La insatisfacción de las demandas sociales, la incapacidad de los partidos de renovar la forma de hacer política, la militarización de las instituciones y la erosión del Poder Judicial y de la estructura de contrapesos políticos son algunos de los factores que, según afirma un panel de expertos políticos, acabaron con la democracia en Venezuela.
La politóloga y doctora en ciencias sociales María Puerta Riera; el sociólogo especialista en procesos políticos contemporáneos Juan Manuel Trak, y el doctor en ciencias sociales y magister en derecho Raúl Sánchez Uribarri explicaron por qué falló la democracia venezolana, en un seminario organizado por el Instituto de Estudios Históricos de la Universidad Católica Andrés Bello, este miércoles 20 de octubre.
Los analistas dieron respuesta a esta pregunta con el objetivo de reflexionar sobre las acciones que deben emprenderse para redemocratizar el país.
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“¿Durante (Hugo) Chávez se incorporó no solo a miembros de las Fuerzas Armadas sino que se incorporó una lógica militar dentro de las instituciones civiles y es ahí donde nuestra institucionalidad no resistió el embate. El gran problema que tuvo la democracia venezolana es que sus instituciones estaban tan débiles y desprestigiadas, empezando por los partidos, que fue difícil resistirse a los cambios radicales, unas de las primeras instituciones que cayó fue el Poder Judicial y no hubo manera de ejercer un contrapeso real sobre el sistema político”, manifestó el sociólogo Juan Manuel Trak.
El analista también se refirió a la incapacidad de los partidos de renovar la forma de hacer política: “La sociedad civil demandaba más participación y menos tutelaje”.
El doctor en ciencias políticas y magister en derecho Raúl Sánchez cuestionó el carácter realmente democrático del sistema político que precedió al chavismo. En este sentido, el analista indicó que el Poder Judicial había sido permeado por la corrupción, aunque muchos jueces seguían apegados al estado de derecho.
En su opinión, la reforma constitucional que introdujo el chavismo con el proceso constituyente fue clave para el desmontaje de la democracia.
“En el Poder Judicial sí había un apego al estado de derecho por buena parte de los jueces y un funcionamiento de la vida política que estaba encajado parcialmente en función de la Constitución, tanto así que el quiebre del sistema viene acompañado de un quiebre constitucional”, señaló.
La politóloga María Puerta Riera recordó el intento de golpe de estado que protagonizó Chávez en 1992 para hablar sobre el quiebre del sistema democrático: “En 1992 el sistema entró en una especie de shock ante la amenaza que había y que fue creciendo. Hubo una revuelta de élites que decidieron apoyaron al outsider. La polarización que vimos después fue producto de la frustración de algunas élites que no pudieron controlar a Chávez para romper el sistema desde adentro”.
Para la analista, la desdemocratización obedeció a la frustración y decepción que sentía la población ante las demandas insatisfechas que fueron atribuidas al sistema político más que a los dirigentes.
¿Cómo se puede iniciar la democratización?
Puerta considera que se debe rescatar la confianza de la población en las instituciones democráticas. La transparencia, la autonomía y la independencia de poderes también son imprescindibles.
“También hay un aspecto que tiene que ver con la economía y la reducción de las brechas, de la desigualdad. Lo otro es la reconstrucción del tejido social, sin estos aspectos difícilmente podemos hablar de un proceso de redemocratización. Es importante promover la inclusión, la participación y redefinir las élites políticas”, añadió.
Sánchez opinó que para redemocratizar el país se debe empezar por “identificar cuáles son los espacios en los que todavía se puede hacer vida política de forma autónoma en un contexto atestado por la crisis política y económica”.
Élites versus democracias
En el segundo panel del seminario participaron la doctora en ciencias políticas, Maryhen Jiménez; el doctor en ciencias políticas Guillermo Tell Aveledo; y la profesora de ciencias políticas de la Universidad de Tennessee Jana Morgan.
Los expertos abordaron el papel que tuvieron las élites venezolanas de la época en el desmontaje de la democracia.
“Las élites venezolanas eran adversarias de la democracia, en Venezuela había un discurso que no era meramente crítico de los partidos sino de la propia institución de la democracia liberal”, aseveró Guillermo Tell Aveledo.
El profesor indicó que hoy en día prevalece un escepticismo hacia la democracia: “Se nos ofrece un nuevo sistema autoritario, pero esta vez liberalizador en lo económico y todo está bien, las élites económicas dicen que está bien. Es el mismo escepticismo hacia la democracia de los 60, 70 y 80 de ese sector que hoy nos está acorralando en este esquema”.
La profesora Jana Morgan dijo que lo que llevó a Hugo Chávez al poder no fue un rechazo de la democracia sino un rechazo de la forma que había tomado la democracia en ese momento y sus debilidades.
Subrayó que la polarización está directamente relacionada con las distintas concepciones que tienen el chavismo y la oposición sobre lo que es o deber ser la democracia.
También se refirió a los “enchufados”, como se denomina a grupos que han sido favorecidos económicamente por el gobierno venezolano. “Son una nueva dimensión de la élite y creo que son un gran obstáculo para la redemocratización porque son grupos que viven del Estado y que necesitan de el para mantener su posición y su libertad. Son una amenaza muy importante frente a la posibilidad de reabrir el sistema político venezolano”.
La politóloga Maryhen Jiménez invitó a estudiar los hechos históricos para entender mejor el chavismo y por qué se ha mantenido en el poder y el rol de la oposición para prevenir una erosión democrática o, en el caso venezolano, lograr la democratización.