El exembajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, considera que la Conferencia Episcopal Venezolana no inspira confianza para ser mediadora en el proceso de diálogo que se espera iniciar entre el Gobierno y la oposición.
“Yo formo parte de la Iglesia como católico, el problema es que la jerarquía eclesiástica en Venezuela tomó partido por uno de los sectores políticos desde hace tiempo, algunos clérigos no inspiran confianza” en referencia a la propuesta de la oposición de llevar a cabo los encuentros en la sede de la Conferencia Episcopal, señaló en el programa “Diálogo Con” en Televen.
Chaderton abogó en favor del diálogo porque “con una oposición enloquecida es difícil avanzar”.
Aseguró que la iniciativa del diálogo es una política del Gobierno. “Maduro está preparado para el diálogo. Hay una invitación hecha y una mesa que fue abandonada por la oposición. La manera de retomar el diálogo es comenzar a hablar, así se digan cuatro cosas duras”, señaló.
Sobre las condiciones que exige la coalición opositora para asistir a los encuentros, manifestó que el proceso no puede llevarse a cabo con condiciones previas. También hizo referencia a la escasez de alimentos que, a su juicio es provocada por “el imperio, el sector privado y los bandidos infiltrados dentro del chavismo”.
“Me preocupa la situación social; a mi me golpeó muy fuerte cuando salí a caminar en la madrugada y vi ancianas en una farmacia haciendo cola para comprar medicinas. Me preocupa la gente que sufre la escasez”, dijo.
El revocatorio va… pero en 2017
De acuerdo con los cálculos de Chaderton, el referendo revocatorio se hará después de las elecciones regionales; es decir, en 2017 porque los plazos ya vencieron para convocarlo este año.
“El revocatorio es una solución. Pero ¿por qué la oposición no actúo a tiempo y dejó pasar los plazos? Si quieren insistir en el tema, será después de las elecciones de gobernadores”, expresó.
Rechazó la campaña de difamación contra el Consejo Nacional Electoral (CNE) que “es llevada hasta los extremos y llena de insultos personales hacia las rectores”.