y eso lo percibe la sociedad. En las comunidades no todo el mundo tiene esa formación o educación de respetar a quien hace cosas por ti y es por eso que estamos viendo otra vez este camino de la agresión al personal», agregó.

Otro caso reciente fue la detención por un día de un dirigente gremial, el enfermero José Cádiz, miembro del Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Capital conocido por participar en protestas por mejoras laborales y salariales.

«José Cádiz es un emblema desde el punto de vista del apoyo a la protesta porque pone en evidencia una realidad: generalmente muestra los zapatos con los que él trabaja que están destruidos, y su vehemencia como ciudadano es castigada. Está diciendo verdades que otros decimos con palabras más bonitas, pero él vive la cruda realidad», destacó Lorenzo.

Protegerse a sí mismos

Desde Médicos Unidos recomiendan a los profesionales de la salud aplicar medidas para resguardar su seguridad: cuando haya una situación irregular, como una agresión o falta de insumos para trabajar, notifiquen de manera formal ante las instituciones correspondientes.

«Cuando haya una agresión, hay que levantar las actas y retirarse a un sitio donde esté más protegido. No hacemos nada teniendo un personal sanitario herido o que pierda la vida en una emergencia, porque al final solamente nuestras familias son las que van a sufrir las consecuencias de que estemos heridos o desaparezcamos», afirmó Lorenzo.

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