Una vez más el padre jesuita Luis Ugalde tuvo la oportunidad de repetir públicamente que en Venezuela hay una dictadura, que la oposición está dividida y que el descontento popular será una salida cuando los militares vean su manifestación en la calle.

En una entrevista que realizó la periodista Vanessa Davies para Contrapunto, el exrector de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) aseveró que no piensa en una salida golpista, pero sí en una transición.

“Creo que hay una dictadura porque si ocho millones de venezolanos eligen una Asamblea Nacional, y el Gobierno activa mecanismos con los cuales anula totalmente toda acción de la Asamblea, para mí eso es dictatorial”, manifestó Ugalde.

El teólogo indicó que en los venezolanos existe miedo para expresar su descontento con el sistema de Gobierno, que se alínea con la falta de un liderazgo que pueda canalizar esa expresión popular.

“Creo que hay un elemento de miedo. Hay personas que dicen: ¿Qué hace la gente resignada en las colas? Pero, ¿y qué otra cosa van a hacer? Una persona individual que va a buscar pan, arroz o café, se pregunta: “¿Qué hago yo rebelándome? Me van a poner preso”. Y por otro lado, sobre todo en los últimos meses, hay un vacío de liderazgo realmente trágico en la oposición, y todo el mundo intuye que ese vacío viene de los intereses particulares de fulano que quiere ser candidato. Han sido incapaces, en los últimos tres meses, de hacer unos planteamientos claros, que la población perciba que hay una ruta. La gente no es suicida: si no ve una salida, no se va a mover”, apuntó.

Ugalde señaló que la dictadura actual inició con una convicción de legitimidad popular que ahora están reacios a perder: “En este momento el Gobierno sabe que no tiene los votos, pero tiene el poder: el ejército, la policía, el poder judicial y, entonces, dice, ‘nosotros no vamos a entregar el poder por los votos’. El año pasado, una elección que está en la Constitución fue aplazada y negada, y este año, por los pasos que llevan, también será negada, aplazada o trampeada. Puede ser trampeada al estilo de Nicaragua”.

A continuación, lea parte de la entrevista

La solución

–¿Qué fuerza queda?

–No queda sino el malestar de la población. El gobierno se pudiera engañar diciendo que “tienen la AN pero ya inventé la manera de anularla”, pero ¿qué es lo que no tiene controlado el Gobierno? El hambre. Ahí sí no ha podido mejorar nada, y dentro de un mes vamos a estar peor que ahora. La oposición se tiene que convencer, dentro de la Constitución, de que tiene que apelar al derecho humano violado.

–¿Cómo?

–Cuando dicen “calle”, la gente piensa en una manifestación multitudinaria, y las manifestaciones multitudinarias no se pueden hacer todos los días. Pero hay un grupo de abuelos que protestó porque no les llega la pensión, en el hospital las enfermeras protestan porque se les mueren los enfermos.

–¿La protesta de todos los días?

–La protesta de todos los días, que es muy variada, no siempre es multitudinaria y que haga sentir al gobierno y al mundo que es realmente impopular; que es enemigo de la gente.

–Pero el gobierno puede seguir gobernando así.

–Bueno, las dictaduras siguen gobernando así, pero hay que ver cuando ese desamor va tomando cuerpo, se va expresando, se va articulando. La Fuerza Armada dice que no va a tumbar el gobierno, pero recordemos 1957. En 1957 nadie sabía quién era Wolfgang Larrazábal, nadie en la oposición estaba pensando que debe haber malestar en los cuarteles.

–¿Usted piensa que, en la medida en que los militares vean el malestar, van a apartarse del gobierno?

–Pienso que, en la medida en que vean el malestar, y vean las manifestaciones concretas de ese malestar, pensarán que no van a reprimir eso. Creo que la inmensa mayoría de los militares piensa así, porque tienen su familia, porque en el cuartel falta comida.

–¿Esto no es apelar al golpe de Estado contra un Presidente que fue electo por el pueblo?

-¿Quién en Venezuela considera golpista a Larrazábal? Nadie. Es el hombre que dirigió el paso de la dictadura a la democracia.

–¿Ve figuras en el sector militar que pudieran ser ese Larrazábal?

–De Larrazábal se burlaba todo el mundo. No tenía cualificación especial. No es que había un predestinado. Hemos hecho algunas transiciones bien hechas, como la de López Contreras. ¿Quién iba a decir que el ministro de la Defensa de Juan Vicente Gómez haría la transición?

–¿No tiene miedo de que lo metan preso por decir eso? Van a decir que está llamando a un golpe de Estado.

–Sí lo van a decir, pero yo no me puedo callar. En una situación normal, democrática, es bueno que la Iglesia sea cuidadosa, porque hay cauces políticos para expresarse. Cuando las dictaduras empeoran, como el franquismo en su etapa final, pusieron a docenas de curas presos. Como los políticos no podían hablar, la Iglesia, en esas situaciones extremas, puede y debe hablar.

–¿Y qué debe decir?

–Lo que dijo en el documento de enero de la Conferencia Episcopal: hay que escuchar el malestar de la gente. Si no, la Iglesia traicionaría al Evangelio si no tuviera sensibilidad ante el hambre, la falta de medicinas, la inseguridad brutal que estamos viviendo. La gente está sufriendo. La Iglesia tiene que acompañar, ver cómo formamos modos de solidaridad para que haya, al menos, una comida caliente al día, como lo hizo la Iglesia en tiempos de Pinochet. Hace falta la dimensión internacional, porque para hacer ollas populares se necesita una red que alimente eso. Cáritas Internacional puede hacer eso, está dispuesta a hacerlo, pero el gobierno que dice que aquí no hay pobreza y que es el gobierno de los pobres ¿cómo va a admitir que necesita limosna internacional para poder comer? Pero esa es la realidad: hay que pedir limosna internacional para poder comer. En esa situación, la Iglesia tiene que reflejar la verdad. ¿Qué corre riesgos? Sí. A mí me han amenazado.

–Usted está llamando a un golpe, prácticamente.

–No estoy llamando a un golpe de Estado, estoy llamando a respetar la Constitución. Y no se puede respetar la Constitución mientras no haya militares decididos a hacer que la Constitución sea respetada.

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2 Comentarios

  1. Conozco al Padre Ugalde personalmente .. sé de que esta compuesta esa madera… Pero en verdad que me hizo Reír y reír sin parar con su comentario… se lo haré llegar…”novia en cada pueblo! jejejejejeje

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