Revisión de protocolos, fortalecimiento del control de infecciones y de los servicios de diagnóstico y tratamiento son algunas de las labores que realiza la organización humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) como respuesta al nuevo coronavirus en Venezuela.
“Estamos trabajando en varias estructuras de salud y en todas tenemos como prioridad absoluta la seguridad del personal, sea en un ambulatorio o un hospital, y después los componentes para mejorar la parte de control de infecciones, distribución y almacenamiento de agua y manejo de desechos”, dijo Gabriele Ganci, presidente de MSF Venezuela, a Efecto Cocuyo.
La organización que trabaja en más de 70 países también apoya con el acondicionamiento de zonas de aislamiento y cuidados intensivos en Venezuela. La reorganización de los sistemas de triaje en las emergencias de los centros de salud ha sido otro de los ejes, con el fin de que la ruta de las personas que sospechan tener la enfermedad sea distinta a la ruta de otros pacientes.
Al igual que en el resto del mundo, se han tenido que enfrentar a la escasez de equipos de protección personal para los trabajadores de la salud y a la ausencia de vuelos internacionales que les permitan movilizar a su personal extranjero. En Venezuela, a esos obstáculos se les sumó la falta de gasolina, que les genera dificultades operacionales.
“La falta de gasolina es un problema para la movilización del personal médico. Es un problema muy grande también para garantizar el acceso de los pacientes a las estructuras sanitarias”, agrega el representante.
Según un comunicado, la organización además se encargó de la reparación de cinco ambulancias del Sistema Integral de Atención Médica de Urgencias (Siamu) que estaban inoperativas en Caracas. Otras tres ambulancias operadas por equipos de Médicos Sin Fronteras realizarán “transporte interhospitalario de pacientes” hasta remisión de emergencias al Hospital Vargas de Caracas.

También atenderán casos de emergencias vinculados con el coronavirus que serán dirigidos al Hospital Pérez de León II, centros centinela ubicado en Petare, y donde la organización participó en la rehabilitación de espacios y formación de personal.
Ganci afirma que aproximadamente 400 personas, entre personal nacional y un componente de trabajadores y voluntarios internacionales, se mantienen activos en todo el país como parte del abordaje al COVID-19, que contempla la adecuación de los siete proyectos que implementaban antes de la llegada de la enfermedad a territorio venezolano.
El presidente de MSF Venezuela asegura que uno de los principales desafíos en el país es atender las necesidades tanto de los pacientes con la enfermedad causada por el nuevo coronavirus como personas con otras enfermedades.
“El reto más grande es continuar y seguir ofreciendo los servicios básicos con un enfoque en los dos tipos de pacientes, los diagnosticados con COVID-19 y los pacientes regulares”, expresa.
Médicos Sin Fronteras firmó un acuerdo en junio de 2019 con el Ministerio de Salud para cooperar y planificar actividades en los centro de salud. También coordinan trabajos con las sociedades científicas venezolanas, y se han comunicado con los representantes de ambas desde el inicio de la epidemia.
La organización ha trabajado en una red de 15 ambulatorios a nivel nacional, al igual que en el hospital José Gregorio Hernández de Amazonas y en el hospital de Carúpano, en el estado Sucre, donde apoyan en materia de agua y manejo de desechos. Además continúan un programa de lucha contra la malaria en Tumeremo, capital del municipio Sifontes del estado Bolívar.