En 2022 se acentuará el micro-control social desde el gobierno nacional y surgirán nuevas desigualdades que a su vez definirán nuevos grupos sociales, afirma el sociólogo Roberto Briceño León.
El primer grupo lo componen quienes trabajan en la administración pública y quienes laboran en el sector privado; el segundo incorpora a los que reciben remesas y a los que no; el tercero está integrado por los empleados y los autoempleados (trabajadores informales), y el cuarto hace referencia a los “enchufados” y a los “no-enchufados”; es decir, a aquellos que se benefician por tener negocios con el gobierno. Las desigualdades entre unos y otros están determinadas por el acceso a divisas.
«Un sector la población experimenta el empeoramiento de sus condiciones de vida, porque como no tiene sus ingresos indexados en dólares o no recibe remesas, no puede pagar los incrementos en el acceso a los bienes, ni los costos de los servicios de los cuales quedará excluido», argumenta.
En cuanto al control social, el profesor universitario señala que se ejercerá a través de los Consejos Comunales y los jefes de calle: «Mutarán las herramientas de organización popular para convertirlas en instrumentos políticos del gobierno»
Apoyándose en investigaciones propias, el director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) advierte que en la sociedad venezolana se incrementa el desapego y la desconfianza hacia la política.
Un estudio que realizó, en septiembre de este año con la participación de 1.200 personas, arrojó que un 77% no estaba interesado en la política.
Briceño advierte que se incrementará el delito y la violencia porque el dólar ha permeado todos los estratos sociales y esto abre nuevas oportunidades al crimen como el robo en el transporte, regreso de pandillas, secuestros y extorsión en dólares: “El hecho de que los trabajadores por cuenta propia reciban divisas empieza a hacerlos atractivos para el delito”.
Entre las proyecciones que hace destaca que la emigración se mantendrá y se incrementará la salida de los técnicos medios que tienen más oportunidades de empleo y dejan al país sin capacitación; se diversificarán las rutas de emigración, las más riesgosas las asumen también profesionales y los de clase media.
“Se mantendrá la privatización de la vida social y de los servicios públicos como el agua, la electricidad, el transporte mientras aumenta la desigualdad, hay un sector que siente mejoría por el acceso a dólares y otro que es excluido”, sostiene.
El profesor compartió sus conclusiones en el foro Prospectiva 2022, que organizó el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, este jueves 9 de diciembre.
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En 2022 se acentuará el micro-control social desde el gobierno nacional y surgirán nuevas desigualdades que a su vez definirán nuevos grupos sociales, afirma el sociólogo Roberto Briceño León.
El primer grupo lo componen quienes trabajan en la administración pública y quienes laboran en el sector privado; el segundo incorpora a los que reciben remesas y a los que no; el tercero está integrado por los empleados y los autoempleados (trabajadores informales), y el cuarto hace referencia a los “enchufados” y a los “no-enchufados”; es decir, a aquellos que se benefician por tener negocios con el gobierno. Las desigualdades entre unos y otros están determinadas por el acceso a divisas.
«Un sector la población experimenta el empeoramiento de sus condiciones de vida, porque como no tiene sus ingresos indexados en dólares o no recibe remesas, no puede pagar los incrementos en el acceso a los bienes, ni los costos de los servicios de los cuales quedará excluido», argumenta.
En cuanto al control social, el profesor universitario señala que se ejercerá a través de los Consejos Comunales y los jefes de calle: «Mutarán las herramientas de organización popular para convertirlas en instrumentos políticos del gobierno»
Apoyándose en investigaciones propias, el director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) advierte que en la sociedad venezolana se incrementa el desapego y la desconfianza hacia la política.
Un estudio que realizó, en septiembre de este año con la participación de 1.200 personas, arrojó que un 77% no estaba interesado en la política.
Briceño advierte que se incrementará el delito y la violencia porque el dólar ha permeado todos los estratos sociales y esto abre nuevas oportunidades al crimen como el robo en el transporte, regreso de pandillas, secuestros y extorsión en dólares: “El hecho de que los trabajadores por cuenta propia reciban divisas empieza a hacerlos atractivos para el delito”.
Entre las proyecciones que hace destaca que la emigración se mantendrá y se incrementará la salida de los técnicos medios que tienen más oportunidades de empleo y dejan al país sin capacitación; se diversificarán las rutas de emigración, las más riesgosas las asumen también profesionales y los de clase media.
“Se mantendrá la privatización de la vida social y de los servicios públicos como el agua, la electricidad, el transporte mientras aumenta la desigualdad, hay un sector que siente mejoría por el acceso a dólares y otro que es excluido”, sostiene.
El profesor compartió sus conclusiones en el foro Prospectiva 2022, que organizó el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, este jueves 9 de diciembre.