Vuelven a preparar quimioterapias para niños del oncológico Razetti

La preparación de quimioterapias para los niños del Instituto de Oncología Dr. Luis Razetti en Cotiza, Caracas, fue reactivada tras la instalación de un equipo de aire acondicionado y la reparación de la azotea del hospital.

Tras dos días de protesta en la entrada del hospital, una fundación donó este martes, 29 de octubre, un aire acondicionado para enfriar el cuarto del área de Pediatría que aloja la campana de flujo laminar, equipo especial para mezclar las quimioterapias en un ambiente libre de gérmenes.

“La prioridad, que era la preparación de quimioterapias, ya está solventada, pero aún tenemos muchos problemas”, dijo a Efecto Cocuyo el médico pediatra Manuel Camacho, uno de los dos residentes que quedan en el servicio.

Intermitencias en el suministro de agua, ascensores inoperativos y fallas en las radioterapias también afectan al área de Pediatría Oncológica. Médicos, enfermeros, pacientes y sus familiares claman por la recuperación completa del servicio.

“Tenemos un cuarto bloqueado porque tiene filtraciones. El área de quimioterapias ambulatorias no tiene aire desde hace más de un año. Estamos esperando que venga un ingeniero esta semana para ver si reparan allí también”, agregó Camacho.

Exigen la reparación de las tuberías y el aire acondicionado del cuarto de quimioterapias ambulatorias, donde a diario reciben tratamiento los niños que no requieren hospitalización.

Una semana antes, amenazas de cierre comenzaron a recaer sobre el servicio. La falta de protección del entorno, del personal y del producto ocasionaron la suspensión de las quimioterapias, hecho que puso en riesgo el tratamiento de cerca de 40 niños, entre ellos 15 hospitalizados.

Madres, padres y trabajadores de salud del servicio protestaron el viernes, 24 y el lunes 28 de octubre, en contra del cierre del servicio. Las filtraciones provenientes de la azotea habían ocasionado el daño del aire acondicionado del cuarto de la campana de flujo laminar, la cual ya presentaba fallas y había dejado de recibir mantenimiento preventivo desde hace tres años.

En esas condiciones, las enfermeras del servicio suspendieron la preparación de quimioterapias la penúltima semana de octubre por carecer de un ambiente seguro para manejar las sustancias tóxicas. La respuesta de la directiva del hospital había sido referir a los niños a otros centros hospitalarios.

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