Organización de Trasplante presenta su propuesta de un centro piloto para niños
Organización de Trasplante presenta su propuesta de un centro piloto para niños Credit: Mairet Chourio (Archivo)

A las 7:00 a.m. del viernes 31 de diciembre falleció el adolescente Sebastián Morillo García, el tercer paciente del servicio de Hematología del principal hospital de pediátrico de Venezuela, el J.M. de los Ríos, en morir durante el mes de diciembre.

Sebastián Morillo recién había cumplido 15 años el pasado 20 de diciembre. Había sido diagnosticado con linfoma de Hodgkin en 2012 y estaba en lista de espera de trasplante de médula ósea, informó la organización no gubernamental Prepara Familia

Durante mucho tiempo esperó por un trasplante de médula que nunca llegó. Tampoco había tratamiento y, pese al esfuerzo de sus padres y sus médicos, sufrió una recaída.  

Con su muerte, el servicio de Hematología registró 23 fallecimientos de niños, niñas y adolescentes durante todo 2021, según Prepara Familia. Solo en diciembre, además de Sebastián, murieron Damián Naranjo, de seis años de edad, y Jairelys Fernández, de siete años. Damián murió el 21 de diciembre y Jairelys el 22 de diciembre.

Pese a los anuncios gubernamentales de noviembre de realizar trasplantes de médula en el Hospital Domingo Luciani, en Caracas, y en la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera (Chet) de la ciudad de Valencia, el personal de Hematología del J.M. de los Ríos aún no tiene información precisa. Aunque antes de las elecciones del 21 de noviembre se anunció que habilitarían ambas unidades, hasta este 3 de enero no se sabía nada más. 

En el caso del servicio de Nefrología, 16 niños, niñas y adolescentes murieron en 2021. Sin trasplantes de donante vivo desde 2009 y sin trasplantes de donante cadáver desde 2017 en Nefrología del JM, el pasado 16 de noviembre se anunció que el país empezaría un plan nacional de trasplantes, con el cual esperan arreglar el servicio de Nefrología para retomar los trasplantes de donante vivo.

Aunque el servicio está siendo pintado y arreglado, su laboratorio aún no funciona y algunas de las máquinas de diálisis que habían sido arregladas ya no están operativas.

Los niños, niñas y adolescentes de los servicios de Hematología y Nefrología cuentan con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), que exigen al Estado venezolano tomar acciones para proteger la vida, integridad personal y salud de los pacientes. Sin embargo, hasta la fecha, las medidas aún no se cumplen. 

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