Venezuela es un polvorín. Mientras la tensión social aumenta en el país, en República Dominicana se redoblan los esfuerzos para intentar llegar a un acuerdo concreto, entre representantes del Gobierno y de la oposición,  luego de una jornada complicada del viernes, 12 de enero.

Esa noche se llegó a un momento crucial cuando, ante la imposibilidad de un acuerdo, se iba a dar por concluida esta tercera ronda de conversaciones. Luego, hubo una propuesta que calmó las aguas y se convocó para una reunión para el sábado desde las 10 am, que deberá durar unas cuatro horas.

Tres asesores de la Mesa de la Unidad tuitearon en sus respectivas cuentas sobre la tranca en la conversación. Los temas más complicados fueron las elecciones libres y el reconocimiento de la Asamblea Nacional Constituyente, según se lee en los mensajes.

“Gobierno no cumple con el tema de las garantías para las elecciones”, escribió el economista Asdrúbal Oliveros.

“No hubo acuerdo, como era de esperarse. La perversa combinación del Gobierno y Zapatero decidieron que no hubiera elecciones libres. Los catastrofistas que esperaban que se reconociera la ANC, se quedaron con los crespos hechos”, posteó Jorge Roig, expresidente de Fedecámaras.

Mientras que Juan Raffalli publicó: “Lamentable actitud del Gobierno. No reconoce catástrofe nacional y no garantiza elecciones libres ni limpias. Hicimos todo lo que pudimos”.

Estos mensajes, disparados en la noche del viernes, fueron borrados cuando se informó que hubo una contrapropuesta del Gobierno y que el sábado la conversación continuaría.

Durante las jornadas previas de las conversaciones surgió la posibilidad de celebrar elecciones presidenciales en el primer semestre de 2018, pero las condiciones en las que se harían no han sido definidas, según se conoció de una fuente directa.

Esta tercera ronda de conversaciones que inició el jueves, 11 de enero, ha estado signada por la incertidumbre y la desconfianza, pero además por las presiones de los cancilleres que velan por el diálogo, especialmente los de México y Chile, que expresaron en un documento su inconformidad de seguir conversando sin llegar a acuerdos concretos.

Sin embargo, el canciller dominicano, Miguel Vargas, dijo el viernes casi a medianoche que se había tratado de una jornada exitosa.

Sin optimismo

Mientras los representantes  del Gobierno y oposición intentan convenir para al menos destrancar el juego, en Venezuela la situación social está llegando a un punto explosivo, advierten expertos. Durante los primeros días del año se han producido en el país más de 386 acciones de protestas y 107 saqueos en procura de alimentos.  

La crisis económica empeora y no hay razones para ser optimista, indica el economista Francisco Rodríguez en una reciente entrega del informe Red Book, del banco de inversiones Torino. 

Explica que el país sufre la mayor contracción económica registrada en la historia de Latinoamérica,  la inflación está a punto de convertirse en la mayor del mundo en la última década, el país carece de acceso a los mercados internacionales, las fuerzas políticas clave están atrapadas en un punto muerto que no parece que tendrá una solución a corto plazo, las consecuencias de las sanciones económicas de Estados Unidos y las perspectivas de caída de la producción petrolera dificultan tener expectativas positivas para la economía en 2018.

“Nosotros prevemos que este año que inicia la inflación se acelerará a 10.554%% con respecto a nuestro estimado de 1,001% para 2017”, destaca el informe de Torino.

Como consecuencia de la crisis, se agudiza la diáspora de venezolanos. El miércoles murieron cinco ciudadanos que intentaron llegar en una embarcación a Curazao, nación con la que además el Gobierno venezolano abrió un conflicto al cerrar recientemente las fronteras y suspender los vuelos entre ambas naciones.

La Acnur se ha declarado en alerta la situación de los venezolanos que están migrando sin recursos, principalmente hacia  los países fronterizos como Colombia, Brasil y las islas del Caribe.

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