Suministro de agua, dotación de insumos y equipos de protección personal y más unión. Para Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Capital, estas son las urgencias para que el personal de salud pueda brindar atención de calidad en condiciones seguras a los pacientes con la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
«Estamos haciendo una exigencia firme. Dentro de nuestras funciones está la atención a los pacientes que hayan dado positivo y tengan alguna complicación, pero es una obligación ineludible del Estado venezolano garantizarnos unas condiciones de trabajo seguras. Nada hace una enfermera en atender un paciente, contagiarse y formar parte de las estadísticas cuando hay un déficit muy importante de personal», dice a Efecto Cocuyo.
Contreras destaca que las enfermeras y los enfermeros están expuestos al formar parte de la primera línea de acción en los hospitales sin contar con todos la dotación oportuna de batas, gorros, guantes, mascarillas y lentes, elementos que conforman los equipos de protección individual.
«En algunos hospitales se han hecho esfuerzos importantes para resolver el problema, pero no lo podemos decir de todos. Una de las exigencias que en este momento hacemos es el equipamiento y la dotación de manera regular y oportuna en barreras de protección. No es simplemente que den una mascarilla para siete días. Enfermería está muy consciente de cuál es el uso adecuado de una mascarilla. Una mascarilla no puede dársele a una enfermera o a ningún personal para que dure con ella siete días en la guardia», agrega.
La representante del gremio de Enfermería, que en los últimos años se mantuvo en protesta en las calles para exigir abastecimiento de insumos, mejores salarios y condiciones laborales, destaca que el Estado está obligado a seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con respecto a la protección prioritaria de los trabajadores del sector de la salud en todo el planeta.
«Nosotros no queremos formar parte de la estadística de contagio, nosotros queremos seguir en la primera línea de lucha contra este virus y continuar prestando nuestros servicios en favor de la salud de nuestros hermanos venezolanos», expresa.
De acuerdo con Ana Rosario Contreras, la llegada del nuevo coronavirus al país representa un escenario para devolver el valor a la labor de los profesionales de la salud que continúan en el sector público, golpeados por bajos salarios y fallas en los servicios.
«Estamos siempre asumiendo de manera triple los problemas sociales que vive el país. No disponemos de suficientes barreras de protección en nuestros hospitales ni del número de personal que se requiere y tenemos que sortear problemas socioeconómicos, ya que con nuestro salario no tenemos poder de compra y en consecuencia no podemos hacer las previsiones alimentarias para nuestro entorno familiar», explica.
La presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería de Caracas llama a las autoridades a mejorar los ingresos de los trabajadores de la salud que hacen frente a la pandemia. El panorama actual es de ingresos insuficientes para cubrir dos días de comidas o gastos semanales de transporte para llegar a sus lugares de trabajo. Algunas de las propuestas que eleva son el pago bonos adicionales y la garantía del transporte de manera gratuita para los trabajadores de los centros de salud.
«Nadie puede prestar un servicio de calidad sabiendo que en su casa no hay comida y que sus familiares están expuestos», explica.
«Existe en nosotros el compromiso social de asumir nuestra responsabilidad histórica en esta fase que vive el país, pero no es menos cierto que el Estado no ha sido responsables en establecer salarios suficientes».
Una de las denuncias constantes durante las protestas emprendidas por el gremio desde 2018 era la ausencia cada vez más notoria de profesionales, que salían de las instituciones por los bajos salarios y el deterioro de las condiciones laborales. En medio de la epidemia en el país, una de las preocupaciones de los enfermeros y enfermeras es que el personal sea insuficiente si el coronavirus se extiende aún más por el territorio.
«En este escenario que estamos enfrentando, vemos que si llegase a subir la demanda de servicios hospitalarios en nuestras instituciones no dispondríamos del personal requerido. Actualmente se están organizando planes de contingencia para trabajar cinco días y librar cinco, para sortear obstáculos como la falta de efectivo, el alto costo de los pasajes», dice Ana Rosario Contreras.
Para la representante del gremio, la pandemia representa el momento de unirse para preservar la vida de los venezolanos. Sin embargo, destaca que aún no han sido contactados por el gobierno de Maduro para articular estrategias o planes.
«Creemos que es momento de hacer un gobierno de concertación nacional. En este momento debe prevalecer el interés directo en garantizarle al ciudadano venezolano una atención de calidad y establecer políticas consensuadas con todas las partes, con todos los actores, para que este virus no genere los efectos que está generando en otros países. Es momento de asumir responsabilidades sociales porque está en juego la salud pública de Venezuela», añade.
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Suministro de agua, dotación de insumos y equipos de protección personal y más unión. Para Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería del Distrito Capital, estas son las urgencias para que el personal de salud pueda brindar atención de calidad en condiciones seguras a los pacientes con la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
«Estamos haciendo una exigencia firme. Dentro de nuestras funciones está la atención a los pacientes que hayan dado positivo y tengan alguna complicación, pero es una obligación ineludible del Estado venezolano garantizarnos unas condiciones de trabajo seguras. Nada hace una enfermera en atender un paciente, contagiarse y formar parte de las estadísticas cuando hay un déficit muy importante de personal», dice a Efecto Cocuyo.
Contreras destaca que las enfermeras y los enfermeros están expuestos al formar parte de la primera línea de acción en los hospitales sin contar con todos la dotación oportuna de batas, gorros, guantes, mascarillas y lentes, elementos que conforman los equipos de protección individual.
«En algunos hospitales se han hecho esfuerzos importantes para resolver el problema, pero no lo podemos decir de todos. Una de las exigencias que en este momento hacemos es el equipamiento y la dotación de manera regular y oportuna en barreras de protección. No es simplemente que den una mascarilla para siete días. Enfermería está muy consciente de cuál es el uso adecuado de una mascarilla. Una mascarilla no puede dársele a una enfermera o a ningún personal para que dure con ella siete días en la guardia», agrega.
La representante del gremio de Enfermería, que en los últimos años se mantuvo en protesta en las calles para exigir abastecimiento de insumos, mejores salarios y condiciones laborales, destaca que el Estado está obligado a seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con respecto a la protección prioritaria de los trabajadores del sector de la salud en todo el planeta.
«Nosotros no queremos formar parte de la estadística de contagio, nosotros queremos seguir en la primera línea de lucha contra este virus y continuar prestando nuestros servicios en favor de la salud de nuestros hermanos venezolanos», expresa.
De acuerdo con Ana Rosario Contreras, la llegada del nuevo coronavirus al país representa un escenario para devolver el valor a la labor de los profesionales de la salud que continúan en el sector público, golpeados por bajos salarios y fallas en los servicios.
«Estamos siempre asumiendo de manera triple los problemas sociales que vive el país. No disponemos de suficientes barreras de protección en nuestros hospitales ni del número de personal que se requiere y tenemos que sortear problemas socioeconómicos, ya que con nuestro salario no tenemos poder de compra y en consecuencia no podemos hacer las previsiones alimentarias para nuestro entorno familiar», explica.
La presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería de Caracas llama a las autoridades a mejorar los ingresos de los trabajadores de la salud que hacen frente a la pandemia. El panorama actual es de ingresos insuficientes para cubrir dos días de comidas o gastos semanales de transporte para llegar a sus lugares de trabajo. Algunas de las propuestas que eleva son el pago bonos adicionales y la garantía del transporte de manera gratuita para los trabajadores de los centros de salud.
«Nadie puede prestar un servicio de calidad sabiendo que en su casa no hay comida y que sus familiares están expuestos», explica.
«Existe en nosotros el compromiso social de asumir nuestra responsabilidad histórica en esta fase que vive el país, pero no es menos cierto que el Estado no ha sido responsables en establecer salarios suficientes».
Una de las denuncias constantes durante las protestas emprendidas por el gremio desde 2018 era la ausencia cada vez más notoria de profesionales, que salían de las instituciones por los bajos salarios y el deterioro de las condiciones laborales. En medio de la epidemia en el país, una de las preocupaciones de los enfermeros y enfermeras es que el personal sea insuficiente si el coronavirus se extiende aún más por el territorio.
«En este escenario que estamos enfrentando, vemos que si llegase a subir la demanda de servicios hospitalarios en nuestras instituciones no dispondríamos del personal requerido. Actualmente se están organizando planes de contingencia para trabajar cinco días y librar cinco, para sortear obstáculos como la falta de efectivo, el alto costo de los pasajes», dice Ana Rosario Contreras.
Para la representante del gremio, la pandemia representa el momento de unirse para preservar la vida de los venezolanos. Sin embargo, destaca que aún no han sido contactados por el gobierno de Maduro para articular estrategias o planes.
«Creemos que es momento de hacer un gobierno de concertación nacional. En este momento debe prevalecer el interés directo en garantizarle al ciudadano venezolano una atención de calidad y establecer políticas consensuadas con todas las partes, con todos los actores, para que este virus no genere los efectos que está generando en otros países. Es momento de asumir responsabilidades sociales porque está en juego la salud pública de Venezuela», añade.