Maduro dice que Venezuela alcanzó meta del 90 % de vacunación en mensaje de fin de año
Maduro dice que Venezuela alcanzó meta del 90 % de vacunación en mensaje de fin de año Credit: Mairet Chourio | @mairetchourio

Horarios reducidos, poco distanciamiento, fallas en los servicios públicos como agua y electricidad y un bajo seguimiento a los eventos adversos son algunos de los problemas de los centros de vacunación en Venezuela, según el Monitoreo social de la implementación de la vacunación contra el COVID-19, cuyos primeros hallazgos se presentaron este 28 de diciembre.

Julio Castro, médico internista e infectólogo y profesor del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (IMT-UCV), detalló que la mayoría de los centros (59,9%) trabajan solo cuatro horas en la mañana, generalmente de 8 am a 12 m, mientras que 30,83% de los centros trabajan ocho horas y solo 4,2% trabajan 24 horas.

“Esto es una limitación importante porque la idea es que mientras mayor horario tengas, sean 8 o 10 horas, mayor acceso tiene la población. Probablemente esté relacionado con el pago de personal y la dificultad de conseguir recurso humano para mantener los centros abiertos en jornadas más largas que las habituales”, destacó Castro durante una rueda de prensa virtual.

Huníades Urbina, secretario de la Academia Nacional de Medicina (ANM), resaltó que 35% de los centros de vacunación no tienen agua continua, lo que impide cumplir adecuadamente las medidas de higiene como el lavado de manos. 

Además, el monitoreo, realizado desde el 25 de octubre hasta el 5 de diciembre en casi 400 centros, identificó que 25% de los centros tienen déficit en el suministro de electricidad. 

“Si no tienen formas de tener electricidad complementaria, se pueden dañar las vacunas o deben cerrar el centro de vacunación y las personas pierden el esfuerzo de lo que significó llegar al centro”, dijo Urbina.

La medición igualmente determinó que 33,3% de los centros de vacunación son móviles (un tercio del total), mientras que 66,67% son centros fijos. 

“Si bien es verdad que los centros móviles dan mayor cobertura, con una vacunación que al día de hoy va a requerir más de dos dosis, nosotros vemos como problemático el hecho de que tengas un número tan alto de centros móviles, porque a esos centros es muy difícil que la gente vuelva a acudir para la segunda, la tercera o eventualmente para una cuarta dosis”, agregó Castro. 

Ambulatorios son los más comunes

Sobre el tipo de establecimiento, el monitoreo encontró que 31,58% de los centros son ambulatorios de atención primaria o Centros de Diagnóstico Integral (CDI), 17,29% son centros educativos, 12,03% son establecimientos comerciales, 12,03% son hospitales y menos del 1% son templos religiosos, aunque esperan que la cantidad de estos últimos aumente tras los recientes anuncios.

Los expertos alertaron que se deben realizar esfuerzos por no concentrar personas en lugares donde puede haber pacientes con COVID-19. 

“Hay una normativa o recomendación internacional de evitar vacunar en sitios donde puede haber pacientes COVID-19 y las unidades de atención primaria son centros de atención de COVID-19. Entonces no es una buena práctica que tengas a los pacientes sospechosos y a los que van a la vacunación en el mismo establecimiento”, expresó Castro. 

El monitoreo igualmente encontró que 35,09% de los centros no tienen las facilidades necesarias para recibir a personas con alguna discapacidad, situación que puede influir negativamente en la cantidad de beneficiarios de la vacunación.

“El Estado debe pensar cómo llegar al grupo de personas que tienen problemas de movilidad, pensar en los ascensores o rampas de acceso para sillas de ruedas para poder tener equidad”, señaló Urbina, expresidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría.

La instrumentalización política de la vacunación fue otro de los aspectos hallados: 34,84% de los centros tienen propaganda política, situación que según Castro no debe ocurrir: “La campaña de vacunación debería ser completamente apolítica”. 

Fallan las medidas

Otro de los problemas identificados fue el uso incorrecto o la ausencia de mascarillas: en 28% de los centros, tanto vacunadores como aquellos que acuden a vacunarse, no están utilizando las mascarillas correctamente, lo que puede derivar en más contagios.

Además, en más de la mitad de los centros de vacunación (51%) no cumplen las normas de distanciamiento. “Eso puede ser un factor que a la larga nos dé un aumento en la incidencia de los casos de coronavirus”, añadió Urbina

Con respecto a los eventos supuestamente atribuibles a la vacunación o inmunización (Esavi), se encontró que en 52% de los casos se hace algún registro o se le indica a la persona que acude a vacunarse qué debe hacer si presenta un efecto secundario importante, pero el 48% de los centros no brindan información ni hacen seguimiento a los eventos adversos, lo que impide llevar un registro adecuado sobre los Esavi.

“Es parte importante del proceso de vacunación no solamente que se aprueben las vacunas y que se administren, sino que hay que hacer un seguimiento por norma internacional a eventos que pueden asociarse o no a la vacuna para poder tener un reporte adecuado y saber si hay algún proceso adverso”, expresó Urbina. 

En 41% de los centros tampoco se pregunta de manera total a la persona si tuvo alguna reacción alérgica a una vacuna previa o a la primera dosis de la misma vacuna.