Fiebre, diarrea, cólicos abdominales, dolor de cabeza, náuseas, vómitos e incluso pérdida de apetito son parte de los síntomas de salmonella, una de las enfermedades más comunes transmitidas por alimentos.
Aunque se desconocen las cifras de la enfermedad en el país (como las de todas las enfermedades, puesto que hace dos años no hay datos epidemiológicos) se teme que la mala calidad del agua pueda disparar las cifras. Lo peor del caso es que la mayoría de los hospitales denuncian escasez de antibióticos, el tipo de medicamento necesario para tratarla. Y si bien la salmonella, con un tratamiento adecuado, puede mejorar en menos de 48 horas, sin tratamiento puede terminar siendo mortal.
Además, tres búhos y seis guacamayas que fallecieron el año pasado en el Parque del Este, dieron positivo por la bacteria, lo que extendió el terror entre los trabajadores: podrían contagiarse.
La bacteria se transmite cuando se entra en contacto con heces de animales o humanos infectados, es por eso que numerosos brotes se dan luego de la ingesta de huevos y derivados crudos (mayonesa, queso, helado). También se han dado casos por contacto con animales domésticos infectados con la bacteria como perros y gatos.
El doctor Andrés Barreto, epidemiológo, explicó que esta enfermedad se determina haciendo un cultivo donde se aísle la bacteria, porque tener una impresión diagnóstica no es suficiente. Acá, el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel es especialista. Sin embargo, cualquier laboratorio de bacteriología puede aislarla. Sin embargo, cuando se sospecha que el cuadro del paciente incluye la enfermedad, se empieza tratamiento con un antibiótico de amplio espectro para atacarla.
Las principales medidas de prevención son preparar con cuidado las comidas, sobre todo el pollo, carne y huevos. Especialmente si va a ser consumida por niños, ancianos o alguna persona con una condición que haya bajado sus defensas.
Cualquier fruta y vegetal que se vaya a consumir se debe lavar, así como también es importante mantener una buena higiene de las manos y asearse antes de comer, luego de ir al baño, de tocar alimentos crudos y de tocar animales.
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Aunque se desconocen las cifras de la enfermedad en el país (como las de todas las enfermedades, puesto que hace dos años no hay datos epidemiológicos) se teme que la mala calidad del agua pueda disparar las cifras. Lo peor del caso es que la mayoría de los hospitales denuncian escasez de antibióticos, el tipo de medicamento necesario para tratarla. Y si bien la salmonella, con un tratamiento adecuado, puede mejorar en menos de 48 horas, sin tratamiento puede terminar siendo mortal.
Además, tres búhos y seis guacamayas que fallecieron el año pasado en el Parque del Este, dieron positivo por la bacteria, lo que extendió el terror entre los trabajadores: podrían contagiarse.
La bacteria se transmite cuando se entra en contacto con heces de animales o humanos infectados, es por eso que numerosos brotes se dan luego de la ingesta de huevos y derivados crudos (mayonesa, queso, helado). También se han dado casos por contacto con animales domésticos infectados con la bacteria como perros y gatos.
El doctor Andrés Barreto, epidemiológo, explicó que esta enfermedad se determina haciendo un cultivo donde se aísle la bacteria, porque tener una impresión diagnóstica no es suficiente. Acá, el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel es especialista. Sin embargo, cualquier laboratorio de bacteriología puede aislarla. Sin embargo, cuando se sospecha que el cuadro del paciente incluye la enfermedad, se empieza tratamiento con un antibiótico de amplio espectro para atacarla.
Las principales medidas de prevención son preparar con cuidado las comidas, sobre todo el pollo, carne y huevos. Especialmente si va a ser consumida por niños, ancianos o alguna persona con una condición que haya bajado sus defensas.
Cualquier fruta y vegetal que se vaya a consumir se debe lavar, así como también es importante mantener una buena higiene de las manos y asearse antes de comer, luego de ir al baño, de tocar alimentos crudos y de tocar animales.