David Smolansky-OEA-Haiti-Ecuador-Maduro

El viraje en la política exterior de México y España “suavizará” la presión sobre el Gobierno venezolano sin que esto signifique que los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y de Pedro Sánchez, respectivamente, se alinearán con Nicolás Maduro, afirman expertos consultados.

La declaración del ministro de Exteriores, Josep Borrell, en la que asegura que su país “no va a abanderar la línea dura de las sanciones cada vez que haya un problema en Latinoamérica” sobre el caso Venezuela supone una actitud más moderada que obligará a otros países como Perú y Colombia a “llenar los vacíos” y asumir el protagonismo, en opinión del internacionalista Luis Daniel Álvarez.

En México se plantea la doctrina Estrada que es aislacionaista de la política exterior. Es una doctrina del PRI(Partido Revolucionario Institucional) que López Obrador dice retomará. No es que se van a aliar a Maduro, pero evidentemente van a asumir una postura más moderada”, apunta el analista.

Sobre España señala que “la posición ha cambiado, pero no de forma dramática. Van a intentar mantenerse al margen, pero habrá posibilidades de que siga siendo Venezuela el foco de atención (en los foros internacionales como la OEA) porque la catástrofe que vive Venezuela es algo que no se no pueden acallar figuras como López Obrador”, responde Álvarez.

México y España

El internacionalista Juan Francisco Contreras agrega que la nueva postura de España obedece a un acuerdo político interno para desplazar el PP (Partido Popular), es una situación circunstancial y coyuntural en España. “Es una posición directamente vinculada a Podemos, pero en líneas generales el Estado español va a seguir apoyando al pueblo de Venezuela”, opina.

En el caso de México el profesor universitario prevé una postura menos beligerante y coincide en que López Obrador se inclinará por aplicar la doctrina Estrada, “pero no creo que pueda alinearse con el Gobierno (de Maduro) porque de hacerlo entrarían en un proceso de descrédito internacional”.

En su primer discurso como presidente electo, el líder de Morena, López Obrador, dejó claro que en política exterior volverán a aplicar los principios de no intervención, de autodeterminación de los pueblos y de solución pacífica a las controversias. “Y como decía el presidente Juárez: Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho”, declaró.

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